Me pregunto a dónde se va todos los días. Vuelve cansada y no tiene tiempo ni ganas de jugar conmigo. La veo decaída desde que mi hermanito ya no está, me preguntó a dónde fue. Ella llora todos los días, pero se ríe cuando le lamo la cara, por eso intento hacerlo seguido. La noche es mi parte favorita, porque me duermo mientras ella me abraza, aunque ella a veces no puede dormir. Si tengo pesadillas me levanta con una caricia, pero suelo soñar lindo, con ella y mi hermano, lo extraño mucho. Días enteros los espero en la puerta, cuando mamá llega me emociono, y tengo esperanzas que mi hermano también vuelva, ya no tengo con quien jugar, pero pienso que no lo va a hacer, la última vez que lo vi estaba muy enfermo, y mamá lloró abrazada a él mientras yo intentaba animarla. Estoy gordita, feliz, y sana, por eso cada que puedo, la miro, y aunque no me entienda, le digo que la amo, ella me lo dice a mí, y volvemos a sonreír.
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Editado: 13.03.2025