Todos nacemos felices, pero en la travesía del camino se nos ensucia la vida, aunque podemos alcanzar a limpiarla no lo intentamos. No importa cuantas veces me caiga o me ensucie de barro, tengo un objetivo claro y no me rendiré hasta conseguirlo. A mis 16 años he aprendido a desprenderme, a reinventarme, a no confiar demasiado, pero tampoco a refugiarme en un caparazón de soledad y tristeza. Sé que el camino será duro, pero creo en mí y no voy a parar hasta poder lograrlo.
-En qué piensas- escucho un susurro a mi costado.
-En nada- suspiró sintiendo el aire fresco del mar.
Siento una pequeña risa a mi izquierda, lo miro de reojo y veo como tiene una sonrisa en su cara, se ve tan lindo cuando sonríe y sus ojos brillan mientras ve el choque de las olas y el ruido de las gaviotas.
-Que me miras tengo algo a la cara-se voltea quedando cara a cara.
Miro hacia otro lado, sintiendo el ardor de mis mejillas, no se por que el causa estos sentimientos en mi. Desde pequeña él fue mi primer amor, un amor inocente y no correspondido, pensaba que eso quedó en el pasado, pero ahora me siento tan confundida. El siempre me vio como una amiga, como una hermana para él y jamás pensaría lo contrario. Y ahora con su llegada no sé lo que pasará, ni lo que esto ocasiona pero lo que estoy segura es que no será nada bueno.
-¿Por qué me trajiste aquí?- le preguntó, después de lo que pasó, el trayecto fue muy silencioso no sabía muy bien hacia dónde nos dirigimos, hasta que llegamos aquí.
Se voltea a mirarme y me da una sonrisa de boca cerrada.
-No lo recuerdas- me dice y en realidad no se de que me habla, jamas he venido a este lugar y si fuera así lo recordaría.
-De qué hablas- le digo- es la primera vez que vengo aquí.
Se ríe irónicamente- En serio ya lo olvidaste- dice con una sonrisa fingida- sabes que ya no importa.
-No claro que no- digo- quiero que me digas que pasa y que es lo que tengo que recordar.
-Sophia ya no importa, no es necesario que te hagas la desentendida- dice tajante, mientras se levanta y se sacude la arena- es hora de volver ya se está haciendo tarde.
Me levanto y se que tiene razón ya se está haciendo tarde, pero necesito que me diga que es lo que tengo que recordar.
-Esta bien vamos al auto, pero ahí necesito que me digas por que dices que yo ya he estado aquí- siento un pequeño rincón en la cabeza pero le resto importancia, me dirijo al auto con él.
El trayecto se vuelve silencioso, pero preciso saber que pasa, de nuevo ese dolor en la cabeza.
-Me vas a decir- digo rompiendo el silencio, él sigue mirando la carretera ignorándome.
-No me ignores- de nuevo el dolor en la cabeza con más intensidad, me agarro la cabeza con las dos manos, el dolor vuelve y se vuelve más fuerte.
-Sophia- escucho que dicen de lejos- ¿Estas bien?.
-Sophia- es lo último que escuchó antes de caer en un sueño.
POV NICHOLAS
Volver a estar en la playa, sentir la sensación del viento, poder recordar momentos que pase aquí con ella.
-En qué piensas- le pregunto, me encanta mirarla cuando no se percata y ver como el viento alborota su cabello.
-En nada- suspira, me río es la respuesta la cual me la imaginaba, siempre cuando venimos al mar se ponía a pensar y cuando le preguntaba me decía que nada. Es por eso que me gusta mirarla cuando no se percata; por que por un momento, mientras ella piensa en nada, yo solo pienso ella.
-Que me miras tengo algo en la cara- me vuelvo a verla; ocasionando un pequeño sonrojo, me fascina saber que yo soy el único que causa eso en ella.
-¿Por qué me trajiste aquí?- pregunta, y eso me hace sacar una sonrisa inconscientemente, en serio no se acuerda.
-No lo recuerdas- le digo y ella me mira desconcertante.
-De qué hablas- me dice- es la primera vez que vengo aquí.
Me río irónicamente, no se si se ha olvidado o es que se quiere hacer la que no sabe- En serio ya lo olvidaste- dijo con una sonrisa forzada- sabes que ya no importa.
-No claro que no- habla con el ceño fruncido- quiero que me digas que pasa y que es lo que tengo que recordar.
-Sophia ya no importa, no es necesario que te hagas la desentendida- digo tajante, mientras me levanto y me sacudo la arena- es hora de volver ya se está haciendo tarde.
Se para y empieza a dudar un poco hasta que accede.
-Está bien vamos al auto, pero ahí necesito que me digas por que dices que yo ya he estado aquí- veo que hace una pequeña mueca de dolor iba a preguntar que tiene pero ya se había subido al auto.
El trayecto se vuelve silencioso, hasta que vuelve a insistir no se hasta donde quiere llegar, pero ella sabe perfectamente los momento que pasamos en esa playa cuando éramos pequeños.
-Me va a decir- dice rompiendo el silencio, decido ignorarla ya que es algo absurdo olvidarse de algo que pasó casi apenas 5 años.
-No me ignores- habla soltando un gemido de dolor, volteo a verla y me preocupo al momento en donde coge la cabeza con sus manos, así que estaciono el auto a un costado.
-Sophia- habló preocupado- ¿Estas bien?
-Sophia- le repito, pero veo como cierra sus ojos cayendo en su sueño-fresita no te duermas.
Veo como cae en mis brazos, no sé lo que está pasando, creo que se ha desmayado
Tranquilizate
Nickolas piensa, eres muy inteligente pero para esto no sirves.
Bingo voy a llamar a Alex.
La acuesto en el asiento de atrás para que esté más cómoda y busco en mi celular, mientras pongo el auto en marcha. Escucho el primer tono y el segundo; nada. Intento llamar de nuevo hasta que por fin contesta.
-¿Alo?¿Nickolas?-escucho que dice con un bostezo.
-Alex-suspiró- ¿estás en tu casa?.
-Eh si, ¿Que paso?- habla más claro.
-Sophia, se ha desmayado- comienzo a decir- no se muy bien qué fue lo que ocurrió, pero creo que sentía un dolor en la cabeza.