Vuelta a los orígenes

Cap. 23

Lizz y sus amigas se marcharon a tomar algo con los chicos que conocían de los pueblos de alrededor. El ambiente era agradable, hasta que vio que dos de sus amigas empezaban a tontear con unos chicos ignorando a sus otras dos amigas y se cansaron. 

Lizz miró a su amiga Holly, que ponía cara de fastidio, lo cual le hizo gracia, siempre solía tener una blanca y gran sonrisa en su cara. Holly era una chica bastante guapa, con la piel color café con leche ya que su era mulata, había sacado el tono oscuro de su padre y los ojos verdes, así como un pelo afro moreno claro el cual llevaba ahora con mechas rubias y color caramelo. Lizz siempre había envidiado su pelo y se lo recordaba cada vez que se quejaba cuando se lo tenía que cepillar, lo cual algunos días se le hacía tarea imposible.

La cogió de la mano y fueron a una zona un poco alejada, cuando encontró el sitio perfecto de agachó e hizo que su amiga hiciera lo mismo.

_Lizz, ¿qué hacemos aquí? -le preguntó Holly sin entender por qué estaban escondidas tras unos matojos cuadrados de paja que servían para separar las diferentes áreas de la feria-.

_ Cállate, no oigo lo que dicen.

_ Estamos muy lejos para poder escuchar algo. Amiga, sabes que me encanta ver a tu hermano y a su amigo, son dos alegrías para la vista, pero no entiendo qué hacemos aquí en vez de disfrutar de la fiesta.

_ La chica rubia le gusta a mi hermano, quiero ver como se comporta ella con él.

_ Lizz, a todas las mujeres del pueblo les gusta tu hermano...

_ No es eso.

_ ¿Son novios?

_ No -soltó con un bufido de cansancio y resignación-, el zopenco de mi hermano no se atreve a pedirle una cita en condiciones. 

_ ¿Entonces?

_ Quiero ver si ella está interesada en él.

_ Lizz, cualquier mujer estaría interesada en él, tendría que ser muy ciega y muy tonta para no estarlo.

_ Creo que sobrevaloráis a mi hermano.

No pudo evitar soltar una risotada mientras ponía los ojos en blanco, sus amigas siempre estaban igual con Ryan.

_ No es eso, es que está muy bueno. Aún así, ¿qué pintas tú en todo esto?

_ Mi hermano lo ha pasado muy mal, se que por él mismo no se va a atrever, necesita mi ayuda.

_ ¿Por qué dices que lo ha pasado mal?

Lizz la miró a los ojos, nunca le había contado eso a nadie, pero era Holly, su mejor amiga y confiaba en ella. Desde hacía un año compartían habitación en la residencia de la universidad, y aunque pareciera que se conocen desde hace no tanto tiempo el vivir juntas les había unido tanto que la una veía a la otra como una hermana. A cualquier otra persona no le contaría nada, pero sabía que ella no se lo contaría a nadie y que incluso podría ayudarla en su plan sin siquiera pedírselo.

_ Mi hermano en la universidad conoció a una chica, era compañera de clase suya, Michelle. Empezaron como amigos pero el verano del primer año de universidad comenzaron a salir. Ella era genial, era súper alegre, simpática, guapa... nos llevábamos muy bien, todos la adorábamos, acabó siendo una más de la familia. Como era francesa y el billete a su país era muy caro pasaba las fiestas de navidad y todo eso en mi casa, para mí era casi como una hermana mayor. Ryan estaba completamente enamorado, eran de esas parejas que parecen hechos el uno para el otro, siempre que estaba con ella o hablaba sobre Michelle se le ilumina a la cara.

_ ¿Y qué pasó?

_ En el último curso su padre murió y ella tuvo que volver a su país, el último año le quitaron la beca y al no estar su padre ya no podía seguir costeándose los estudios aquí, ademas, tenía que ayudar a su madre económicamente. Empezaron a llevar la relación a distancia, ambos se esforzaban mucho, hablaban casi a diario pese a la diferencia horaria. Pero con el tiempo empezó a notarla algo más fría, más distante.

_ ¿Estaba con otro? -le preguntó con pena-.

_ No, en realidad no. Ella conoció a otro chico, un compañero suyo del hospital donde hacía las prácticas, se lo dijo a mi hermano y lo dejaron. Quiero decir, Michelle no empezó la otra relación hasta tiempo después de haberlo dejado con Ray, hizo las cosas bien... pero aún así mi hermano sufrió mucho, estaba muy enamorado.

_ Lo siento mucho, Ryan es un buen hombre y no se merece eso.

_ Desde entonces se ha centrado en el trabajo, todo lo que ha tenido han sido ligues y novias pasajeras, pero él no es de esos, así no es feliz. Pero con esta chica... no sé, hacía mucho que no le veía sonreír así.

_ ¿Así?

_ Sí, no sé, cuando íbamos hacía su casa su sonrisa era sincera. Le conozco y sé que por miedo a volver a sufrir no se va a atrever a decirle nada, por eso estamos aquí vigilando.

_ ¿Qué piensas hacer?

Lizz miró a Holly, notaba la curiosidad en su cara, lo que le hizo sonreír, sabía que le iba a ayudar.

_ Quiero ver si a Kate también le gusta mi hermano, ella es de New York, se que si funciona mi hermano se iría allí, hay muchos hospitales y lleva tiempo queriendo probar suerte, si veo que está interesada hablaré con ella. Sé que mi hermano no se va a lanzar, Kate es un chica fuerte e independiente, no es como el resto de chicas de aquí, no creo que le importe pedirle salir si quiere.

_ Yo también me atrevería.

_ Mi hermano es muy mayor para ti.

_ Pero es tan guapo... -dijo con cara de enamorada-.

_ Él nunca saldría con una amiga mía, os ve a todas como niñas.

_ Vale, hay algo que no entiendo. ¿Por qué te has venido con nosotras y no te has quedado con ellos si lo que quieres es enterarte de lo que pasa ahí?

_ Porque conmigo al lado mi hermano no se comportaría igual.

En el otro lado el grupo de amigos hablaban tranquilos mientras esperaban a que les sirvieran su comida. Empezaron con algunas anécdotas de cuando eran niños, al fin y al cabo cuatro de ellos se conocían desde siempre y habían ido juntos al colegio e instituto, incluso al jardín de infancia.




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