Volver a verte

Capitulo 4: Mar de emociones

— ¿Interrumpo algo? — preguntó Alex y nos separamos bruscamente quedándome algo acalorada

—no tranquilo no interrumpes nada —respondí de mala gana.

Claro que interrumpió

Alex: ¿qué tienes?

Yo: no tengo nada

Alex (cosito mío): estabas muy acaramelada con Sebastián ¿Acaso ya estás pensando en alguien más?

Yo: ¿Celoso?

Alex (cosito mío): nada que ver cosita mía

Levanté mi mirada y me lanzo un beso, me reí por lo bajo

Yo: Jajaja ¿Tuya? No me hagas reír

Alex: oye simula ir al baño, y asi nos vemos por ahí alguna tienda, di que si

Yo: Déjame terminar el helado

Llegó mi hermana y nos dio a cada uno nuestro helado mientras conversaba de la decoración de mañana, mientras yo no le prestaba ni la más mínima atención por tener a mi distracción a mi lado, es decir, Sebastián el cual hasta tomando un helado se veía extremadamente bien

—Ustedes sé que se crecieron bastante —dijo mi hermana melancólica algo típico de ella, y todos asentimos

y tú te estás volviendo cada día más viejita, pero ve el lado bueno, estas siendo una viejecita guapa —respondió Sebastián y mi hermana simulo estar ofendida

— ¿Acaso te tengo que agradecer? —dijo sarcásticamente Aurora

—Ya dejen a mi anciana favorita —dije mientras le apreté una mejilla a mi hermana

—Por qué no se meten con uno de su tamaño —concluyó mi primo y mi hermana rió

—Por eso me encanta salir con ustedes, me hacen reír con sus ocurrencias— dijo mi hermana

**********

—Ya regreso, voy al baño —le susurre a mi hermana cuando me termine el helado y asintió

Caminé hasta la tienda que me había dicho Alex, y al entrar lo vi cerca de la sección de chompas

—Ahora si te responderé, vine porque Aurora me escribió luego de que saliste de casa, y me dijo que si quería venir y le dije que si —dijo

—Oye, ella nunca me dice nada —respondí y sonrió

—Me encanta tu hermana, te juro, nos hace unirnos más —dijo y lo mire seria

—Alex…

—Tranquila no ando mal interpretando nada —dijo y asentí

—Te veo mañana, hoy tengo que ir al hospital, me toca cuidar a papá —pronuncie y asintió

Se acerco a mi y dejo un beso en mi frente

—Todo estará bien, no lo olvides —dijo y asentí

**********

Cuando llegue al hospital, Christian sonrió y se acercó a mi

—Vengo en la noche, te quiero pulga —dijo y asentí

Me senté en el sillón cerca de mi padre y lo mire por unos segundos, ¿Era realmente necesario que mi padre se ponga en este estado, para empezar a actuar como verdaderos hermanos y dejar cualquier rencor u odio a un lado? Claramente la respuesta que me diera mi hermana o mi madre seria que no, que existen más situaciones, pero lo que estaba pasando tenía que suceder porque no existe una línea temporal alterna, ya que las decisiones se las toma en un ahora y en este presente.

 Vi que mi padre despertó y me acerqué a él

— Mi niña ¿En qué momento llegaste? —pregunto adormilado

—No tengo mucho tiempo aquí ¿Cómo te sientes? —pregunte

—Cansado, a la espera de mi muerte —respondió y suspire pesadamente

—No digas eso pá, tienes que seguir siendo fuerte —hable y negó

—No me des ilusiones falsas, he escuchado a los doctores decir que me queda muy poco tiempo en esta tierra —dijo y tomo mi mano—, por cierto mañana es tu cumpleaños ¿tienes preparado algo?

— Sí, Aurora y mi mami están preparando todo —respondí y sonrió

—Créeme que ente momento daría todo lo que tengo para ir por última vez a tu fiesta de cumpleaños, y que si pudiera cambiar algo en mi vida seria el de dejar de ser tan rencoroso con tu madre y ser amigos, para asi haber ido a cada reunión que me invito de sus cumpleaños o aniversarios con su nuevo matrimonio —dijo

Mis padres se habían separado en malos términos, mi padre aunque siempre se hizo el fuerte, quedo muy afectado por el divorcio y desde allí solo le guardo rencor a mi mamá, y por ende con nosotros también se llenó de este al haber recibido a Rafael tan rápido, pero ¿qué se podía hacer? Si él se ganó nuestra confianza y además también nuestro cariño.

—¿Puedes llamar a tu mamá? —pregunto y lo mire confundida—, no espera… sabes que, dile que venga junto a Rafael

—Papi…

—Solo hazlo

—Bien, los llamare luego —accedí y sonrió—, pero ahora sigue descansando.

Luego de unos minutos mi padre se quedo dormido nuevamente y llame a mi madre




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