El reloj marcaba las siete y cuarenta y cinco, cuando escuché el timbre de la puerta. Ethan, había estado todo el día emocionado por ir al Burguer, corrió a abrir antes de que pudiera detenerlo, le tenía prohibido que abríría la puerta.
—¡Taylor! —gritó —. Mamá, Taylor está aquí.
Me miré rápidamente en el espejo de la entrada, alisé un poco mi blusa . Taylor estaba apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa, vestido con unos vaqueros oscuros y una camisa de manga larga que llevaba remangada.
—Listos para una noche de hamburguesas —dijo haciéndome guiño, haciendo reír a Ethan.
—Más te vale, que vengas con hambre —le advertí—. Ethan puede comerse dos hamburguesas gigantes si lo dejas.
—¡Mamá! yo no hago eso, no seas mentirosa—se quejó mi hijo, cuando íbamos caminando hacia el coche, Ethan se iba riéndo.
Nos subimos al coche. La noche estaba fresca, hacía un poco de viento, hacia que se movíeran las ramas de los árboles de la avenida, cayendo sus hojas. Por el amino ibamos hablando,Taylor hacia bromas a Ethan, yo sentia curiosidad por saber algo de su vida, yo siempre he sido muy timida para hablar de ciertas cosas pero... Pero me armé de valor, y le pregunté...
—Nunca me has contado de dónde eres, ni si tienes familia por aquí, dime ¿Cuantos corazones has roto?Le solteéde golpe, estoy segura que muchos ...—Ethan me miró.
—No, para nada, siempre he sido timido para eso, igual por eso estoy solo, pero te cuento, nací en Bristol, pero nos mudamos cuando yo tenía cinco años. Mi hermana Amanda y yo crecimos aquí en Londres. Estamos muy unidos, especialmente después de que nuestros padres murieran cuando yo tenía dieciséis años, la vida para mi, y para mi hermana, no ha sido nada facil, tuve que estudiar y trabajar para poder pagarme los estudios, y poder ir a la universidad, no quería ser una carga para mí hermana, para mi a sido como una madre.
—Lo siento, Taylor — le dije poniendo una mano sobre su hombro, por un momento me quede sin palabras, debia de haber sido muy duro, me arrepentií de preguntar, "Isabelle eres una bocazas", me dije para mi misma.
—Gracias —contestó, con una sonrisa —. Amanda es tres años mayor que yo, y es una buena madre ,muy sobreprotectora, quizas por lo que hemos pasado, supongo que eso de alguna manera te marca, aunque ahora está ocupada con sus hijos, los gemelos, y su marido. Son unos pequeños torbellinos, pero los adoro.
—¡Gemelos! —exclamó Ethan, ¿Que, es eso? Que palabra más rara, ¿es un vídeo juego, nuevo?
—No, cariño, los gemelos som los bebés que nacen al mismo tiempo. y son iguales.
— Mamá es muy raro, ademas, eso no puede ser Mamá.—contestó muy seguro.
Me empecé a reir.
—Ethan no siempre salen gemelos, por suerte,— imagínate otro como tú, en casa...
Taylor y yo ,nos empezamos a reír.
— Mamá,sería ¡wuai! ,¿Tu puedes, hacer eso? Y... ¿Cuantos años tienen, esos niños? —Un dia, Mamá puedo ir a jugar con ellos ¿a qué, si?
—Eso depende de los años que tengan, y de su madre Ethan, sí son muy pequeños no, y si son más mayores tampoco hijo, Ethan era un buen niño, pero amigos solo tenia los del cole, y no muchos, y no Ethan, por ahora tengo bastante contigo.
—Tienen cinco años. Y te aseguro Ethan ,que juntos pueden destruir una casa en menos de cinco minutos —dijo ,Taylor, riéndose.
El resto del camino fuimos hablando de anécdotas divertidas de los gemelos, hasta que llegamos al Burguer. Estaba en las afueras, yo no habia estado con Ethan, ni siquiera habia oido hablar de ella, era grande. Hacian las hanburguesas a la parrilla delante de los clientes, habia un olor a carne, que habria el apetito. Elegimos una mesa de las del fondo, cómoda y nos acomodamos mientras Ethan revisaba el menú.
—¿Y tú, Taylor? ¿Has tenido pareja? —pregunté por curiosidad.
—Tuve una relación hace años, pero terminó cuando me ofrecieron un trabajo fuera del país. Ella no quería una relación a distancia y lo entendí. Desde entonces, he estado enfocado en el trabajo y en mi familia.
—Vaya, a veces no se tiene suerte en el amor, ya sabés... Yo estuve unos años con él padre de Ethan, cuando me enteré que estaba embarazada huí por miedo, quizás cobardía, él no era como yo, socialmente, él venía de una familia de dinero y yo de una familia normal, su madre no me queria para él, y pensé que posiblemente, me obligará a abortar, siempre he sido una mujer con las ideas muy claras, me fui lejos, a Italia ni siquiera mis padres lo sabían, allí tuve a mí hijo, unos meses mas tarde conocí a un chico italiano, él sé enamoró de mí desdé el principio, a mí me costó un tiempo, años más tarde quise que mí familia conoceria a Ethan, y decidi venir un tiempo, cómo unas vacaciones, se lo dije a él, pero él no quisó venirse, decía que no iba a dejar su Italia por un capricho tonto, para mí no era un capricho, era mí familia lo más importante en mí vida, y tomé la decisión de dejar la relación, así que termino y aquí estoy... La conversación terminó cuando Ethan se acercó, y dejé el tema, parecia también, que a él, le incomodaba la conversacion. Perdon Taylor , sí en algún momento... No queria incomodarte, cambiemos de tema... Así que aquí,hacen buena la burguer, por lo menos tienen una pinta, y huele ummm que alimentan.
— No te preocupes, para nada me has molestado Isabelle, eso es ya tiempo pasado, hace muchos años ya, no estoy acostunbrado a hablar de mi vida, de hecho tengo poca vida social, siempre estoy en casa y con mis sobrinos. Y sí aquí vengo con mís sobrinos, es un sitio tranquilo, cómodo, tienen unas riquísimas burguer, cuando las probéis no vais a querer comer otras, os lo digo yo, que soy el maestro de las burguer, –dijo mirando a mí hijo.
–Gracias Taylor, eres un encanto, y lo sabés, en ese momento no sabia que decir, estába muy cortada. Menos mal que llegaron las hanburguesas , que habíamos pedido, a salvarme el culo.
Las hamburguesas llegaron,mí hijo Ethan la pidió doblé con mucho queso, Taylor se pidió la americana su preferida dijo, y yo me pedí una de pollo, no tenía mucha hambre, había salido por qué se lo prometí a Ethan. La conversación cambio. Mi hijo, Ethan contaba sus historias de la escuela. Mientras Taylor le enseñó a hacer aviones de papel con las servilletas, y yo me quedé sorprendía de lo fácil que era estar con él. Me hacía sentir cómoda, como si nos conocieramos de siempre,y hubiéramos sido muy buenos amigos. Pero yo sentia que Taylor me veia como algo mas...