Vortex

Capítulo 14: ¿Qué está pasándome?

Llegamos a la base y me colocan en observación porque tuve una reacción fisiológica inusual. Wyatt empezó a preocuparse junto con Mitch, pero hasta el momento desconozco qué fue lo que pasó.

La cama como cosa rara se siente tan cómoda, mis párpados me pesan y cierro los ojos un momento mientras la mente está en blanco.

Victor

—¿Qué? — digo balbuceando.

Tienes que buscar a Samu — dice una voz.

Creo que estoy alucinando con el sueño.

Estas muriendo lentamente, tienes que buscar el camino del guerrero y también el súper vórtice

Me despierto de forma repentina y veo que son las cuatro de la mañana en el reloj, sin duda he estado bajo mucho estrés y presión, no sé que rayos me ocurre y que es esa voz que me dice que busque a alguien llamado Samu y el súper vórtice, en cuanto sea más temprano me pondré a investigar.

Al tratar de levantar mis piernas tengo una sensación de debilidad, así que me quito la sábana la cual me cubre y veo mis piernas de un color verde, como si fuera una especie de marciano o lagarto.

Aprieto el botón de ayuda de la enfermera para que me explique qué carajos pasa.

—Sí — dice la enfermera

—Llame a Wyatt y/o Mitch , es urgente — digo preocupado.

—Pasa algo — dice Mitch.

—Mis piernas — digo.

—Esperaba que estuvieras consciente mañana o por lo menos buscar una forma de decirte esto — dice Mitch.

—Explica y resume — digo exigente.

—Tu cuerpo está creando anticuerpos que te atacan debido al tratamiento que recibiste en TALOS, a pesar de todo nuestros esfuerzos no hemos podido encontrar alguna sustancia que pueda adaptarse a tu cuerpo y también al traje — dice Mitch.

—Sigo sin entender nada — digo.

—El traje consume muchos nutrientes de tu cuerpo y este te aniquila cada vez que corres, el tratamiento que te damos no es lo suficientemente capaz de contrarrestar los efectos del traje sobre ti, mientras mas lo use, estas buscando tu muerte — dice Mich.

—Alguna solución— digo.

—No tenemos los científicos suficientemente capacitados para encontrar una alternativa — dice Mitch.

—Súper vórtice — digo.

—¿Qué sabes de eso? — dice Mitch.

—Una voz — digo.

Mitch se queda asombrada de eso, así que pide a una de las enfermeras que me lleve en silla de ruedas a los registros que se encuentran en su oficina.

—Súper vórtice parece ser un mito pero realmente es una fórmula de plantas afrodisíacas y combinaciones de otras fuentes que se encuentran en las ruinas mayas — dice Mitch.

—Los mayas lo inventaron — digo.

—No, ellos solo cultivan las plantas afrodisíacas y el resto de combinaciones se encuentran en antiguos manuscritos, se cree que el súper vórtice ayuda a curar todo tipo de enfermedades y también regenerar partes del cuerpo, hasta el momento no conozco a nadie aunque hubo una persona … — dice Mitch.

—Termina la frase — digo.

—Samuel Caras , un antiguo historiador e investigador de la historia maya dijo haberlo encontrado y también pertenece a MÍSTICA — dice Mitch.

Poco a poco han estado encajando las piezas, no es coincidencia que este en MÍSTICA y es por esa razón.

—¿Dónde está Samuel?

Mitch me da su dirección. Conozco la única forma en la que puedo llegar a él.

—¿Cuánto tiempo tengo para sobrevivir ?

—Tienes unos meses, pero usa el traje con cuidado y mientras seguiremos inyectando la dosis — dice Mitch.

Espero todo el día que me den de alta para poder salir a buscar a Samu y espero una solución factible a todo esto.

Son las cinco de la tarde y ya tengo todo listo, a pesar de tener todo esto aun tengo miedo de usar el traje que me dio una segunda oportunidad para vivir y hacer algo con mi vida.

Me lo coloco y estoy listo para correr, doy el primer paso con la pierna y siento como el camino se vuelve lento, siento como si caminara a mi propia muerte pero con la esperanza de poder encontrar una vida mejor.

Llegó a la casa de Samuel, algo normal con un jardín y todo hecho de concreto al llegar a la puerta tocó el timbre.

—Largo — dice.

—Samuel, soy …

—Sé que eres de MÍSTICA

Abre la puerta

—Necesito su ayuda

Abre la puerta completamente.

Entró a su casa y es muy acogedora, como si alguien de la tercera edad viviera tranquilo y en paz, pero algo en el lenguaje corporal de Samuel me hace pensar que está sufriendo. Se le ve ansioso y consume mucha agua.

—Estás bien — digo.

—No me trates como tu amigo por qué no lo soy — dice Samuel.

—Solo vengo a pedirle ayuda




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.