Me levanté contento, todas las cosas parecian ir muy bien. Me duche rápido, fui a la cocina e hice unos cafes,y si ,la cocina no es uno de mis fuertes, pero sobrevivi en la universidad a base de bocatas y algunas cosillas que aprendi, me puse a preparar unos huevos revueltos pará mí, y para Charlotte, ella se habia quedado en la cama, le llevé el desayuno, de las pocas veces que se lo he llevado,y cuando me vio se sorprendió.
—¿A qué se debe ésto, amor? Té encuentras bien, o tienes fiebre, ¿O sientes remordimiento por algo, amor? Que habrás hecho—, me dijo sonriendo.
Me acerqué a Charlotte y le di un beso en los labios.
—Te he preparado estos huevos revueltos con todo mi amor, cariño te quejarás de lo bien que te cuido,¿Los quieres, o me los como yo?— la mire con picardia.
Me vibró el móvil, mire y era Amelia, me sente en la cama al lado de Charlotte, me puse a leer, los últimos informes que Amelia me había enviado. El proyecto avanzaba bien, y eso me gustaba, pero lo que más me interesaba era la persona encargada de hacerlo. Isabelle...
No podía evitar sonreir mientras repasaba las notas. Amelia me habia hablado muy bien de ella, destacando su dedicación y su talento para organizar eventos. Me pregunté si ella sospecharia algo, si en algún momento se habría dado cuenta de quién estaba detrás de todo, no se si era placer de poder verla humillada ante mi, de rodillas, pidiendome perdon, por los años de tanto dolor que pase, o no se, que demonios era, pero el ver su cara el dia de la presentecion seria una hermosa humillacion que no me iba a perder por nada del mundo...
Me levante de la cama.
— Tengo que hacer una llamada de trabajo te dejo que desayunes tranquila amor, voy al despacho ,— si quieres algo alli estare.
Salí de la habitación, y fui hacia el despacho. Llame a Amelia para hablar del proyecto.
—Buenos dias, guapisima, ¿Como estas,tienes un momento?
—Buenos dias, Alexander, justo estaba por llamarte, para tí,todo el tiempo del mundo.
—Prefiero adelantarme, ya sabes como soy, no puedo estar quieto —respondí, apoyándome en el escritorio. ¿Cómo van las cosas?
—Muy bien. Isabelle y Taylor estan avanzando mucho, hoy se pasará Taylor por el hotel, para sacar unas fotos, no os molestará, va todo genial, estoy muy contenta con los bocetos que han hecho, y lo mejor es que no tuve que intervenir en nada, lo cual a sido un alivio para mi,así que el evento será un éxito.
—No esperaba menos de ti —Me recosté en mi sillon, pensativo—. Y dime, la chica ¿a preguntado algo? ¿Sospecha algo, de quién es el proyecto?
—No, en absoluto. De hecho, está completamente concentrada en su trabajo. Pero, Alexander... ¿puedo preguntarte algo?
— Si, claro adelante, dime.
—¿Por qué tanto interés en Isabelle? Cuando te dije quienes iban a estar frente del proyecto, pusiste interes. Yo te dije que eran los mejores pero ... Podrías haber elegido a cualquier otro equipo, pero insististe en que ella estuviera al frente.
Sus preguntas me dejaron un poco descolocado, pero como buen empresario, los años me habian enseñado a mentir muy bien, nadie se tenia que enterar de nada , por lo menos no todavia...
—Confio en su talento, por lo que me has contado de ella, parece que es buena, quiero ver hasta dónde es capaz de llegar, por supuesto con la ayuda de su conpañero, —me dijiste que se llamaba Taylor ¿No? Amelia se quedo callada, no parecia haberse tragado mi mentira, pero no le quedaba otra más que callar.
—Bueno, pero si hay algo que deba saber, me lo dirias ¿verdad? —preguntó.
—Siempre, Amelia, siempre—le contesté.
Por supuesto, que no le tenia que decir nada, nunca habia dado explicaciones de mi vida a nadie, y menos se las iba a dar a ella, ¿Quien se creia que era? Habia montado una empresa gracias a mi, me debia todo, y ella lo sabia.
Corté la llamada antes de que pudiera seguir interrogándome, y yo perdiera el control, me estaba enfadando y mucho.
Me levante, y mire por la ventana de mi despacho, Isabelle no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, y eso hacía todo mucho más excitante, abri la ventana y senti el aire fresco de la mañana, cerré la ventana, y me recosté en el sillón de cuero negro, encendí mi ordenador y revisé los correos electrónicos. Había uno de Taylor con un adelanto de las propuestas de decoración. Detalles elegantes, una ejecución impecable… pero lo que captó mi atención fue un pequeño boceto adjunto con anotaciones a mano. Era de Isabelle.
Lei todo lo escrito, no recordaba su letra tan delicada. Sus ideas eran innovadoras, frescas. Había algo en su visión del proyecto que hacía que todo pareciera más… vivo. Apreté los labios, no se si de rabia, o ... No podía permitirme distracciones, pero el hecho de que ella estuviera trabajando en este proyecto sin saber quién era su verdadero cliente me provocaba una excitacion...
Y más importante aún… ¿cómo reaccionaré yo, cuando la tenga frente a mí?
¿Que pensaré ella de mi...? ¿Se habra casado...O estará prometida? Porque no puedo negar, que sigue tan hermosa como antes, o mas...
Y me pregunto ..¿ Es odio ... o amor lo que siento?