Volviendo a amar

Capítulo 6

Dexter

La doctora informa que el bebé está bien, no ha notado nada raro que pueda preocuparle, mas aconseja acomodar un poco su alimentación porque el mal olor de sus heces se debe a una alimentación poco saludable.

No se me ocurrió preguntar por las heces, mas fue buena idea que Tyler preguntara, pues comentó que las heces de su sobrino Luke no tenían tan mal olor y tampoco la de su hija cuando eran bebes.

Cassie le dijo que soy el padre y que esto es nuevo para mí por causa de que la madre del bebé murió, por lo que me da las indicaciones a mí y no hago más que asentir. Entiendo la mitad de lo que me está diciendo, pero temo hacer una pregunta tonta que me catalogue como mal padre.

Si voy a ser padre falso, quiero ser uno bueno, no mediocre.

Están Cassie, Emily y Tyler para recordarme las indicaciones de la doctora. Los últimos dos son padres y sabrán qué hacer.

—Y eso es todo. —exclama la doctora Sánchez.

—Gracias. —le digo estrechando la mano.

—Llámenme cualquier cosa que necesiten—mira la mesa donde está oculta Safira—. ¡Adiós, Safira!

—Safira se fue. —exclama la pequeña sin salir de debajo de la mesa.

La doctora suelta una carcajada y abandona el departamento tras despedirse.

—Safi, ya puedes salir, la doctora se fue. —le dice su madre.

La niña asoma su carita asegurándose de que no le mienten, o eso pienso, sale gateando y se levanta.

—Menos mal. No me gustan los doctores.

—¿Le pasó algo malo que le tiene miedo a los doctores? —pregunto.

—No, ha sido así desde siempre. —responde Tyler.

Emily levanta al bebé y lo mece.

—Recuerdo cuando Safira era así de pequeña—exclama.

—¿No lo quieren adoptar?

—¡No! —dicen Tyler y Emily al mismo tiempo, ambos comparten una mirada y se echan a reír.

—Queremos esperar un poco más para tener otro bebé—agrega Tyler—. Emily está muy ocupada con la empresa. Con Safira comenzando a la escuela, sus reuniones infantiles con amigos y sus clases de natación, ballet y francés nos dejan corto de tiempo.

—El tiempo libre lo usamos para descansar. No queremos lidiar con otro bebé ahora—añade Emily y pone el bebé en mis brazos—. Te ayudaremos en lo que podamos. 

—Esperemos a ver que dice el detective y si podemos dar con la familia.

—Mamá, papá, tengo hambre. —dice Safira.

—Ya vamos a casa.

—No pueden irse. ¿Qué haré solo con el bebé? No dormiré en toda la noche y mañana tengo una reunión muy importante.

Emily ríe.

—En ese bolso hay ropa de bebé. Era de Safira de pequeña. No todo es rosa—acaricia su brazo—. Estarás bien, Dex.

Abraza a Cassie. Tyler la abraza también y palmea mi espalda.

—Suerte.

—¿Tía, cuándo nos pintaremos las uñas?

—La próxima semana llega mi amiga Brandy. ¿La recuerdas? —ella asiente—. Haremos una noche de chicas para darle la bienvenida. Comeremos pizza, helado y nos haremos las uñas. ¿Te parece?

—Sí. ¿Puedo ir a la noche de chicas con la tía Cassie, mamá? —abraza las piernas a su madre.

—Claro. Ahora despídete y vamos a casa.

Safira abraza a su tía, quien la llena de besos que a ella le encanta, luego se acerca a mí, me da un abrazo que me llega al corazón y se arrima al bebé.

—Dale un beso al bebé. —dice su madre.

Ella lo hace.

—¿Cómo se llama? Tienen que decirle el nombre, no bebé.

Reímos.

—Zac—respondo mirando a Cassie—. Lo dije bien.

Ella pone los ojos en blanco.

—Te veré pronto, Zac.

La pareja abandona el departamento con su hija y el pánico vuelve a invadirme.

—Lo que daría porque mi madre estuviera aquí—confieso—. No vuelve hasta dentro de una semana.

—Ya, deja de llorar que con Zac tenemos suficiente. Te ayudaré a cuidarlo hasta saber que haremos—dice Cassie—. Mañana puedo llevarlo a ver a la asistente social para que vayas a tu reunión, apenas la terminas, te lo entrego.

—¿De verdad?

—Quita esa cara de feliz cumpleaños y no te hagas ilusiones. Lo haré por Zac y por el buen gesto que has tenido con él; sin embargo, es tu responsabilidad. Yo apenas puedo ocuparme de mí misma y tengo mucho que hacer para andar haciéndome cargo de un bebé ilegal que puede ser víctima de trata de bebés.

Sonrío.

—Estoy seguro de que no es víctima de trata de bebés.

—Veremos. Por el momento tengo abierta todas mis opciones.

Me acerco al bebé que está jugando con un sonajero.



#305 en Otros
#121 en Humor
#881 en Novela romántica
#338 en Chick lit

En el texto hay: comedia, bebe, romance

Editado: 15.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.