Volví para ver si estabas pero nunca nos cruzamos otra vez

Ellos (Terror)

Escribo esto porque no puedo hablar. Naturalmente, mis labios están cocidos, y si no lo estuvieran, de cualquier manera, no puedo hablar. Los he visto a ellos, sí, ellos, a ellos. Con sus amigos, familiares e hijos, siendo felices. Se toman de las manos y se dicen "Te amo" pero luego inventan chismes y olvidan cuánto se quieren siendo, más falsos que mi sonrisa. No me gustaría hablar si tengo que ser como ellos.

Me gusta mi cuerpo de trapo, al menos no me quejo de mi piel como ellos, se blanquean o se broncean queriendo cambiar, y cada vez quieren más y más. Nunca están satisfechos pero siempre están insatisfechos con ellos mismos, es como una ley. No los entiendo.

Amo mis ojos redondos y negros dibujados con tinta, y la manera en que mi niña me abrazaba... pero creció, y se olvidó de mí. Junté polvo mucho tiempo en un estante roto. La extrañaba pero no podía decirlo porque soy muda. Debería no sentir, pero me dolió cuando dejó que su hijo me arranque pelo por pelo. Mis hermosas tiras de lana naranja...

Ella abandonó a sus padres con unas pocas pertenencias, incluida a mí entre bolsas. Al tiempo se casó con el que sus padres desaprobaron, para después engañarlo, y yo lo veía todo desde mi estante. Su esposo la golpeaba cuando llegaba oliendo a otro y después la perdonaba entre copas, y ella a él. El pequeño diablo al que llama hijo vive haciendo maldades, escuché que ayer cortó con una tijera a una niña del jardín de infantes después de tirar por las escaleras a otra.

Estoy sucia, mi vestido lo perdí hace años cuando el hijo de ambos nació y no tenían ropa para ponerle. Me lo sacaron para ponérselo por un día, y lo rompió, desde ahí paso mis horas desnuda. Mi pequeño cuerpo que se veía frágil, no lo es. Porque me moví, sí, me pude mover después de tanto y no necesité pensarlo, quería abandonarlos así que tomé el cuchillo de carnicero que estaba en la cocina. Sientan lastima por ellos pero no pena, están en el suelo y a la vez en un lugar mejor. Sientan lastima por mi cuerpo de tela, que se tiñó de rojo por su culpa, no sabía que ellos estaban rellenos de agua roja viscosa, creí que eran de algodón como yo, y ahora son ellos los que ya no se mueven.




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