Vuelta a los orígenes

Cap. 12

Luke llegó a la entrada de llegadas del aeropuerto internacional de Fort- Worth, el más grande e importante del estado de Texas. Miró el panel de los vuelos y fue hacia la puerta donde saldrían sus amigos, se sentó en una de las sillas azules que abundaban en el lugar y esperó ahí a Amanda y Graham. 

_ Hola, me llamo Grace -le dijo una chica joven que se había sentado a su lado-.

_ Encantado, Luke.

_ ¿Esperas a tu novia?

Luke se rió, la chica no debía de llegar ni a los veinte años, llevaba el pelo tintado de rubio, un top de tirantes de colores que claramente se acababa de bajar para que le sacara más escote y unos vaqueros bastante ceñidos al cuerpo. El médico no iba a seguir con la conversación, pero sabía que las maletas suelen tardar bastante tiempo en salir por lo que iba a estar esperando un rato y así se entretenía.

_ No, espero a unos amigos.

_ ¿Y tú?

_ Yo acabo de llegar, unas amigas y yo nos vamos de viaje a Los Ángeles.

_ Pues te has equivocado de piso, salidas es en el de arriba.

_ Lo sé, pero así hago compañía a un tejano guapo. ¿Estudias algo?

_ No, ya acabé mi carrera, trabajo en un hospital.

_ ¿Eres un médico sexy, como el doctor Derek Shepherd?

_ ¿Quién? -preguntó sin tener la más mínima idea de quién era ese médico, estaba seguro de que no trabajaba en su hospital-.

_ El de Anatomía de Grey, la serie. ¿Tienes novia?

Se rió por la pregunta, le hacía gracia que fuera tan directa.

_ Sí, sí que la tengo.

_ ¿También es médico como tú? -le preguntó mientras Luke miraba la puerta ya que empezaban a salir los primeros pasajeros-.

_ No, es diseñadora de moda -le respondió distraído-. Si me disculpas mis amigos van en ese vuelo y ya irán a salir, encantado de conocerte Grace.

Se levantó un tanto confundido, no sabía por qué le había dicho eso, su novia no era diseñadora, trabajaba vendiendo productos de belleza en la tienda de la tía de Rebecca. Le había salido solo, lo dijo sin pensar, pero no podía decir esas cosas, si su prometida se enteraba se podía enfadar, y en esta ocasión tendría toda la razón de hacerlo.

Se puso delante esquivando a algunas personas y sacó un gran papel donde ponía «Mr & Mrs Bufford». Contento miró a todos los viajeros que aparecían, cuando se vieron la pareja se rieron por el cartel y fueron rápido a recibirle con un abrazo.

_ Luke, ¿qué haces aquí? No te esperábamos.

_ He venido a por vosotros, ¿qué menos que una buena bienvenida cuando venís de vuestro viaje de novios?, ¿qué tal el viaje?

_ Maravilloso, jamás he visto unas playas así -dijo Amanda contenta-.

_ ¿Solo te han gustado las playas? Graham, creo que has hecho algo mal amigo -bromeó feliz mientras se dirigían al parking-.

Llegaron a donde tenía estacionado su coche y les ayudó a subir las maletas, mientras Kate y Ryan preparaban todo en casa de los recién casados. Al irse de viaje Amanda le dejo una copia de las llaves para que fuera a regar sus adoradas plantas en su ausencia, por lo que habían decidido aprovecharse un poco de su confianza y prepárales una pequeña bienvenida.

_ Un poco más alto, te está quedando torcido -le decía la diseñadora a Ryan indicándole cómo tenía que poner la pequeña pancarta que ponía "Bienvenidos"-.

_ ¿Así mejor? 

Cuando Kate dio el visto bueno Ryan fue a clavar la tela, pero se golpeó con el martillo fuertemente en el dedo, lo cual provocó un pequeño chillido de dolor en él y una inevitable carcajada en la chica. Se bajó cuando ya la había puesto mientras se chupaba el dedo con el fin de intentar calmar el dolor, Kate continuaba riéndose con fuerza.

_ En serio, el bricolaje no es lo suyo doctor.

_ No, no lo és, siempre he sido muy torpe para esto, no te rías tanto que casi me rompo la uña.

_ Es que ha sido muy gracioso Ryan.

Acabaron de colocarlo todo y se quedaron los dos sentados en el sofá a esperar a que llegaran sus amigos. El chico intentó aprovechar el momento para entablar algún tipo de conversación con Kate y así conocerla un poco más, pero ella estaba demasiado nerviosa por las ganas de recibir a su amiga para estarse quieta simplemente hablando, hasta que Ryan le obligó a que se quedara quieta aunque sea cinco minutos y dejara de retocar los aperitivos que habían preparado.

_ ¿Qué tal por el pueblo? ¿Esta igual de como lo recordabas? -le preguntó por hablar de algo-.

_ Igual de horrible sí.

_ No digas eso, no es tan malo.

_ Ahora que ha llegado Amanda supongo que mejorará un poco, seguro que con ella me animo un poco, estaba deseando que volviera.

_ ¿Desde cuándo sois amigas?

_ Desde siempre, no sé, fuimos al mismo colegio y todo eso, pero supongo que nuestras amistad de verdad empezó en mi primer año de instituto.

_ ¿Ibais juntas a clase?

_ Solo a un par de asignaturas, yo tengo dos años menos que Graham y Luke y uno que Amanda. El primer día de clase el profesor Coleman nos mandó hacer juntas el vestuario de la obra de teatro, ambas estábamos en la asignatura de artes escénicas, nos hicimos muy amigas desde el primer momento. Yo no era precisamente popular en el instituto, no sé qué pasó, en el colegio tenía amigas, pero al pasar al instituto todas me dieron de lado, gracias a Dios la conocí a ella; sinceramente, Ryan, Luke y Amanda me enseñaron lo que significa de verdad la palabra amistad, les debo mucho.

Escucharon el ruido de la camioneta de Luke y se pusieron en sus posiciones, cada uno a un lado de la puerta con un puñado de confeti entre las manos. En el otro lado de la calle la pareja se bajaba del coche con una mezcla de sentimientos, por un lado les daba pena que hubiera acabado su viaje de novios de en sueño, pero por el otro estaban emocionados por empezar de verdad con su vida de casados.

_ Ya bajo yo las maletas, no os preocupes -gritó Luke a pleno pulmón-.




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