CAPITULO 5

POV EMMA

Al día siguiente me levanto temprano, ya que en toda la noche no he podido dormir pensando en lo que que sucederá hoy, cada vez que pienso en él, me imagino en cómo la habrá pasado en California, si tendrá una buena relación con su padre o si tiene novia aunque no lo creo, bueno quien sabe seguro en su antigua escuela ha tenido, eso hace que me cause un poquito de celos, tengo tantas preguntas por hacerle aunque no se si me las responderá, después de todo ya nos somos los mismos  niños de antes.

Me dirijo  a mi baño, entro a la  ducha y dejo que el agua caiga por todo mi cuerpo , me enjabono por todas partes hasta llegar a mis brazos y ver las cicatrices todas hechas por mi, haciendo que mis ojos se llenen de lágrimas recordando todos esos momentos dolorosos por los que pase, por que fui una tonta al hacerlas jamás pensé en el dolor que ocasionaba con cada corte, recordar las lágrimas, gritos, desesperación de mis madre y todo por mi maldita culpa.

Salgo envuelta con mi toalla caminando hacia mi armario, elijo ponerme algo ligero.

Bajo las escaleras, en la sala veo que está mi tio viendo televisión con las gemelas.

-Buenos días - hablo llamando la atención de ellos.

- Buenos días mi niña- responde con una sonrisa.

-Hola hermanita- dicen las gemelas que me miran con una sonrisa burlona, todavía recuerdo que me deben una.

En ese momento entra mi madre.

-Ya está el desayuno- avisa para que vayamos al comedor-Buenos días mi amor- se dirige hacia mi.

-Buenos  días mami - le doy un beso en la mejilla y me dirijo al comedor con los demás.

Nos sentamos todos y comenzamos a charlar como todas las mañanas.

-Tio no te olvides que hoy en la tarde tienes que llevarme a la casa de un amigo- le recuerdo mientras ayudo a mi mamá a recoger todo.

-Uy a eso venia  mi niña lo siento pero no podré llevarte tengo una reunión más tarde- me dice- le puedes decir a Alex que te lleve.

-Hay yo te avise desde antes, además hoy día Alex no puede- me quejo pensando en cómo haré para ir.

- Lo siento mi niña.

-No te preocupes tío, me iré en bicicleta- le digo con una sonrisa de oreja a oreja, a mi siempre me ha encantado andar en bici, pero mis madre a menudo se molestaba ya que yo siempre era muy despistada y un día casi me atropellan.

-No, ni se te ocurra ir en bicicleta-me advierte mi madre.

-Entonces cómo me voy a ir.

-No ya dije que no- me mira advirtiendo.

-Te prometo que tendré mucho cuidado- hago un puchero para que me de permiso.

Ella me mira y se que lo he convencido ya que asiente con la cabeza, se que nos debemos una charla, en estos ha estado actuando muy extraña y ya se cuales son las razones.

-Está bien - habla -pero Sophia tienes que tener mucho cuidado- me dice seria- sabes que eres muy importante para mi y por eso me preocupo por ti- dice mi madre y ya se por que lo dice desde ese día nuestras vidas cambió, desde ese día toqué fondo, y en ese  momento mi familia se volvieron más atentos y sobreprotectores conmigo  y los comprendo  en realidad ver a su hija destruirse debe haber sido  muy duro para ellos.

Asiento con la cabeza.

-Lo sé no te preocupes tendré cuidado.

Me dirijo a mi habitación y me siento en mi escritorio, abro mi cajón y saco un pequeño cuaderno de color celeste decorado con pequeños dibujos por mi, cuando cumplí 7 años y descubrí mi pasión por la escritura.

Siempre cuando era niña me ponía a escribir cuando recordaba momentos dolorosos, esto hacía despegar mi mente, transportarse al otro mundo, olvidarme de todo, es como mi diario, transmito todo lo que siento.

Me pongo a escribir olvidando el tiempo que pasa, hasta que una voz me transporta  a la realidad.

-Sophia la comida ya está lista- me dice mi mama que esta está en la puerta de mi  habitación.

-Ahorita bajo mamá- le respondo mientras guardo mi cuaderno en mi cajón y le hecho llave, nadie debe de leerlo, nadie debe saber lo que pase.

Bajo las escaleras y me dirijo al comedor en donde ya todos están me siento  y empezamos  a comer.

-Mañana no se olviden que tenemos y una cena con su tía y su familia- nos informa mi mama, deberas lo había olvidado mañana viene mi tía y mis primos.

Terminamos de almorzar y nos sentamos todos  a ver televisión.

Me aburrí y subí a mi cuarto a dormir  un rato pero primero pongo mi alarma.

Escucho un ruido pero no se de donde es, sigue y sigue sonando y busco de dónde viene ese sonido, hasta que lo encuentro es mi celular había puesto alarma la apago y me siento en mi cama.

Hasta que recuerdo que tenía algo pendiente hoy, así que veo la hora y son las 3:30 , es en serio Sophia vas a llegar tarde.

Me apresuro hacia el baño, dándome una ducha rápido, me dirijo hacia mi armario y me pongo mis jeans con una blusa manga larga, mis tenis, me hago un moño rápido, recojo mi mochila con mis cuadernos y bajó corriendo  las escaleras.

Me voy hacia la cochera y me montó en mi bicicleta, me pongo mi casco y salgo.

Voy apresurada, la casa de Nicky queda muy lejos, pataleo más de prisa poniendo atención en que no me choque con nadie.

Llevo casi media hora en bicicleta hasta que llegó a una mansión espléndida.

Me dirijo hacia las rejas casi sin aire ya.

-A quien buscas- me pregunta un señor de negro serio.

-ah.. busco a Nickolas, soy su compañera de clase-le digo nerviosa.

-Usted debe ser la señorita Sophia- me pregunta pero en vez de pregunta es una afirmación.

-Em… sí soy yo - le respondo, esto me pone los pelos de punta.

Me mira y luego indica que abran las rejas.

Entro y camino lentamente detallando todo, hace por lo menos 6 años que no vengo y todo sigue siento igual como lo recordaba, el jardín las flores, el color de la casa todo muy hermoso.

Camino hacia la entrada y tocó el timbre esperó hasta que alguien abriera.

-Buenas tardes señorita Sophia- me dice una sirvienta bueno creo que es.