Volver a Tí

Capitulo 16 Mirando las estrellas

Al bajar del taxi, noté muchísimo frío al llegar al evento; claro, con el vestido que llevaba era normal. Entré dentro; era un edificio enorme, el salón desde la entrada se veía espectacular, estaba lleno de empresarios. El lujo del salón era muchísimo, jamás había visto un lugar así; las lámparas eran enormes y debían haber costado una barbaridad, pero claro, esta gente también es así: el lujo por todo lo alto. Me puse a buscar a Amelia.

Amelia me esperaba más adentro, con una sonrisa. Esa mujer tenía algo, es de esas personas que cuando las conoces te caen bien a la primera, y tienes esa sensación de conocerla de toda la vida.

—Hola, buenas noches, llegas puntual, te has puesto perfecta, Isabelle. Esta noche será importante para ti. Te presentaré algunas personas influyentes; algunos son clientes nuestros y otros, esperemos que lo sean, por eso venimos.

Respiré hondo y le di las gracias. No podía permitirme fallar.

Entramos juntas, y de inmediato me presentó a varios empresarios y posibles clientes de la agencia. Mantuve la compostura, sonriendo y respondiendo con seguridad. Cada vez que alguien preguntaba algo de la agencia, respondía con amabilidad, poniendo la agencia en un altar. Apenas llevaba unos días, pero era mi trabajo intentar atrapar futuros clientes. Poco a poco, me fui relajando, dejándome llevar por la atmósfera refinada del lugar. Me sentía en mi salsa, no me lo podía creer.

Pasó un camarero con copas de champán, y Amelia cogió dos.

—No tengo costumbre de beber alcohol, no bebo nunca; cuando salgo, lo hago con mi hijo —le dije. Es cierto que a veces me puedo tomar una cerveza, pero siempre lo hago cuando estoy en casa de mis padres o con Victoria. —Quería darle una buena sensación. La verdad es que no bebía nada; mi madre había dejado de tener alcohol en casa, solo zumos y refrescos, y yo en mi casa tampoco compraba.

Estaba hablando con Amelia cuando vi a Alexander entrar en el salón.

No venía solo.

A su lado, cogida del brazo, iba una mujer; la verdad, era impresionante con un vestido de terciopelo rojo que resaltaba su hermosa figura esbelta. Caminaban juntos; él con su traje estaba guapísimo. Los años lo habían vuelto más atractivo. Antes, cuando éramos unos críos, estaba un poquito delgado, pero guapo. Ella entró sonriendo; era la típica pija. Él habrá tenido que cambiar mucho, como me dijo Victoria, porque antes jamás se hubiera fijado en alguien así.

El estómago se me encogió al verlo, no me lo esperaba y menos aquí; mantuve la compostura lo mejor que pude.

Amelia, ajena a mi lucha interna, sonrió al verlo acercarse.

—Alexander, qué gusto volver a verte. Vienes bien acompañado con tu chica. Te lo robaré unos minutos, Charlotte. Ven, Alexander, quiero presentarte a nuestra nueva organizadora de eventos.

Él se detuvo frente a mí, sus ojos se clavaron en los míos, con una frialdad que me heló la sangre. Luego, como si nada, me sonrió con una sonrisa cortés y extendió la mano.

—Te presento a Isabelle, es nueva en la empresa, pero es buena en su trabajo. —Espero que pronto trabajemos juntos en algún proyecto, Alexander; cada vez está más guapa tu novia Charlotte —dijo Amelia.

—Amelia, sabes que siempre es un placer trabajar contigo. —Gracias, sí, Charlotte, siempre está guapísima, pero no más que tú, Amelia.

—Un placer, Isabelle, nos veremos pronto.

Apreté su mano, como si no lo conociera de nada.

—Igualmente, señor Carter —respondí con una sonrisa, aunque por dentro me llevaban los demonios.

Charlotte, que así es como la había llamado Amelia, se quedó cogida del brazo de Alexander. Ella me sonrió, aunque su mirada no era de muchos amigos que digamos.

—No te conozco. ¿Eres nueva en la agencia? Tu cara me suena; ¿nos hemos visto en algún lugar? Te he tenido que ver antes.

—Sí, comencé esta semana —contesté con calma. Puede que nos hayamos visto, señora Charlotte.

Amelia continuó con las presentaciones, ajena a todo.

Yo solo podía concentrarme en mantener la calma, en no dejar que la cercanía de Alexander me afectara.

La noche fue pasando entre conversaciones con otros socios y brindis. Traté de evitar la mirada de Alexander, pero él me provocaba, como si disfrutara poniendo a prueba mi autocontrol. Me hice la tonta todo el tiempo, como si no fuera conmigo. Amelía no se dio cuenta, gracias a Dios, si no me hubiera despedido.

Amelía me contó que hacía mucho tiempo que conocía a Alexander. Me dijo que era como su hermano, que tenían mucha confianza. Me quedé helada cuando me lo contó. Parece que nunca conocés tanto como parece a las personas, por lo menos así lo creo yo.

Cuando la gala terminó, le dije a Amelia que yo ya me marchaba, que era tarde.

—¿Tan pronto te vas? Ahora es cuando mejor se está. Ahora vamos a alguna discoteca, ¿no te vienes aunque sea un ratito? Mañana es sábado y no trabajamos; puedes llegar más tarde.

—No puedo, Amelia, yo tengo a Ethan, le prometí que mañana sábado estaríamos juntos —le respondí. No le mentí, tampoco me apetecía ver más la cara de Alexander. Y menos a su novia.

—Está bien, Isabelle, eres una chica responsable, eso me gusta de ti. Lo primero es lo primero, es lo que tiene el ser madre. Bueno, pues nos vemos el lunes y hablamos, Isabelle. Buenas noches, guapa, y gracias por haber venido.

—Buenas noches, Amelia, y gracias a ti por haberme invitado. Hasta el lunes, guapísima, nos vemos. Chao. —Me despedí rápido; cerca se encontraba Alexander con su novia mirándome...

Yo había llamado a un taxi, que ya me estaba esperando en la puerta cuando salí.

Subí al vehículo rápido, tenía unas ganas locas de desaparecer por completo, apoyé la cabeza en el respaldo, miré el móvil para ver si tenía algún mensaje de Victoria, pero no tenía ninguno. Lo preferí, no me apetecía mucho hablar. Mientras iba en el taxi, me iba preguntando...

¿Cómo era posible que Alexander hubiera cambiado tanto? ¿Qué pasaría si yo le digo...? Nada más pensarlo me di cuenta de que sería un error por mi parte. ¡No! Definitivamente no podía saberlo. ¿Qué tipo de padre sería...? Mi hijo no podía estar junto a esa mujer, ufff, qué horror...




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