Todo duele, intentar volar le duele, descansar también. Logró superar el letargo, aunque es una batalla que tiene que vivir día a día, lo sigue logrando. Pero las secuelas siguen.
Se siente mitad consciente mitad desorientado, todo le aturde. Le duele. Le pesa. Está más abrumado que nunca; hasta la más mínima cosa lo incomoda y molesta. Definitivamente no está bien.
Sin embargo este pequeño colibrí finge estarlo, no tanto por aparentar para sus amigos y familia (eso ni siquiera le importa ahora), si no para engañarse a sí mismo.
Tratar de engañar a su propia mente para hacerle pensar que todo está bien, que se siente normal.
Cuando no, nada lo está.
Pero él lo deja jamás de luchar, e ignora todas esas sensaciones, y vuela; vuela como si nada nunca hubiera pasado.
Si lo ignora no es real, ¿Cierto?
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psicologico, ayuda emocional, autoestima y superacion personal
Editado: 13.12.2021