Dicen que cuando besas a la persona correcta sueles sentir como mariposas en el estomago. En mi caso la sentí una vez y fue con mi primer novio. Bueno sentí como una dos mariposas revoloteando. Pero con Liam era como tener un mariposario completo en el estómago.
Pero me negaba a esos sentimientos, no podía creer que algo así me estuviera pasando con él. Solo era un paciente más y no debía dejar fluir esos sentimiento. Estaba mal, pero me sentía culpable ya que en algún momento había tomado la decisión de fingir un amor, para lograr que Liam se levantara de esa cama, pero lo que no tenía previsto era que la moneda podía cambiar de lado y fuera yo quien terminara enamorada de él.
Pero ahora no podía echarme atrás, yo había iniciado todo esto cuando lo besé y si lo rechazaba, no quería imaginar lo que él podría hacer, además de no querer verme y sobre todo no dejar que continúe con su terapias. Lo único que podía hacer era seguir con el plan pero evitar a toda costa que estos sentimiento en mi ya no siguieran floreciendo.
Todos esos pensamientos pasan por mi cabeza, mientras lo labios de Liam se sincronizaban con los míos y sus brazos me rodearan por la cintura, mientras su espalda chocara con la cama y yo encima de él.
— Liam... — trate de detenerlo, pero al parecer detenerse no era lo que Liam tenía pensado hacer. Y bueno no podía quejarme yo también lo estaba disfrutando. Pero sabía que debía detenerlo cuando sus manos fueron más allá de lo permitido. Eso si no lo iba a permitir, para dejar que una persona sobrepasara mis limites de intimidad debía conocer mi único secreto, secreto que solo mi familia conocía y todas aquellas personas que deje en el pasado.
Me solté de sus brazos y me levanté como pude. — ¡Liam, puede atraparnos tú mamá! y realmente necesito este trabajo.
— No seas aguafiestas, mi madre estuviera mas que contenta si nos encontrara así, tú eres para la ella la chica perfecta. — Abrí mis ojos por las palabras de Liam, ¿De verdad Ross pensaría eso de mi?
— Y por eso debo seguir siendo la buena chica que ella cree que soy. Así que empecemos con la terapia del día de hoy, ademas te he traído la tarea de matemática, no debes perder tiempo. — Tenía que evitar como diera lugar a que estos momentos románticos terminaran y qué mejor con las terapias y las tareas.
Pero al parecer la única que quería que esos momento se terminaran era yo, ya que por parte de Liam había sido lo contrario, durante todo el tiempo no había parado de robarme besos y aunque no era molestia para mi, no podía acostumbrarme a esto.
Después que lograra que Liam llevara a cabo las terapias y terminar la tarea de matemática, me dirigí a casa a través de un bus.
Me encantaba viajar en bus ya que podía ver a través de la ventanilla los innumerables paisajes, además me servía para reflexionar sobre todo lo que sucedía durante el día y aunque intente pensar en otra cosa que no fuera Liam, me era imposible.
Llegue a mi casa y fui recibida por mi hermano menor.
— ¡Eli! ¡Eli! ¡Que bueno que hayas regresado! — mi hermano me dio un fuerte abrazo y yo correspondí — Quiero presentarte a un nuevo amigo, ¡Ven acompáñame!— Tome la mano de mi hermano quien me dirigió a la sala.
Allí vi a una persona que yo ya conocía — ¿Brandon?
— Hola Eli — Brandon estaba en mi casa. Era muy difícil que mis amigo llegaran a mi casa, ciertamente no me gustaba invitarlos por razones propias.
— ¡El es mi nuevo amigo! ¡Que bueno que lo conoces! Mi amigo me estaba contando que él no camina igual que nosotros porque es mitad robot y él tiene ruedas para ir más rápido. — Era realmente tierno que mi hermano creyera historias tan inocentes y me alegraba que Brandon se tomara la situación de esa manera.
— Le estaba contando que tú también usaste de ese tipo de ruedas pero que te las quitaron y te dejaron con dos pies ¡Que mal, yo quiero ruedas igual que Brandon! — Mi hermano hizo
Un puchero, me reí de lo inocente que podía ser. Pero al instante vi la cara de sorpresa de Brandon, fue allí que caí en cuenta que mi hermano había revelado parte de mi secreto.
— Tu también... —intentó hablar Brandon, pero mi madre interrumpió.
— !Eli ya regresaste! Estaba por llamarte ya que tu amigo estaba esperándote
— Mami, verdad que Eli también usó ruedas en lugar de pies. — Mi madre quedó sorprendida al igual que yo por cada una las frases de mi hermano, que solo porque lo consideraba mi hermano no lo había asfixiado.
— Mmm no que yo recuerde, pero que te parece si me ayudas en la cocina, vamos a preparar la cena. ¿Supongo que tu amigo se quedará? — Preguntó mi madre a lo cual no sabía cómo responder.
— Gracias señora Anfield, será un gusto acompañarlos — respondió Brandon. Mi madre y mi hermano se fueron hacia la cocina y me quede sola con Brandon, no tenía idea de las preguntas que iba hacerme y más aún no sabía cómo responderlas. — No te preocupes Eli, cuando te sientas con la valentía suficiente estaré aquí para escucharte.
Solté el aire que sostenía en mis pulmones, Brandon era un gran chico, muy comprensivo y tenía la seguridad que cuando estuviera preparada, él sería la primera persona a la que le contaría mi secreto. — Gracias Brandon, por tu comprensión, pero no haz venido solo por conocer a mi familia.
— No, tienes razón vengo por algo más. Hablé con Sandy y quiere hablar contigo. — Una gran sonrisa se formó en mi rostro por la noticia— Mañana durante el tiempo del receso te espera en el patio trasero. Tal como te dije ella no estaba enojada, solo decepcionada por el echo que no le contaras nada, pero te aseguro que todo Volverá a ser como antes.
— ¡Gracias Brandon! Te agradezco por todo lo que haces por mi. — Me acerque a él y le di un fuerte abrazo, Brandon me demostraba a cada momento lo buena persona que era y solo deseaba lo mejor para él.
Despues de aquello cenamos junto a mi familia, mi padre y mi madre estuvieron muy contentos con la presencia de Brandon, especialmente mi mamá que al terminar la cena no espero ningún momento para sugerirme que haríamos una linda pareja. Pero ni Brandon ni yo tenemos esa clase de sentimientos hacia el otro, al menos de mi parte no, y sé que él tienen sentimientos hacia mi amiga Sandy.