Voracidad

37. Rain Walkman.

Magia de Sangre.

Magia de Sangre...

¿Qué es exactamente? Porque no se me ocurre nada decente sobre ella.

Mierda, debo estar más atenta si no quiero que me descubra.

Se detuvo al sentir la advertencia de la mirada de Zem sobre ella al no esconder su presencia. Escudriñó el paisaje más adelante de ellos y en seguida entendió el porque había que tener cuidado.  El lugar despejado de cualquier naturaleza sobresalía en la lejanía, lo cual, les daba una ventaja que tenía que ser aprovechada al máximo para reducir los riesgos.

Nix pensó en el echo de atacar por dos partes, así se encargarían cada uno de dos a tres oponentes de seguido y ya solo quedarían los cuatro que estaban delante de la roca extraña.

Tendré que hacer esto a la antigua.

Ja. Mi maestro si que estaría orgullosa ahora mismo.

Suspiró cuando, de nuevo, no sintió a su lobo despierto. Era cierto lo que le había dicho a Zem, pero tampoco había sido del todo sincera, no era el momento para serlo. Con todo lo que estaba pasando no había tiempo para miramientos. Era solo un contratiempos que se arreglaría solo, puesto que su lobo estaba bien. En cuanto a lo otro... no, no podía siquiera pensar claramente en eso.

Le tocó el hombro a Zem y le señaló para separarse. Este se negó señalándole que no tenía armas y que ellos sí, y aunque ella insistió en que estuviera tranquilo se volvió a negar. Nix rodó los ojos y decidió esconder por completo su presencia para deslizarse entre los árboles mientras iba al punto desde donde quería atacar por sorpresa. Por un costado vió como él quería seguirla pero terminó haciendo lo mismo sin perderla de vista. Ella le llamó la atención señalando sus ojos y guiando sus dedos al enemigo.

Concéntrate, Zem.

Ella casi podía escuchar las palabras de la Vēja saimniece.

Piensa que eres el viento, el aire que respiras y mantiene vivo a este mundo.

Piensa que perteneces al lugar por dónde caminas.

Piensa y suelta, Nix, así te unirás al entorno volviendo realidad tus deseos.

En un instante su cuerpo recordó como se sentía los entrenamientos y se relajó, logrando sacar esa calma que ofrecía el control de cazar, y aunque no contaba con los sentidos agudizados de su lobo en ese estado eran lo suficientemente decente para cubrir su área a la perfección. Dejó escapar un pequeño suspiro y sonrió.

Mientras caminaba ocultándose para lograr el mejor ángulo de ataque se dió cuenta que este lugar posiblemente era lo que tenía extraño al bosque y tal vez incluso era donde salían las tales Nebulosas.

La roca se veía mucho mejor cada vez que se movía y aunque todavía no alcanzaba a verla en su totalidad ya le encontraba horrorosa. Los hombres y mujeres que la rodeaban estaban cubiertos de runas en todo la piel que estaba descubierta.

¿Era alguna clase de religión? ¿Sobre eso iba la Magia de Sangre? Eso explicaría la forma en que estaban vestidos. Bien, esos cuatro no podían moverse desde donde estaban, a eso se debía la rigidez que tenían el cuerpo y el porque media docena de guardias armados.

Siendo estos el verdadero problema se concentró en ellos al estar cada vez más cerca. Lo primero que notó es que tenían una pésima formación que le daba una clara ventaja y se aprovecharía perfectamente de ello. Espadas de mediano alcance, armaduras pesadas y con espacios donde fácilmente una de sus dagas larga podría llegar, por supuesto, eso en las manos indicadas. Se relamío los labios y volvió a sonreír con la vista puesta en los tres.

Un golpe sordo se escuchó claramente y los guardias se colocaron en posición de ataque, pero los segundos pasaron y lo único que oyeron de nuevo fue un golpe, como si algo cayera del cielo y se clavara con fuerza en el suelo muerto. Los Cambiaformas se inquietaron más y más, cada vez que un golpe se escuchaba.

La pelinegra sonrió como todo un cazador y sus colmillos crecieron un poco, estaba lista para atacar.

Se acercó lentamente dejando atrás la vida de la naturaleza y tan rápido que el primer Cambiaformas la notó solo unos segundos antes de que recibiera una patada que lo lanzó lejos de los demás. Ese estaría en mal estado por el tiempo suficiente, le había roto unas costillas.

Al darse cuenta que el enemigo estaba cerca se lanzaron sin pensar contra ella, como todos unos inexpertos que se dejaban llevar del miedo y la adrenalina de la batalla. Nix se echó hacia atrás y esquivó el primer golpe del que la alcanzó, vió por unos instante como los otros tres intentaban llegar a ella pero Zem salió dejando la distracción atrás. Bien, por ahora eran esos dos contra ella.

Dejó caer parte del cuerpo hacia atrás cuando el otro atacó, viendo pasar la espada dónde antes estaba su cabeza. Le lanzó una patada al de el frente pero no logró darle de lleno así que solo lo hizo trastrabillar, lo que le dió el espacio suficiente para esquivar la espada y darse la vuelta dejando a los dos a cada lado de ella.

Faltaba poco, considerando que la recuperación de esta clase de lobo era más lenta, no tenía mucho tiempo hasta que el otro lobo estuviera en condiciones de atacar. Se acercaron pausadamente, ahora si, estudiandola, dándose cuenta que no tenía armas y que era una Cambiaformas joven. Nix pensó que era extraño que no dijeran nada y solo la vieran, tal vez sabían quién era.



#8565 en Fantasía
#1813 en Magia
#12112 en Otros
#1467 en Aventura

En el texto hay: fantasia, romance, magia

Editado: 22.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.