Volver a Tí

Capitulo 49 La vida nos sorprende

Dormimos en Alemania esa noche, en la suite del piso treinta y siete. No fue una noche normal. Nos despedimos y Taylor se fue a su habitación. Y yo había metido en la maleta un libro; hay veces que cuando no puedo dormir leo una de mis novelas preferidas. Amor eterno es una novela romántica, de esas que te enamoran; me la regaló mi madre, una apasionada de las historias de amor. Me quedé pensando en el detalle que había tenido Taylor conmigo, en las hermosas rosas; es un chico de quien cualquier chica se enamoraría de él sin pensarlo. Puse el despertador del móvil para que me sonara a las siete de la mañana. Al cabo de un rato me empezó a entrar sueño y me quedé dormida.

Antes de que dieran las siete me desperté, salí a la terraza; las vistas son impresionantes, el cielo está con un azul intenso. Hice unas fotos para enseñárselas a mi familia. Después de una ducha caliente y de cambiarme por un conjunto cómodo pero elegante: unos pantalones beige, blusa de seda y abrigo largo. Había quedado con Taylor; él me esperaba en la recepción del hotel con su sonrisa de siempre.

—¿Quieres salir a ver un poco la ciudad antes de trabajar? Esta noche podemos salir; no todos los días estamos aquí. Berlín es preciosa por la noche. Anoche me costó dormir, y estuve buscando un lugar para ir por la noche, y vi unos cruceros nocturnos por el río Spree; se ve toda la ciudad iluminada, está precioso, ¿o prefieres algún bar de copas o pub? Yo he estado en Alemania bastantes veces, y la verdad es que es un país que me gusta.

—No, Taylor, prefiero el crucero; soy poco de pub. —Pues yo no he tenido la posibilidad de viajar, solo de Londres a Italia y ahora aquí, pero me gusta Alemania —le dije.

Nos fuimos caminando. Visitamos una galería de arte contemporáneo que me dejó sin palabras. Me cogió de la mano, y de vez en cuando me miraba como si yo fuera una de esas obras imposibles de interpretar, pero hermosas al mismo tiempo.

—Me gusta tu manera de mirar las obras, se nota que te gusta el arte —le dije mientras contemplábamos una pintura abstracta.

—¿Mi manera de mirar? En una pasión que tengo, ¿sabes que me apunté a clases de pintura? De esto hace unos años; en mi casa tengo algún cuadro pintado por mí. Los has tenido que ver; solo soy un aficionado, no un pintor, amo el arte.

—Vaya, cada día me sorprendes más, eres una caja de sorpresas. Se te nota que te gusta el arte. Pintar un cuadro no debe ser fácil; me fijé que tienes muchos cuadros, sobre todo en tu oficina. ¿Los has pintado tú?

Me miró sonriendo. —Eso es un sí —le dije.

Después del museo, fuimos a un restaurante encantador a orillas del río Spree. Nos sentamos en la terraza; estaba rodeada con farolillos colgando, música suave. Nos pedimos dos copas de Spatburgunder (pinot noir tinto) para comer Lammkarre (carré de cordero); de guarnición lleva un puré de patata trufado. Yo elegí el postre; soy una golosa, no lo puedo evitar. Pedí dos Apfelstrudel (strudel de manzana) y no los sirvieron con una bola de helado de vainilla. El camarero nos encendió la vela de la mesa.

Un hombre apareció y se acercó a nuestra mesa, tocando el violín; al escucharlo, me puso la piel de gallina. Reconocí la melodía enseguida: “Can’t Help Falling in Love”. Su acompañante, una chica de cabello rubio, llevaba una cesta llena de rosas rojas.

Taylor miró a la chica y se levantó. Le dijo algo en alemán que no entendí, y ella sonrió emocionada. Le entregó todas las rosas de la cesta, y él volvió a la mesa.

—¿Qué estás haciendo? —le pregunté. Pero Taylor, yo... No sabía qué hacer; tenía que hablar con él.

Se puso de rodillas y me entregó cada rosa una a una, en silencio, me cogió la mano con ternura y empezó a hablar. La gente nos miraba y a alguna mujer se le cayeron las lágrimas al escuchar a Taylor. Yo me quería morir, no quería hacerle daño.

—Te quiero, Isabelle —dijo. Me he enamorado de ti como jamás imaginé que me enamoraría. Y no, no es como lo que tuve antes. Es distinto. Me haces sentir el hombre más feliz del mundo; me siento afortunado de haberte conocido. Quiero que sepas que me siento completamente tuyo. No quiero separarme de ti nunca. No quiero imaginar una vida sin ti.

—Taylor… —le susurré.

—Sé que puede parecer pronto. Sé que hemos pasado por muchas cosas… pero cuando te miro, cuando estás a mi lado, siento que eres la mujer de mi vida. Y si me dejas… si tú quieres… quiero luchar por esto. Por nosotros. Hasta el final.

—Siéntate, por favor, yo... yo también siento algo por ti, Taylor. No quiero mentirte, no lo mereces, eres una gran persona, y yo estoy muy agradecida contigo. Pero la palabra amor, para mí, no es cualquier cosa; no me gusta decir te quiero cuando no lo siento. Ahora mismo, he pasado por mucho y yo... No sé si estoy preparada para una relación seria. ¿Me entiendes? No eres tú, sino yo; no quiero que te sientas mal, para nada, Taylor, te estoy siendo sincera.

—Solo dime una cosa, Isabelle. ¿Sigues enamorada de Alexander?

—Por supuesto que no, Alexander es pasado, solo eso, y nada más; creo que en nuestros caminos no estaba que estaríamos juntos.

—Entonces, tengo una oportunidad. No quiero que me digas que me quieres, pero sí puedo enamorarte, Isabelle, si tú me dejas. No te pido nada a cambio, solo quiero que me des la oportunidad de demostrarte que puedo formar parte de tu vida y de la de Ethan. Dime, ¿aceptas? Solo quiero demostrarte mi amor.

—Sí, la tienes, no te puedo negar esa oportunidad, quizás... Me enamoré de ti, nunca se sabe. Siento, si te he hecho daño, Taylor, nunca ha sido mi intención; igual ahora cambia tu forma de pensar...

—No, Isabelle, para nada; te quiero y lo que me has dicho no cambia mi forma de pensar ni mis sentimientos hacia ti. Eso solo demuestra que tengo que luchar por ti; nada es fácil y eso me da más fuerza para seguir conquistándote como se hacía antes. —Para que veas que soy un hombre moderno en algunas cosas, pero muy clásico en otras —me dijo sonriéndome.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.