Capítulo: 017

Habían pasado tres semanas desde la primera vez que jungkook se sentó a digamos "convivir" en la cena, ya que realmente la mayor parte del tiempo estuvo callado por la incomodidad que le daba la presencia de jimin, y no se acoplaba a la comverción de ninguno de los chicos ahí precentes, sólo cuando ellos directamente le preguntaban algo es que él hablaba, nada fuera de lo necesario por supuesto, ese día sólo se concentró en su comida, intentando terminar lo más rápido posible para poder retirarse. 
 

por qué vamos, para el de cabellos azabache jamas paso por su mente que una vez más estaria sentado en la misma mesa que la persona que rompió su corazón, (al menos no después de que se resignara). 
 

Yoongi prácticamente le había amenazado con algo tan ridículo que el ni siquiera quería recordar, jungkook pensó que sólo tenía que soportar aquella noche y todo estaría bien, (gran error). 
 

lastimosamente para él aquello no había parado ahí, ese sólo había sido el comienzo de su tormento, su amigo, (si es que ahora le podía seguir llamando asi), no había faltado ni un día en esa casa después de eso, jungkook no sabia si era por taehyung o sólo venía para prácticamente obligarle a cenar con todos incluido él en un intento más de fastidiar su vida. Mucho más de lo que ya estaba. Por que sí, ahora jungkook se sentaba en la misma mesa que todos a cenar, y aunque era un poco más llevadero con cada día que transcurría no dejaba de seguir siendo incómodo ver el rostro sonriente de jimin que no disimulaba en lo más mínimo su buen humor, y tampoco dejaba de mirarlo nada sutilmente cuándo comía, prácticamente le brillan los ojos, haciendo a jungkook sentirse hostigado. 

También había transcurrido el mismos tiempo desde lo ocurrido con jimin en su habitación, y desde ese entonces el de cabellos rubios no se había cansado de siempre hacer lo mismo y eso es lo que lo tenía más  estresado a cada instante, todos sus músculos estaban tan rígidos que le pensaban como plomo sólido. 
 

Allanar su habitación en las mañanas se estaba convirtiendo en su nuevo pasatiempo favorito cuando él yacía dormido, las primeras dos veces jungkook se sintió muy enojado por eso, por que park jimin una vez más estába violando su espacio personal importandole muy poco sus advertencias, ahora definitivamente jungkook si se sentía inquieto por muchas cosas, jimin lo estaba agobiando con la actitud que había tomado recientemente, pues si jungkook antes pensaba que era muy insistente ahora jimin parecía un acosador. 
 

a la cuarta vez intentó buscarle y exigirle que dejará de hacer aquello, decirle que le hacía sentír incómodo en su propia habitación, sí, jungkook aun no estaba totalmente acostumbrado a tener nuevamente a jimin a su alrededor, le daba "cosa" pero para su mala fortuna no había tenido la oportunidad de coincidir con él ya que éste trabajaba largas horas y ni siquiera en esas horas jungkook podia estar tranquilo y en paz, mucho menos sacarselo del pensamiento. 
 

"Dicen que cuando estas enojado con alguien éste ocupa el 80% de tus pensamientos" 
 

Había dicho yoongi hace un par de días, ahora jungkook se daba cuenta de que era verdad, y lo odiaba. 
 

Inclusive un par de veces le había intentado poner el pestillo a la puerta pensando en que tal vez eso lo detendría, (error otra vez). De alguna manera jimin logró hacer alguna táctica de evasión y una vez más volvió a adentrarse a ella, era frustrante y agobiante, a jungkook le daba escalofríos recordar eso, ¡¿como demonios logró aquello?!, incluso una vez se atrevió a preguntarle a jin si él le había dado una copia de las llaves, a lo cual éste negó saber algo al respecto, no supo que más hacer y mudarse no era una opción, al menos no hasta que se cumpliera el plazo del contrato, asi que cansado y fastidiado de tratar que éste le dejara en paz, decidió dejarlo, dejaría a jimin hacer lo que malditamente le diera su gana, y él intentaría no tomarle importancia he una vez más ignoraria su presencia como lo había estado haciendo el mes pasado, de hecho eso es lo que había estado tratando de hacer estas últimas semanas pero el de cabellos rubios le estaba poniendo mucho más difíciles las cosas que antes y a jungkook eso le tenía arto. 
 

En verdad lo odiaba, odiaba ese estúpido y pefecto rostro que le estaba volviendo loco lentamente, no sabia de que era capaz si esto le terminaba por colmar la paciencia. 
 

Y justo ahora jungkook estába sentado en el borde de su propia cama, se acababa de despertar y una vez más suspiró irritado al ver su desayuno esperando por él sobre el velador de madera, casi automáticamente llevó su mano derecha hacía el y tomo la notita de papel esta vez de color anaranjado que nunca faltaba en su dichoso despertar, (nótese el sarcasmo). 
 

Aún no le había dado la oportunidad de darle una explicación, y no es que hubiera cambiado de opinión, era sólo que no se sentía preparado para abrir aquella brecha que por años estuvo cerrada bajó escombros de su corazón, estaba intentando trabajar en ello. Jungkook odiaba todo, odiaba sentirse frustrado, irritado, cansado he agobiado por su culpa, y también se sentía mínimamente intimidado, lo odiaba por que sentía que de alguna manera le estaba permitiendo a jimin manejar gran parte de sus emociones, y eso le hacía sentirse vulnerable. 
 

Jungkook inhalo lo más profundo que pudo para despues exhalar bruscamente, se sentía atosigado. 
 

Sus ojos un poquito inchados por apenas despertar prosiguieron a localizar y analizar las letras escritas a mano de aquel pequeño papel anaranjado. 
 

"No todo lo que se siente, se dice, y no todo lo que dice, se siente, Perdón  jungkookie, por todo. Te amo."
 

"Te amo", esa frace nunca faltan en esos papelitos de colores, siempre con algo distinto indirectas distintas pero con el mismo final, un te amo que jungkook no sabia si era verdad o si erán simplemente palabras.