Volví para ver si estabas pero nunca nos cruzamos otra vez

Collage (Drama)

Este día gris de otoño me levanté como cualquier otro pero fue diferente porque hacía bastante que no tomaba las pastillas para las alucinaciones. El cielo nublado me encanta. Me duele la cabeza pero igual hago mis deberes como ir a trabajar. Me puse desodorante, mis zapatillas monocromáticas y salí para la oficina, compré una lata de cola por el camino. Al llegar me sentía superpoderosa. Tuve un encuentro cercano con sombras como si fueran personas con máscaras de gas mientras caminaba y un caballero me preguntó si estaba bien. Se descuajeringó mi cerebro por un momento. Le respondí que sí.

Pero llegué bien a la oficina. En el trabajo mis compañeros son todos unos malaventurados. Les encanta el chisme, son capaces de ver con binoculares para enterarse de cosas nuevas. Pero bueno, soy un poco conductista en ese sentido al analizarlos de esa manera. No tuve más percances ese día, tal vez vi las sombras por el cansancio, tal vez debería volver a tomar mi medicación.

Me fui a la terraza de casa cuando llegué de trabajar, a la intemperie. Tengo una planta de rosas rojas muy hermosa. Soy el estereotipo de mujer solterona de 30 años. Abrí una mamushka que tenía y en el final estaban mis pastillas. Las tomé sin pensarlo porque de nuevo escuché voces y me sentí en medio de un estigma. Tenemos una relación recíproca con mi medicina que yo rompí pero intento reconstruirla. Mi alma ahora está más tranquila. Creo que solo tengo que esperar a que me haga efecto.




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