Llegué hasta donde se encontraba Liam, Chase y el chico nuevo en silla de ruedas.
— Es por eso que en las escuelas solo deben de aceptar a chicos normales y no idiotas lisiado que no saben ni usar una silla de ruedas.
— Pues tú, no deberías estar en esta escuela, ya que eres un idiota retrasado sin cerebro. —Le grité a Liam.
— Pero si tenía que ser la hermosa Eli. —Chase se acercó a mi. —Porque no dejas tus obras de caridad en tu casa, por que aquí en la escuela solo estorban.
Los demás estudiantes ya empezaban hacer un círculo, como cuando inicia una pelea, el chico nuevo solo observaba lo que pasaba sin decir nada.
— Sabes voy hacer mi obra de caridad del día y será golpearte en la cara, tal ves así se te sacuden tus neuronas y empiezan a funcionar.
¡Uh! Dijeron los demás mientras que Chase solo dio una media sonrisa ante mis palabras.
Liam tomó un vaso de soda y se la arrojó en la cara al chico nuevo. Lo empuje con todas mis fuerzas mientras él solo reía de lo que acaba de hacer.
— ¡Son un par de decerebrados! Si se tragaran una mosca tuvieran mas cerebro en el estómago que en la cabeza.
Vi que Sandy y Angy ayudaban al chico nuevo a limpiarse y yo estaba echa una furia, nadie tenía el derecho de tratar a una persona asi.
— Mejor vete con tu lisiado a otra parte donde no estorben. —Liam me vio con enojo.
— Sabes una cosa Liam, ¡te puedes ir al carajo! ¡Tú y tu estúpida cara de idiota! ¡Eres la persona más desagradable que he conocido! — Le grité
— Y Tú te puede ir con este estúpido lisiado a... — No deje que terminará y lo empuje nuevamente.
—¿Cómo puedes hablar así de una persona? ¿Acaso no sientes empatia? ¿No tienes corazón? la vida te lo puede cobrar muy caro.
— No me vengas con el típico discurso de que la vida te lo puede cobrar y bla, bla. Lo único que puedo decirte con certeza es que prefiero morir antes que ser un lisiado, prefiero mil veces estar muerto que recibir lastima de personas como tú.
El sonido de mi mano en su mejilla dejó a todos en silencio. No me importaba en lo mas mínimo lo que los demás pensaran, pero no iba a permitir que humillara a ninguna persona por su condición. De por si ellos ya cargan con una discapacidad como para que otros vengan y les haga sentir de menos.
Vi en los ojos rojos de enojo y la marca de mis dedos en su mejilla. Se acercó a mi de manera amenazante
— Solo mantente tú y tu fenómeno lejos de mi presencia. —No respondí y solo asentí.
Chase se acercó y me susurró —Prefiero mil veces comer estiércol de vaca que dejar que un lisiado sea mi amigo, yo mismo lo ayudaría a que se quitara la vida.
Como era posible que estos chicos tuvieron esos pensamientos, cómo podían hablar de una persona de esa forma, sin sentir remordimiento o temor al hablar así.
Todos los estudiantes se esparcieron y siguieron con sus actividades. Me acerqué a mis amigos quienes estaban con el chico nuevo.
— ¿Estás bien? — Le pregunté.
— Si, no te preocupes. No era necesario que me defendieras, estoy acostumbrado a esos malos tratos, yo solo hubiese podido contra ellos. Por cierto me llamo Brandon Cárter.
— Hola Brandon son Elizabeth, para los amigos Eli. —Le extendí mi mano como saludo y él me correspondió.
— Y si podías solo contra ellos ¿porque no ayudaste a Eli a defenderte? —Preguntó Sandy.
— Porque, lo estaba haciendo muy bien. Además lo que si no me espera era lo del refresco eso si fue nuevo para mi, nueva lección el refresco helado si que hace que ardan los ojos.
Todos reímos ante las palabras de Brandon, pero lo que me sorprendía era la tranquilidad con la que hablaba después de haber escuchado tantos insultos hacia él. Yo en su lugar ya estuviera escondida en algún rincón lamentándome, pero él, no.
— Déjame presentarte a mis amigos ella es Angy, esta algo loca pero solo síguele la corriente. —Brandon alargó su mano y saludó a Angy y ella le correspondió. — Él es Samuel jugador de baloncesto, bueno suplente de jugador de baloncesto.
— ¡Oye! —exclamó Samuel — Yo soy un buen jugador solo que el entrenador aún no se ha dado cuenta.
— A ja si como digas, y ella es ..
— Sandy, lo se, estuvimos en algunas clases juntos. —Sandy se enrojeció al escuchar esas palabras. Creo que aquí habrá algo más. Y bueno no culpaba a Sandy, Brandon estaba muy guapo a pesar de su condición, tenía unos ojos celestes, nariz respingada y físicamente no se veía mal.
— Porque no nos acompañas al almuerzo y nos conocemos un poco mejor. — Dije a Brandon
— Claro, porque no, pero eso si sin refresco de uva, porque creo que ya tengo suficiente en mi cara.
Brandon nos contó un poco de su vida, su discapacidad es de nacimiento, por lo que toda su vida a tenido que enfrentar los perjuicios de las personas y las burlas de muchos otros.
— Es por eso que, lo que aquellos chicos hablaron de mi, no me afecto, cuando aprendes a quererte y aceptarte esa clase de insultos y humillaciones ya no te afectan y aprendes a vivir con ello, solo así es cuando de verdad sales adelante y te enfrentas al mundo que te rodea, muchas personas pueden ser crueles pero creo que al final ellos tienen una vida más infeliz.
Me impresionaba la manera de hablar de Brandon, y si hace unos años hubiera tenido a una persona así a mi lado todo hubiera sido distinto en mi vida.
— Sabes , Brandon me gustaría que me acompañaras a la Clínica local, yo soy voluntaria y me gustaría que pudrieras contar sobre tu vida para que muchos niños, jóvenes y adultos que se encuentran con diversas discapacidades puedan tener palabras de alientos.
— Me encantaría Eli, solo dime el día y la hora y con mucho gusto lo haré.
Sabía que un testimonio como el de Brandon ayudaría a muchas personas que por diversas causas tiene una discapacidad física y al hablarles alguien con una discapacidad similar los ayudaría a salir del agujero en el que se han sumergido.