Capítulo 4

Para casi las ocho de la noche atrerrizo y ya me estaban esperando los hombres del señor Los Pinos. Estos me conducen a la camioneta junto a mi guarda espaldas Malcom y Raul.

Después de media hora ya estaba llegando a la mansión del empresario. Me bajo de la camioneta y los que me fueron a recoger me llenan hasta la entrada, en ella estaba una señora de unos 60 años, esperándome. En dónde me dió la bienvenida y me condujo a la sala de la gran mansión. En donde observo con admiración la estructura a medida que ne adentro a la enorme casa.

_Buenas noches, pase adelante. Los señores lo esperan, yo le guio.

_Gracias! - agradezco a la señora

Si la casa es hemosa por fuera, por dentro lo es más... tiene una arquitectura antigua y a la vez moderna. A lo lejos veo al señor al Óscar Los Pinos, junto a una señora que creo que es su esposa junto a dos hermosas jóvenes, viene a mi encuentro.

_Bienvenido señor Ortega ¿Cómo estás? ¿Qué tal el viaje?

Me saluda con un apretón de mano a lo que yo correspondo y respondo a su pregunta.

_ Un poco cansado, pero bien, ya que trabaje duro en la mañana para poder viajar a tiempo. Gracias por recibirme en su casam

_No es nada, siempre será bienvenido a nuestro hogar. 

Dice sonriendo. Veo como una peli rubia de cuerpo exuberante y alejos se le ve que está hecha de silicona, me mira con coqueteo yo me quedo mirándola "ya tengo mi enbullo de estos dos días" pienso. 

El señor Óscar me saca de mis bajo pensamientos y me presenta a su señora esposa y a sus hijas. La señora Rosaura, una mujer de unos 50 años. De tez Blanca, ojos verdes, castaña. 

Luego me presenta a su hija más grande Aurora. Qué es nada más y nada menos la que me estaba comiendo con los ojos. De pelo rubio corto de ojos verdes igual que su madre a diferencia de la más pequeña. Esta se llama Rosy con los ojos azules como su padre, a la que llaman Rosi es la más pequeña, de pelo castaño claro.

_Bienvenido señor Ortega, sientase como en casa, me imagino que debe tener hambre.

Agradezco y asiento 

_ Pasemos al comedor ya la cena está preparada.

Habló la señora Rosaura a lo que yo la seguí rumbo al pasillo que conduce al gran comedor. Por ella entró a la señora que me dió la bienvenida y que ahora sé que se llama Lita, junto a una joven de unos 23 años. 

Luego entra una joven como de unos 25 años, de pelo miel lacio y largo agarado en una trenza, ojos igual que su pelo pero mas oscro y grandes, labios carnosos y rosados. De tez bronceada, delgada pero a leguas se le nota que tiene buena culbas, es alta y me atrevo apostar  que no es Europea, si no Latina por su color y su perfil.

"Es una belleza, es delgada pero con unas nalgas que caben en mis manos y con unas tetas a mi medida. Se ve que es una joven alegre, extrovertido y hasta inocente. Pero, buah, así se pintan todas y son unas zorras... sus ojos irradian una chispa de tristeza y sin dudarlo esta tipa será mía, una más a mi lista. Lo puedo jurar como que me llamo Maxden Ortega, está buenísima...

"¿Pero qué diablos estoy pensando?" 

Mi caramelo... diablos hasta apodo le puse.

_Katherine, empieza a servir.

La señora Rosaura le ordenó, y se que mi caramelo se llama Katherine. Esta se puso nerviosa y cuando me iba a servir a mí, echó el cardo en mi camisa, pero no fue su culpa si no culpa de Aurora. Vi como le metió un pie a lo que ella aterrizó casi encima mío. 

La señora la insulta diciéndole que es una inútil, que si para eso le pagan, que está despedida.

_No te quiero aquí,  puedes recoger tus trapos y te largas. 

A lo que Aurora ríe en silencio. Y todos por igual., al parecer le tienen miedo. Óscar me mira con algo de vergüenza y Rosi bajó la cabeza. 

_Señora, por mi no hay problemas. Puede dejar a la joven, fue un accidente.

_¡Mamá, por favor!

Dise Rosi con voz y ojos suplicante intercediendo por Khaterine

_No te metas Rosi, te lo he dicho una y mil veces, no te quiero ver hablar con la servidumbre.

_Señor, disculpas.

Dijo Caramelo y empieza a limpiar mi camisa.

_No fue nada

Le digo al momento que siento mi cuerpo hervir extrañamente a su tacto.

_Todo está bien.

Digo, dándole ánimo a la pobre chica. Pero no se que me pasa, yo no soy así. Aurora le arrebata la servilleta y empieza a limpiarme.

_Largate buena para nada, lo hiciste a propósito para tratar de engatusar a Max.

Yo niego, aunque no conozco a esta chiquilla noto algo especial y diferente en ella. Pero no creere en mis tontos pensamiento, es solo estrategias que usan la que no tienen nada para vivir facil...