Capítulo 9: Más problemas

Regreso a la base de MÍSTICA junto con el equipo que logramos evitar que robarán. Los muchachos me aplauden por el éxito de la misión, aunque yo me siento derrotado.

—Lo hiciste bien — dice Mitch.

—No me siento como un héroe— replicó.

Voy a mi cuarto asignado a la base, tengo que pasar por un tratamiento por el uso del traje, cada vez que me quito el exoesqueleto siento más débiles mis piernas. Los muchachos siempre me ayudan a inyectar alguna especie de medicamento o droga para aliviar el dolor.

Aun sigo pensando en mis amigos y cómo rescatarlos de TALOS, tengo la sensación de que ellos serán en algún momento los enemigos de algunos gobiernos o propios.

En mi cama empiezo a reflexionar con lo que he hecho en mi vida, meses atrás era un deportista popular y ahora soy un héroe que protege a la ciudad. Me pregunto qué habrá pasado con Héctor, mi familia y con … Lana.

Me levanto de mi cama y me coloco el traje para ir a la casa de Lana. Llegó en un promedio de cero coma cero segundos. La casa de ella siempre se caracterizó por el color blanco y los techos de colores azul en las afueras de la ciudad.

Me asomo a la ventana de la sala y la veo a ella sola viendo alguna película. Tocó su ventana para ver su reacción, ella se levanta para abrir y platicar conmigo.

—Hola— dice ella.

—Hola —digo feliz.

—Entra

Proceso a ingresar a su sala y sentarse. Ella muy amablemente me ofrece un vaso de agua.

—Han pasado meses —digo.

—Sí, desde tu accidente, no sé nada de ti — dice Lana.

—¿Has visto a mi familia?

—Héctor sigue estudiando y en el equipo como capitán, tus padres siguieron su vida y yo … estoy aquí contigo — dice Lana.

Sin duda la vida continua conmigo o sin mí.

—¿Cómo has estado?

—Preocupada por ti, no he sabido qué pasó contigo, solo sé que te fuiste y no regresaste. Ahora apareces en mi ventana y creo que perteneces a algún programa experimental — dice Lana.

—Han pasado un sin fin de cosas…

Toda la noche hablo de mi historia post accidente, Lana sigue impactada por todo lo que he pasado y a pesar de que tengo un traje que me permite moverme no deja de preocuparme el hecho que estoy creando una dependencia, algún día tendré que ver como me muevo sin mi traje.

—Has pasado por mucho — dice Lana.

—Sufrimiento, dolor, engaños, traición y solo es el inicio, pero lo más importante es que quiero verte —digo.

Lana me abraza como un alivio a mi dolor y también una satisfacción de que alguien aún piensa en mi. Me levanto y le digo que pronto la visitaré, al salir en la puerta corro lo más rápido para volver a la base.

6 horas después …

Me levanto para realizar mi nueva rutina: ejercicios de recuperación y movilidad para mis piernas con fisioterapeuta, ejercicio de pesas para las otras partes del cuerpo, leer un poco sobre el deporte de los mayas, también trabajar en formas de ataques con el traje.

Al parecer no hay nuevas misiones, pero debo de estar preparado para lo que viene.