Dexter
—¡Dexter!
Salgo de mis pensamientos y regreso a mi padre que está en el teléfono.
—¿Decías?
—Mejor damos por terminada la reunión. Tu cabeza está en otra parte y odio hablar solo. Prefiero ir a caminar por la playa con tu madre.
—Lo siento. Estaba pensando en Cassie. No me la saco desde la cabeza desde que mamá dijo que vivirá en el piso arriba del mío.
—¿Todavía te sigue importando?
La respuesta a esa pregunta tiene muchos matices.
A Cassie la conozco desde que nació. Sus padres y mis padres son amigos. Ella es menor por cuatro años, aun así supimos entendernos bien cuando ella era una adolescente y yo estaba comenzando la Universidad. Siempre fue una persona muy madura que llamó mi atención por su inteligencia y su sentido del humor, ni hablar que es la persona más leal que conocí en mi vida.
Era tan fácil hablar con ella. Sabía como animarme y contenerme cuando lo necesitaba.
Todo cambió cuando me puse de novio, no supe nivelar mi relación de noviazgo con la de amistad y todo terminó. Mi novia, ahora exnovia, tenía celos de Cassie y eso me llevó a alejarme un poco y ella decidió cortar la amistad. No la culpo, no fui un buen amigo y sin darme cuenta perdí a mi amiga.
No sé en qué momento me di cuenta de que estaba enamorado de ella, igual no importó, no creía que sintiera lo mismo por mí y ella estaba con alguien.
No sé que sentiré al volverla a ver. Las veces que estuvo en Londres no la vi.
—No lo sé. Han pasado años desde que hablamos por última vez y la charla fue algo incómoda.
—Tendrías que haberla ido a buscar y decirle lo que sentías.
Suspiro.
—Ella estaba con alguien cuando Candy y yo terminamos. Ya había hecho su vida en Canadá.
—Al menos no cometiste el mismo error que yo casándote con alguien a quien no amabas. Puede que el regreso de Cassie sea una señal para que se vuelvan a reencontrar—de fondo se escucha la voz de mi madre—. Terminamos. Me voy a la playa y tú deberías ir a casa y buscar hablar con Cassie.
Ignoro la sugerencia de mi padre y me pongo de pie agarrando mi chaqueta, la cual no me coloco. Hace calor y es incómoda.
Me despido de mi padre, dejo besos para mi madre y camino hacia la cochera en busca de mi vehículo.
El regreso de Cassie removió muchos recuerdos del pasado. La amistad que compartimos y que yo dejé destruir por causa de Candy y sus celos hacia ella.
Formalicé mi relación con Candy después de comprender mis fuertes sentimientos hacia mi mejor amiga, sentimientos no correspondidos. Me di cuenta de que no podía seguir aferrado a ellos y me dejé llevar por Candy.
Casarme con ella habría sido un error, también lo fue no haber sido sincero con Cassie. Tal vez me habría rechazado, es lo más probable, pero habría exteriorizado mis sentimientos y no estaría en un dilema.
Sacudo la cabeza y dejo de pensar en lo que fue y lo que no fue en el pasado. No puedo regresar el tiempo atrás. Queda enfocarse en el presente y puedo solucionar las cosas, recuperar la amistad de Cassie. No hay nadie como ella y no creo que haya cambiado mucho a pesar de los años. Su esencia única es parte de ella.
Admito que quise ir a visitarla en Canadá hace dos años y fue cuando supe que estaba en una relación. Vi las fotos en sus redes con el canadiense que la acompañó a la boda de su hermano y decidí no interferir. Dejé de seguirla y enfoqué mi tiempo en relaciones sin sentido y en mi trabajo.
No podría ser su amigo viéndola con otro deseando ser yo.
Ahora no sé si sale con alguien o no, mi madre no supo decirme, o puede que no haya querido decir nada. Igual no importa, no es como si tuviera alguna oportunidad con ella.
Saco la alarma a mi vehículo al mismo tiempo que escucho el llanto de un bebé. ¿Un bebé?
Miro para todos lados buscando de donde viene y lo localizo detrás de mi vehículo. Un bebé dentro de una silla para coche llorando y moviendo sus manitos y piecitos.
Miro alrededor una vez buscando a alguna persona, no veo a nadie.
Me arrimo hasta el bebé, él deja de llorar y yo no sé qué hacer. Nunca he tratado con bebés.
A Luke, el sobrino de Cassie, comencé a animarme a acercarme a él cuando cumplió dos años, para ese momento ya caminaba y decía algunas palabras o buscaba la forma de hacerse entender, el bebé no.
Me agacho buscando su chupete, encontrando una nota.
Mi nombre es Zachary y tengo ocho meses. Mi madre falleció y mi padre no puede hacerse cargo, así que le ruego a la persona que me encuentre que me lleve y cuide de mí. No me lleven con las familias de mis padres, no son buenas personas.
Abajo está mi certificado de nacimiento.
Esto no puede ser real. No pudieron abandonar un bebé justo aquí, en el estacionamiento de la compañía de mi padre.
Editado: 15.10.2022