Vuelve A Mi

Capítulo 1

Diana:

Veinticinco años de matrimonió y se sintieron como si estuviera soltera, al lado de un hombre que yo se que me ama pero demuestra lo contrarió.

Una se cansa de esperar y consideró que ya espere demasiado, demasiado tiempo perdí con este matrimonio.

Hace veinticinco años estaba feliz por mi matrimonio, formaría una familia con el hombre que amo y mi hijo Diego que lo esperaba ya cuando me case, después de cinco años con la llegada de mi otro hijo David pensé que estaríamos más felices pero me equivoque, un gran error de parte mía.

Él nunca cambiaría en estos años de matrimonio pasaron muchas mujeres por su cama me sorprende que ninguna tenga un hijo con él, es un puto del cual me enamoré, un amor ciego que me destruía cada vez más, me di cuenta, después de que nació David de ahí en adelante no deje que me tocará y con mas razón las mujeres incrementaban en su cama de hotel que conocía a la perfección, aguante por mis hijos para darles una familia. 

Ahora que son adultos y para que todo este teatro de la familia feliz ellos saben lo que su padre hace y lo peor es que los dos salieron a él igual de putos que su padre.

- Lisandro ¿donde vas? - pregunte por sus maletas.

- A cerrar un negoció fuera del país - me miro de manera fría - algo más tengo prisa Diana - dolió su indiferencia duele.

- No nada, espero que te vaya bien y cierres ese negoció - digo volteando para subir a "nuestra habitación".

Estaba decidida ya no hay nada salvable en este matrimonio, el divorció sería lo mejor para ambos o al menos para mí.

Llame a mis dos hijos a una reunión para informarles que me separaría de su padre, son adultos saben lo que hacen con su vida rompen corazones y esperaba que una mujer los pusiera en su lugar. No puedo esperar que formen una familia que me den nietos por que eso no esta en sus planes.

Tocaron la puesta del despacho indicando que ellos llegaron, pasan y se sentaron en frente mío.

- Hola mamá - dijeron ambos mirándome.

- Hola, los hice llamar para informales que me divorciaré de su padre - me miraron sorprendidos.

- ¡Mamá! ¿por qué? - dijo David

- Tienes a otra persona mamá - dijo Diego enfadado.

- Por que me cansé de ser la mujer estúpida y no, no hay nadie Diego - lo mire con reproche.

- No lo entiendo por que te sientes así - dijo David frunciendo el ceño.

- Sabes es una tontería mamá mi padre te ama por que lo quieres dejar - dijo Diego mas relajado.

- Cuando amas no dejas a tu pareja de lado, sobre todo cuando amas no engañas - ambos me miraron sorprendidos - si lo se, siempre lo supe pero tenía la esperanza que llegue a su fin y se porte como cuando eramos novios - suspiro con amargura - no llego a nada una mujer distinta en mi hotel, lo peor de esto es que ambos lo sabían y nunca me dijeron nada - los mire con tristeza.

- Mamá noso.. - dijeron ambos con preocupación, los interrumpí.

- Es tarde para sus disculpas, solo informo para que no les sorprenda seguro dentro de unos días le llega a su padre los papeles del divorció - me pongo de pie.

- Mamá no queríamos que sufrieras por eso no te lo dijimos - David se pone de pie para mirarme seguido de Diego.

- Solo queríamos que no sufrieras mamá - repite lo mismo pero es tarde.

- Sufrí mas cuando supe que ambos - los señale con mis dedos - mis hijos lo sabían y no fueron capaces de contarme - me dispuse a caminar pero ambos me lo impidieron - saben lo peor de esta situación es que los dos son igual a su padre una mujer distinta en su cama - ellos me miraron atónitos por mis palabras - con la diferencia que ninguno esta casado - camine dejándolos antes de salir.

- Espero que no les pase lo mismo que a su padre no valorar lo que algún día tuvimos - sin mirar atrás salí del despacho.

Pronto estaría divorciada de Lisandro Samaniego.

Lisandro:

Estoy sentado en mi despacho ordenando algunos pendientes antes de viajar a cerrar un negocio importante, me detengo unos minutos a pensar en mi matrimonio que se fue a pique con tan solo cinco años, los siguientes años ya nada era lo mismo Diana mi Diana se aparto de mi, no dejaba que la tocara desde que nació David.

Tome el camino fácil al buscar placer en otras mujeres, un placer frustrado por que no había mujer comparada con mi esposa.

En mi juventud era un mujeriego pero todo cambió cuando la conocí a ella con su carisma, su inocencia me enamore de ella, fue un noviazgo puro, cambie un poco desde llegada de Diego eramos jóvenes para ser padres y cuando las familias se enteraron prácticamente no obligaron a casarnos, estaba feliz por mi matrimonio pero no supe como manejar la situación y acabe engañándola no con una sino con varías mujeres.

No estaba bien lo que hago, si se daba cuenta no me lo perdonaría y me pediría el divorcio no verla antes de dormir ni al despertar sería mi ruina por que esa mujer es todo par mí.

Después del viaje me encargaría de recuperar su amor y hacer de mi matrimonió lo que siempre debió de ser.

Estaba alistando todo para el viaje, la busque pero no la encontré seguro salió a ser sus cosas y al rato regresa, ya eran pasada las ocho de la noche y no llegaba, pero los pensamientos no me gustaron estará con alguien que por eso no deja que la toque, no Lisandro ella no es así, ella es mía, mi esposa con solo pensar mi sangre empieza a hervir de los celos no ella no puede hacer eso, miro mi reloj se me hace tarde por lo que me dispongo abajar las escaleras e irme al aeropuerto cuando voy saliendo me llama.

- Lisando ¿donde vas? - dice con preocupación por mis maletas.

- A cerrar un negoció fuera el país - respondo de manera fría el solo pensar que este en brazos de otro - algo mas tengo prisa Diana - esta hermosa, no se arreglaba tanto desde hace mucho.

- No nada, espero que te vaya bien y cierres el negoció - dice para luego subir por las escaleras, la note triste.




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