Capítulo: 032

Era suficiente. ..

Jungkook no quería seguir con lo que sea que estuvieran haciendo él y jimin, y es por eso que finalmente se había decidido, era tiempo de escucharlo.
 

Tenía miedo, y no sabía que pasaría después de eso, pero quería hacerlo, intentarlo al menos. 
 

Una conversación de su pasado, eso era todo, tal vez después de eso por fín podría vivir en paz. 
 

Liberarse de sus demonios, y finalmente, avanzar... 

Jungkook estaba sudando frío cuándo al fín llegó a la puerta de la habitación de jimin, se sentía sumamente nervioso, pero aún asi está vez no retrocederia.

Asi que con eso en mente toco un par de veces la puerta de madera y espero un par de segundos. pero no resivio ningún tipo de respuesta. 

Ansioso, lo intento una vez más, lastimosamente el de cabellos azabache no se distinguía por su paciencia, y mucho menos en situaciones como esta, asi que al obtener el mismo resultado su mente inevitablemente pensó en irse, retractarse, pero algo dentro de él no tomo eso como opción, después de todo ya había tomado su decisión, y en vez de eso, o de volver a tocar, tomo el pomo de la puerta dispuesto a abrirla, para su suerte Cuando giró la perrilla esta no tenía ningún tipo de seguro, dándole prácticamente un pase libre. 
 

Jungkook inspiro profundamente, sentía que no debería estar haciendo eso, irrumpir en la habitación de alguien más sin su consentimiento era de muy mala educación, pero luego su mente le recordó que jimin jamás había respetado su intimidad, ni mucho menos su espacio personal y se adentraba sin permiso a la suya Cuando se le daba la gana, ¿asi que por que él tenía que pensarlo dos veces antes de hacerlo?. 
 

Decidido empujo la puerta un poco familiar y se adentro a ella casi inmediatamente. 

Al estar en el interior lo primero que le recibió fue el olor a lavanda, con una sutil, y casi imperceptible mezcla de vainilla, eso le pareció extraño, ya que cuando jimin estaba cerca el olor que más predominaba era la vainilla junto con las mezclas de lo que parecían ser flores, así que lógicamente jungkook pensó que sería lo mismo en su habitación.  

Antes no se había percatado de eso, pero tal vez era por que era la primera vez que pisaba ese lugar totalmente en sus cinco sentidos, (y no estaba ocupado intentando huir). 
 

Aúnque tampoco podía negar que a veces percibía ese sutil aroma a lavanda en él, y la primera vez que lo hizo le pareció una mezcla un poco extraña, pero no le tomo mucha importancia. 
 

Dejando eso un poco de lado, el de cabellos azabache avanzó unos cuantos pasos, entrando completamente a la habitación he ignorando los detalles a su alrededor, a jungkook sólo le interesaba una cosa, asi que cuando avanzó al centro de esa alcoba, y cuando sus ojos café chocolate captaron la silueta del único chico que había existido para él en su vida, trago grueso, y su nerviosismo incremento, justo ahí, estaba lo que él vino buscando, la única persona que fue capaz de hacerle sentir algo que inclusive ahora, no sabía como describir. 
 

¿qué se supone que diría?.
 

Jungkook no había meditado tanto la situación como para tener planeado lo primero que saldría de su boca. 
 

Afortunadamente para él. 
 

Jimin yacía recostado sobre la enorme cama king size con revestimientos en color azul rey, haciendo que su piel se viera el doble de hermosa, y en dónde al parecer. .. estaba durmiendo, había un libró a su lado, y tenía un par de  audífonos en color blanco puestos, dónde en el silencio de esas cuatro paredes se lograba escuchar un ligero ruido proveniente de ellos, ya que al parecer el peli-rubio tenía el volumen demasiado alto. 

La conjetura de jungkook fue que jimin se había quedado dormido mientras leía, eso explicaba la iluminación tan tenue en la habitación, consiente de eso jungkook dejo escapar el aire de sus pulmones, (aire que no sabia que estaba reteniendo), acercándose un poco más al peli-rubio se preguntó a que hora habría llegado a casa, si ya había comido, o si había estado bien en los días que no había logrado verle.

Se pregunto si había estado igual que él, o, si al menos una vez, había pasado por su mente. 
 

En ningún momento los ojos de jungkook se permitieron abandonar la imágen de jimin miestras iva a su lado, asi que cuando finalmente se detuvo cerca de la cama y pudo ver más claramente el rostro del peli-rubio, su único pensamiento fue el cuan hermoso era esté. 
 

Su orgullo sintió un pinchazo al darse cuenta de sus pensamientos y su corazón acelerado, pero sinceramente ya no le importaba. 
 

A los ojos del de cabellos azabache jimin se veía demasiado tierno dormido, sus mejillas yacían abultadas y sus manos estaban a la altura de su rostro, casi quedando en posición fetal. 
 

El corazón de jungkook latía con demasiada fuerza en ese momento, tanto que se preguntó si eso siquiera era posible, ¿cómo demonios se podía sentir tan inestable sólo con la presencia de una persona?, no lo sabía, pero parecía ser todo lo correcto en ese momento. 
 

Cuando el primer impulso de jungkook apareció, una de sus rodillas se apoyo en la cama con sumo cuidado de no despertar al hermoso peli-rubio:
 

Quería remover un mechón de pelo que estaba cubriendo una pequeña parte de sus ojos, quería ver de nuevo aquel precioso lunar que jimin tenía en su pequeña frente, y sobre todo, quería ver su rostro sin impedimentos, un rostro que para su pesar; había extrañado muchas veces en la oscuridad de sus noches impregnadas de soledad.  
 

Jungkook se inclinó lentamente hacía él y su mano temblorosa se alzó en busca del tacto con la piel de su chico bonito. 

A centímetros de alcanzar su cometido el sonido de una puerta abriéndose fue captado por los oídos de jungkook quien instintivamente llevó su mirada hacía aquel lugar, apartandola de jimin.