Las palabras de Sandy me habían hecho pensar en lo que pasaba entre Liam y yo, no sabía si le estaba dando demasiada importancia al tema, pero era algo que nunca me había pasado, involucrarme sentimentalmente con algún paciente y ahora por un motivo extraño no quería detenerme con Liam.
En un principio mi plan solo era fingir, solo para que su autoestima no decayera, nunca lo había hecho pero quise experimentar ya que había leído que los sentimientos y emociones de una persona son esenciales al momento de rehabilitarse. Pero nunca tome en cuenta que esto se volviera en mi contra.
— ¡Sam! ¡Espera! — escuche una voz que me gritaba, recién habíamos salido de la escuela y me dirigía a la casa de Liam. Me detuve y me dirigí hacia la persona que me llamaba. — Quería platicar contigo, bueno.. en realidad.. quiero disculparme... por lo de la otra vez— Samuel se rascó su cuellos, indicándome que estaba nervioso
— No tienes porque disculparte, yo te falle como amiga, debí estar contigo y...
– Para nada, tú eres una gran persona — interrumpió mi amigo —nunca debí dudar que me fallarías por cualquier tontería, además me alegra que estes al lado de Liam.
— ¿Porque? ... Porque te alegra que esté ayudando a Liam.
— Yo conocí a Liam, lo orgulloso que era, le encantaba ser popular, el mejor jugador de baloncesto, el galán por el cual las chicas se mueren y perder todo aquello en un instante no es fácil, por eso me alegra que seas tú la que lo ayuda, porque también te conozco a ti y sé que no hay mejor persona en el mundo que pueda ayudarlo.
— Gracias Samuel por todas tus palabras, no te imaginas lo feliz que siento porque mi mejor amigo me apoye en esto. — Me acerque a él y le di un abrazo de amigos, de aquellos abrazos tan reconfortables, que te llenan de paz y dejas soltar el peso que cargas encima.
— Pero creo que no soy tu mejor amigo, alguien más quiere ocupar ese lugar. — mencionó Samuel mientras me tenía abrazada, me alejé de él un poco y le di una mirada para exigir una explicación — Me refiero a Brandon, ahora tienes más confianza con él.
— ¿Brandon? Para nada, si es cierto en estas últimas semanas él se ha convertido en un amigo más, pero nadie te quitará lugar.
— Por lo menos me quedo más tranquilo que no compito contra el, lo que si es que Liam es un gran contrincante y creo que Brandon podría salir perdedor si quiere disputar tu corazón.
— ¿¡Qué¡? Estas loco, ni Brandon, ni Liam pelearán por mi corazón, ninguno de los dos está interesado en mi— Al menos con Brandon tenía la certeza que era así, pero con Liam no tenía idea de lo que él sintiera. — Además Brandon tiene sentimientos hacia Sandy, sentimientos muy parecidos a los tuyos por Angy. — No era ningún secreto para mi que Samuel sentía algo por Angy, pero nunca había tenido el valor de decirle.
— Ja, ja querida amiga, quien te ha dicho que yo aún estoy enamorado de ella, eso ya es cosa del pasado.
— Yo nunca mencione enamoramiento, tú solo lo haz confirmado mi querido amigo.
— En serio que eres una tramposa, además no te haz dado cuenta que ella se muere por Liam, yo ya no tengo nada que buscar en ese corazón. — Y aunque mi amigo quisiera parecer que no le importaba Angy, en el fondo tenía la certeza que le afectaba más de lo que él aseguraba.
— ¡Hay! mi querido amigo a veces nos enamoramos de la persona incorrecta — En ese momento no estaba segura si solo lo decía por Samuel o en mi interior también me lo decía a mi mista.
— Tienes razón Eli — Samuel suspiró — No puedo engañarte, ni engañarme a mi mismo, me afectaron muchos las palabras de Angy, todo hubiera sido más fácil si me hubiera enamorado de ti.
— ¡Oye! — Repliqué
— No me malentiendas, porque aunque tú si te quieras engañar se que en tu cabezita y en tu corazón hay un amor el cual ni tu entiendes. Además hubiéramos sido una gran pareja si. Tanta complicación — Samuel era un gran chico y lamentaba que sus sentimientos no fueran correspondidos. — Si algún día quieres compartir desilusiones de amor, tienes a la persona perfecta a tu lado.
Me despedí de mi amigo y ahora estaba mas confundida, Sandy y Samuel tenían razón y ahora mi problema era cómo enfrentar a Liam, no quería continuar con esto porque iba terminar perdiendo en mi propio juego.
Llegué a la casa de Liam e hice la rutina de siempre antes de entras a su habitación. Ya cambiada ingresé sin tocar a la puerta y me sorprendió el echo que Liam no estuviera solo. Estaba acompañado de su amigo Lucas.
— ¡Si es la hermosa terapeuta! — Sonrío Lucas
—Hola Lucas, es un gusto verte — respondí
— ¿Se conocen?— Pregunto Líam
— Si, la otra vez la vi en tu casa cuando te vine a ver y pues aunque fue una corta nuestra conversación me cayó muy bien. — respondió Lucas — Por cierto amigo, si no te importa me gustaría invitar un día de estos a Eli a un café.
— Si, si me molesta, eres mala influencia para ella y no quiero que te empieces a relacionar con "mi" terapeuta. — Mi corazón dio un salto solo de imaginar que de verdad le importaba a Liam, que talvés el sentía algo por mi.
— Pues tú no eres una buena influencia que digamos, pero antes que me termines golpeando mejor me retiro y dejo a Eli hacer su trabajo, talves en una de esas te cambia el carácter de ogro que tienes. — Lucas se río y salió de la habitación sin antes despedirse de mí con un beso en la mejilla, sabía que lo hacía adrede para molestar a Liam.
— ¿Preparado para el día de hoy? tengo pensado que antes de iniciar con la terapia, ir a un lugar especial para mí, es bueno...
— ¡Ohhhh! tranquila, quiero dejar las cosas claras contigo, el hecho que me hayas besado unas cuantas veces — ¿Que yo lo había besado? la primera vez si fue así pero las siguientes el había tenido la iniciativa y ahora el me decía que yo lo había besado — No te creas que somos algo como novios, tu solo eres parte de mi entretenimiento, en estas cuatro paredes no hay mucho que hacer y bueno tu eres una gran distracción.