┏━━━•❃°•°NATHALIE°•°❃•━━━┓
Toda la semana trabajando con Alexander había hecho mella en mi interior, todas las sensaciones y sentimientos que quería dejar atrás, esos que quería ocultar en el fondo de mi corazón habían aflorado con más intensidad.
Ver cada día su rostro enmarcado en esa atractiva barba, sus ojos de un color verde intenso, su muy bien trabajado cuerpo y esa voz profunda y gruesa generaba que mi piel se erizara con su cercanía.
Llevaba toda la semana tratando de acomodar todas mis ideas para darme una nueva oportunidad con Alexander, al mismo tiempo, de hacer entender a Ethan que lo nuestro se basaba única y exclusivamente en una amistad.
Desde hacía casi un año él venía insistiendo en ser algo más, incluso decía no importarle el hecho que tuviera hijos., no podía negar lo bien que se llevaba con mis hijos, pero ellos tenían a su padre y yo siempre tuve a Alexander en mi corazón y mi mente.
Me vi huyendo de Ethan, agradeciendo que Alexander nos invitó a pasar la tarde con él, fui a la guardería para encontrarme con una joven con complejo de dueña de la compañía, y suspire agotada al ver a Alexander quedarse atrás escuchando, la verdad pensé que no haría nada hasta que se acercó dejando claras las cosas, me dio un beso que me quito el aliento.
¡Dios este hombre besaba tan bien!
Mi corazón se contrajo en mi pecho al escuchar a Alexander despedirla, más que todo cuando la chica pidió clemencia alegando que su hermano enfermo y ella era el principal sustento de su hogar, aquello me recordó a mi abuela, todo el año que trabajé para Alexander antes del contrato, recordé todo lo que había tenido que aguantar durante ese tiempo, las humillaciones y malos tratos, tantas cosas difíciles que ahora solo eran un recuerdo.
Mire fijamente a Alexander, de aquel arrogante, frío y mujeriego hombre ya no quedaba nada, ahora frente a mí, había un hombre amable, completamente diferente, el cambio era descomunal.
Empatizando con la chica, le pedí a Alexander no despedirla, yo bien sabía perfectamente lo que se sentía luchar para que un ser amado estuviera bien.
No sé qué tanto hizo, pero al final me dijo que no la despidió y que le dio el número de Jayden para que llevara a su hermanito con él, me sentí aliviada en cierta parte, la otra aun quería ir a quitarle la piel por comportarse como una víbora.
Pasamos una agradable tarde después de eso, todo iba perfecto hasta llegar a casa, Ethan estaba allí, no podía creerlo, esto pasaba de ser algo normal a convertirse en acoso, ya no sabía cómo explicar las cosas.
Cuando dijo que él era más padre para mis hijos que alexander pude ver el dolor en la cara de mi aun esposo, no podía creer que dijera cosas tan absurdas, definitivamente se había pasado la raya.
Suspiré profundamente al verlos enfrentarse, la verdad no quería que Ethan le hiciera daño a Alexander, pero, recordé que Alexander enojado era de temer, así que mejor me decidí por sacarlos de casa, mis hijos estaban aquí y era algo a lo que no pensaba exponerlos, no quería que vieran a su padre siendo un hombre agresivo.
— Váyanse los dos, no los quiero en mi casa en este momento, mis hijos duermen y lo que menos quiero es que ellos despierten y presencien estas cosas — no quería ver a nadie en este momento, necesitaba aclarar mis pensamientos y pensar en cómo hacerle entender las cosas a Ethan definitivamente.
Ninguno de los dos se movió, hasta que escuche la voz de mi hermano interviniendo.
— Ya escucharon a mi hermana, se van a las buenas o los saco a las malas, y no quiero hacerlo, los dos me caen casi bien — quise reír por su frase, sabía perfectamente que, aunque trabajábamos con Ethan, hacía tiempo había dejado de agradarle.
Ethan salió primero, se veía bastante enojado, Alexander en cambio se quedó en la puerta mirándome, parecía querer decir algo.
—Nath— negué con la cabeza, — No te enojes, pero no voy a permitir que otro hombre se haga llamar padre de mis hijos, eso nunca — él tenía razón, pero no quería hablar con ninguno, en cuanto cerré la puerta arrastre mis pasos y me deje caer en el sillón.
— No quiero decirlo, pero te lo diré, Te lo dije — suspiré por las palabras de Drake
— Lo sé, lo sé, pero no logró hacer que Ethan entienda, le he dicho varias veces que lo único que podemos tener es amistad, aun así, dice que hacemos una excelente pareja, y los niños lo quieren — mis hijos se habían acostumbrado mucho a él, ya que la mayor parte del tiempo antes de encontrar guardería los llevaba conmigo al trabajo.
— No importa eso, Nath ese hombre parece más obsesionado que otra cosa — eso también era una posibilidad, una que me molestaba mucho, — tratare de devolverlo a Boston, es mejor que trabaje en esa sede a que arruine las cosas aquí — asentí, eso era lo mejor.
— Voy a dormir Drake, deberías hacer lo mismo— me levanté para ir a la habitación de los niños, debía ponerle sus pijamas, estaba segura que Alexander sólo los había metido a la cama antes de salir a querer golpear a Ethan nuevamente.
— Es temprano hermanita, saldré con Dereck — sonreí contenta por lo feliz que se veía.
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Editado: 19.10.2022