Cap. 17

Kate y Nick entraron en el restaurante tras arreglarse un poco en casa, la diseñadora no quería ponerse nada muy arreglado para que el modelo no confundiera la cena, pero tampoco quería ir con el mismo atuendo que ven el trabajo, necesitaba verse guapa y darse una alegría. Simplemente se había puesto un vestido sencillo rojo oscuro, con un poco de vuelo en la falda y sin mangas. Para acompañar el look se puso unos preciosos zapatos de tazón alto y una chupa de cuero que adoraba, le gustaba porque le valía tanto para el día a día como para salir de fiesta, le parecía que le daba un toque especial a todo atuendo. 

Se sentaron en al mesa y los dos miraron la carta con detenimiento, estudiando ambos la cantidad de calorías que tendría cada plato. Al poco rato se abrió la puerta, Nick levantó la vista, se había puesto estratégicamente haciendo que Kate se quedara de espaldas a ella y así no pudiera verles. Vio a Luke entrando con Rebecca, ella se había puesto un vestido de niña buena, era blanco lleno de florecitas, con  vuelo en la falda y un cinturón color camel marcando la cintura. Se había arreglado el pelo con bucles y para rematar llevaba un lazo uniendo unos mechones, quería verse dulce, ser la niña buena que simulaba delante de su prometido. La pareja se sentó en una mesa y empezaron a mirar la carta,Rebecca se giró y vio los ojos de Nick, que hizo un asentimiento de cabeza sin que nadie más se diera cuenta. 

_ Mira a mi Joey -le dijo enseñándole en el móvil un video de uno de sus dos perros-. 

En la pantalla aparecía Nick metiéndose en el mar con su pequeño Yorkshire terrier, el animal empezaba a nadar contento, pero al salir el modelo le cogía y al levantarlo seguía moviendo las patitas como si siguiera nadando en el aire.

_ Es la cosa más linda que he visto en mi vida. 

Kate se río alegremente, lo cual hizo que Luke levantara la vista de inmediato reconociéndola, justo lo que Nick quería. El médico no se había dado cuenta de que estaban ahí, verles le hizo sentir una punzada de celos, a Kate se le veía a gusto y contenta a su lado, parecía que Nick fuera un hombre más acorde a su estilo de vida, él a su lado a veces se sentía como alguien anticuado, no llegaba a entender muy bien el mundo de Katherine, pero se notaba que Nick encajaba a la perfección en él. Para el médico era extraño que todo el mundo de su amiga estuviera regido por algo tan simple como la ropa, no entendía la importancia que podía tener llevar una camisa u otra, por supuesto que a él le gustaba arreglarse y verse guapo, como cualquier persona buscaba gustarse cuando se miraba al espejo, pero después de todo lo que había visto desde que era médico no le entraba en la cabeza que con tanta hambre y tanta falta de dinero como había en el mundo se gastara alguien cientos de dólares en un bolso o un cinturón. Él había elegido su profesión para poder ayudar a la gente, durante las vacaciones todos los veranos se iba a países donde lo estaban pasando mal para ayudar a la gente y hacer operaciones gratuitas a gente que no las podría pagar. Viendo todo lo que había visto no podía entender que toda la vida de Katherine girara en torno a prendas de ropa por la que la gente pagaba cifras de hasta varios ceros.

_ Está ahí Katherine, ¿no vas a saludarla?

_ No, no te preocupes, ahora estamos en nuestra cena.

_ Sí, gracias, además parece que ella también está en una cita. El otro día estuve hablando con él, me preguntó para ir a la tienda de los padres de tu amiga y resultó ser muy amable, pero no sabía que fueran novios.

_ No son pareja.

_ ¿Eso te ha dicho ella? Él me dijo que llevaban tres años como algo más que amigos, pero que hace unos días decidieron formalizar su relación.

_ Katherine Marie me dijo que solo eran amigos -continuó negando lo que decía su prometida-.

_ Tu querida amiga miente más que habla, no tendría por qué cambiar, lleva haciéndolo desde que éramos críos, ¿o no te acuerdas de las mentiras que contaba sobre mí?

_ Becky, mejor dejemos el tema -respondió cansado-, estamos cenando y hacía mucho que no teníamos una cita, siempre me lo dices, disfrutemos de la noche y dejemos de hablar de los demás.

_ De acuerdo mi amor, tengo un tema mejor, Papá me dio ayer una sorpresa, no te lo vas a creer.

_ ¿Cuál?

_ El viaje de novios, recuerda que se encargaba él de eso, pues yo había contratado una habitación superior en el resort de Dollywood, pero no, él fue y lo cambió, ¡vamos a tener una suite, como al gente famosa!

Luke asintió como si le estuviera prestando atención, aunque únicamente lo hacía a la mesa que tenía al fondo, donde Nick y Katherine tenían lo que parecía una velada de lo más agradable, mientras él tenía que seguir aguantando más y más historias de la boda.

_ Perfecto.

_ Cariño, quería comentarte una cosa, es algo muy importante.

_ Claro.

_ Sé que habíamos hablado de tener hijos cuando nos casáramos, pero creo que podríamos empezar a intentarlo ya.

_ ¿Cómo? -preguntó asustado-.

_ ¿Quieres dejar de hablarme en monosílabos? Estoy intentado tener una conversación agradable contigo y tú parece que no estés aquí, no sé ni para qué lo intento. Yo aquí, como una tonta pensando en el futuro, pensando en nuestros futuros hijos y abriéndote mi corazón por completo mientras tú me ignoras, no sé qué he hecho para merecerme esto.

_Lo siento cariño.

_ Es que de verdad Lucky, no sé por qué te quiero tanto, hay veces que pienso que tú no lo haces. Yo estoy ilusionada pensando en nuestra boda, en que seamos un matrimonio y tengamos nuestros hijos, en ponerle tu nombre a nuestro primer hijo y en convertir a tus padres en abuelos. Sin embargo tú parece que solo quieres enterarte de lo que pasa en esa mesa.

_ Lo siento cariño, es que me ha cogido de sorpresa eso de intentarlo ya.

_ Es que he estado pensando, normalmente las parejas tardan en concebir, quiero decir, no es algo que lo decidas y al día siguiente estés embarazada. Pero si en nuestro caso pasara no ocurriría nada, no se me notaría en la boda porque no tendría aún casi tripa.