Volver a Tí

capitulo 3 Volver a empezar

El taxi se detuvo frente a un edificio elegante en el corazón de la ciudad. Suspire, sintiendo los años que habían pasado. Diez años lejos, una vida construida desde cero, y sin embargo, en cuanto puse un pie en esta tierra, todo volvío a mí de repente,como sí el tiempo no hubiera pasado.

Victoria Harper vivía en el mismo lugar de siempre. Sonreí para mi, recordando todas las noches en las que nos prometimos que nuestros sueños no nos alejarían. Y aquí estaba ella, esperándome.

Toqué el timbre y la puerta se abrió casi de inmediato.

—¡Dios mío, Isabelle! — Grito antes de lanzarse sobre mí en un fuerte abrazo.

—Te extrañé, Vic.

—¡¿Extrañarme?! —Se separó solo para darme un suave golpe en el brazo—. ¡Desaparecistes por una maldita década!

Sonreí, pero en el fondo sabía que tenía razón.

—Lo sé… Perdóname.

Victoria me miró, evaluándome como si intentara saber cuánto había cambiado. Y luego bajó la mirada.

—¿Y este pequeño jovencito? —preguntó con una sonrisa.

Ethan se escondió tímidamente detrás de mí, agarrándose a mí abrigo .

—Mi hijo. —Mis palabras sonaron un poco raras, como si al decirlas en voz alta hiciera mi regreso aún más real—. Se llama Ethan.

Victoria me miró con los ojos muy abiertos, llevándose una mano a la boca. Lo entendió en ese instante . No preguntó, no hizo comentarios innecesarios. Simplemente se agachó para ponerse a la altura de mi hijo.

—Hola, Ethan. Soy una vieja amiga de tu mamá.

Mi pequeño dudó un segundo antes de extenderle la mano.

—Mucho gusto, señora.

Victoria soltó una carcajada.

—Nada de "señora", me hace sentir vieja. Puedes decirme Vic.

Entramos y pasamos las siguientes horas poniéndonos al día. Pero no podía posponer más lo inevitable.

—Voy a casa de mis padres —dije finalmente.

Victoria dejó su copa en la mesa y me miró con seriedad.

—¿Estás lista para eso?

No lo estaba.

—No puedo posponerlo más.Ellos tienen derecho a conocer a su nieto, lo tenía que haber hecho antes , pero por cobarde lo fuí dejando.

Me despedí y tomé otro taxi. Mi corazón latía con fuerza cuando llegamos a la vieja casa de mi infancia. Nada había cambiado...y, al mismo tiempo, todo era diferente.

Respiré hondo cojiendo aire y toqué el timbre.

Segundos después, la puerta se abrió.

Y ahí estaban.

Mi madre se llevó una mano al pecho, con los ojos llenos de lágrimas.

—Oh, Isabelle...

Mi padre, Richard, no dijo nada, sólo una sonrisa, y me dió un abrazo, él siempre había sido así cariño y compresivo.

Y entonces,Chistopher apareció en la puerta.

Su cara estaba palida, sé le veia más delgado, pero sus ojos ya no tenían ése brillo que habían perdido años atras.

—¿Chris? —dije sonriendo, sintiendo un nudo en la garganta, intentando disimular.

Él se quedó en silencio. Luego su mirada bajó y se fijó en el niño que se agarraba a mi mano.

—¿Quién es él?

Tragué saliva y apreté la mano de Ethan.

—Chris…te presento a tu sobrino.

Hubo un silencio.

El pasado, los secretos y los años perdidos cayeron sobre nosotros.

Y supe que nunca más, nada volvería a ser igual.




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