¿volverá a sonreirme el amor?

Capítulo 2. ¡Mi maaaadre!

            MAURO

             Epa mi pana, vamos a jugar basket en la escuela, ¿quieres venir? aprovechemos que no trabajaste hoy, me invitaba Joel, uno de mis vecinos.

             Dale pues, ¿quienes van? 

             Miguel, Ricardo,Tulio, Tu hermano, tú y yo

             De mis 3 hermanos, Andrés era el único con el que podía salir a jugar, nos llevavamos 11 meses, sí aunque no lo crean, durante un mes él y yo, tenemos la misma edad, ¡que presición la de mí papá, jajaja! y pensar que él  y mamá tienen tantos problemas.

             Mi viejo es un hombre del campo, apenas completó el sexto grado en primaria, trabajó varios años en una empresa textilera y al retirarse compró unos carritos y envases para vender ambulante, jugo de limón, eso sí, el jugo es tan delicioso, que tenemos muchos clientes fijos, de echo cuando lo preparo yo, y llega algún pedante diciendo que el que trabja con agua no pierde y comentarios más despectivos, me doy el lujo de retarlo.

           Le ofrezco el vaso gratis si no le gusta, y siempre, pero siempre terminan comprando más de tres vasos, realemente me queda estupenda esa limonada, y bueno, lo mejor es que siempre tengo dinero con que ayudar  en casa y con que salir con mis amigos...lo únco que lamento de todo es la cantidad enorme de trabajo que tengo que hacer y no tener tiempo de estudiar, ni de vivir la vida como los demás muchachos de mi edad.

           Y mi mamá, bueno, esa es otro cuento más triste todavía, la pobre no estudió aunque sabe leer y escribir, no pasó del cuarto grado, y tuvo que salir de la casa de su madre porque su marido de turno quizo abusar de ella, y mi abuela prefirió creerle al marido, la mandó donde una familia a trabajar y bueno, conoció a mi papá que era todo un don Juan, y cayó redondita, se casó con él a los 16 años, y como podrán  imaginarse sigue de cachifa, no solo en casa, donde obviamente mi hermano y yo somos quienes más la ayudamos, sino que también trabaja donde Ana, en la casa de enfrente.

           Meditaba brevemente en esto mientras me calzaba, salí listo a darme de los codazos con mis amigos y mi hermano, quien seguramente se anotaría en el equipo contrario al mío, no se por qué, pero siempre juega en mi contra.

          Como les dije antes, nos dimos unos cuantos codazos, lo cual no importa tanto, pues compartir el juego es lo mejor, luego, como siempre hago, les brindé unos refrescos a los chicos en la panadería del viejo Luis, un portugués que lleva muchos años en el país y que siempre me guarda pan duro para comerlo mojado en agua de café negro cuando en casa no queda ya qué comer, gracias a Dios por el señor Luis, me a matado el hambre un montón de veces.

          Oye Mauro, mira este domingo cumple años la mamá de la flaca que vive en la Andalucía, ¿qué te parece si en lugar de jugar dominó con los viejos nos vamos para allá?, anda, vamos, tú nunca sales con nosotros más allá de un juego de basket o al estadium de beisbol cuando llega la temporada, vamos.

           Ok, sí, me perece bien, creo que el domingo vendrán más jugadores al dominó y podré escabullirme

           Al llegar a casa, la vecina de enfrente, con la que trabaja mi mamá, ayudándole con la limpieza, también me invitó a esa fiesta, prácticamente todos en la cuadra asistirían, excepto mi papá y los convocados al partido de dominó en cuestión, en vista de toda esa animación, me contagiaron.

           Hola, Mauro, Andrés, Tulio, bueno, todos en general, jejeje, pasen adelante son bienvenidos, sigan hasta el fondo, allá está mi mamá y mis hermanos, arreglando todo ubíquense donde quieran.

           Hola flaca, la saludamos y procedimos a pasar, al fnal estaban dispuestas unas sillas alrededor del patio y a un costado, una mesa bien vestida y decorada, donde se encontraba la torta y los vasos con los que nos podríamos servir las bebidas, entre otras cosas. Me senté al lado de mi mamá y mi vecina, quien amaba mis chalequeos y bromas, porque con todos me meto siempre.

         Me extrañaba un poco la conducta de Mery, la flaca, iva y venía como con apuro, y parecía haber con ella otra chica que no lograba distinguir desde donde me encontraba. Habían pasado ya varias horas de todo ese movmiento cuando al fin salieron hacia la cocina, minutos más tarde mi vecina me dió unos codazos diciéndome

         Mira, Mauro, mira.

         ¿Qué, qué pasó Ana, qué miro?

         Le viste las piernas a esa flaca que va con .Mery

        A ver, a ver, oye la verdaad es que tiene muy buenas piernas, y además es muy linda, ¿quién es, la conoces?

        No, ni idea, preguntale a Mery, desde que llegamos veo que andan con una secreteadera, y van de una habitacón a la sala y luego a la calle y de regreso, ¿quién será, y qué estará pasando?

        Vamos Ana, deja el chisme, que eso no es asunto nuestro, ¡como te encanta  chismosa!, pero como podrán intuir, me quedé con la intriga.

             SARA

       Hola, Juan, ¿cómo estás?... oye ¿tienes algún compromiso el próximo sábado? es que se presentan en el Círculo Militar, La Billos y Los Melódicos, ¡imaginate, las dos mejores orquestas de todo el país, eso va a estar mundial! y... bueno ¿quería saber si podrías acompañarme? las amigas que me han invitado van todas emparejadas y yo no sabía a quien decirle, así que se me ocurrió que tal vez tú podrías.

      Hola preciosa, estoy bien, ¿y tú? , bueno linda a mí me gustaría, la verdad es que La Billos y Los Melódicos juntos son una bomba, pero lamentablemente este fin de semana próximo  tengo guardia y no voy a poder, quizá en  otra oportunidad.

       ¡Oh, que lástima que no puedas! ni modo, fue bueno saludarte, nos vemos luego, estoy donde una amiga y el teléfono es prestado, no puedo instalarme a hablar.

        Está bien, bella, hablamos luego, gracias por pensar en mí, lamento no poder acompañarte.




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