W Y H. La Guerra Comienza

CAPITULO 15 UN FAVOR ACCIDENTAL

CAPÍTULO 15
UN FAVOR ACCIDENTAL

Mientras van en la espalda del gigantesco quetzal en el cual H se ha transformado, Ashley no puede evitar preguntarle cosas a Sara.

—Oye, una pregunta. ¿De dónde conoces a H? Y ¿por qué te dejó venir así de fácil? —pregunta.

Entonces, Sara le responde con un tono pensativo:
—H ataca mi ciudad buscando un mapa y le da una misión a mi novio para destruir la armadura de diamante, pero me tengo que quedar atrás por mi embarazo.

—Eso casi no me dice nada —dice Ashley, levantando una ceja.

—¿Y si te digo que mi novio es el hermano de H? —responde Sara, también levantando una ceja.

Ashley se sorprende y dice que ahora entiende todo, y procede a hacerle más preguntas sobre el aspecto de W, cómo se comporta un corazón vacío curado, y qué tan fuerte es W.

Sara la detiene, preguntando qué quiere decir con "un corazón vacío curado".

Ashley le explica que cuando eran niños, W y H eran igual de vacíos y poderosos, pero W recupera sus emociones, perdiendo todo su poder.

Sara queda confundida y le pide que le cuente más, pero H comienza a descender, ya que han llegado a las Colinas de la Muerte.

Al aterrizar, Sara se monta en Kiki para bajar juntas; Ashley toma a Oliver y salta para bajar.

El quetzal gigante desaparece en una llamarada y H vuelve a su forma normal.

El paisaje se ve deprimente, con miles y miles de esqueletos en el suelo, espadas, hachas de guerra y todo tipo de armas clavadas en ellos.

—Le llaman las Colinas de la Muerte porque estas colinas están en medio de seis reinos que pasan en guerra —dice Ashley, mirando fríamente al horizonte.

Oliver, quien todavía sigue en su espalda, le pregunta si puede tener una espada. Ashley le dice que sí, pero Sara le dice que eso es muy peligroso. Entonces, H dice de forma seria que le den una daga con funda.

Ashley lo baja y busca una daga para dársela.

H le pregunta si sabe dónde podrían estar las dos espadas griegas, y ella le dice que lo único que dice el diario de su padre es que se encuentran en los cadáveres de dos reyes que mueren al intentar usarlas.

Él se aleja, saltando a lo más alto de la colina para ver mejor.

Mientras, Sara hace un inventario de lo que lleva en las bolsas que lleva Kiki.

Oliver se acerca a acariciar a Kiki.

—Nunca había visto a un rinoceronte de batalla —dice Oliver, impresionado al verla.

—Tengo a Kiki desde que entré al ejército a los 16. Tuve que criarla y forjar su armadura con mis propias manos —dice Sara, muy orgullosa.

Mientras Sara y Oliver hablan, Ashley va a buscar la daga de Oliver y las dos espadas griegas.

Ella se aleja saltando y ve a lo lejos una armadura de oro que resplandece bajo la luz de la luna llena.

Pero se detiene al ver que alguien la está inspeccionando.

Acercándose al esqueleto con la armadura de oro, ve a una niña encadenada del cuello y las manos.

La niña encadenada es de una delicadeza inquietante, que contrasta con la dureza de las Colinas de la Muerte.

Tiene unos grandes ojos azules, llenos de miedo y esperanza a partes iguales.

Su cabello rubio, claro y sucio, cae en largos mechones desordenados alrededor de su rostro, cubriéndole en parte las marcas de suciedad y lágrimas secas.

A través de los harapos que lleva como ropa, se pueden ver moretones y heridas que hablan de su largo sufrimiento, y su piel blanca se muestra desnutrida y frágil.

Quien la lleva es Urney.

Este se percata de la presencia de Ashley y saca la espada de Hades de su tatuaje y lanza una llamarada de fuego azul hacia ella.

Ashley lo esquiva y saca varios cuchillos de sus tatuajes y los lanza hacia Urney, pero falla.

Urney pone a la niña como escudo, entonces Ashley se confunde y no sabe qué hacer para no herir a la niña.

Por el ruido, llegan Sara y Oliver a toda velocidad en Kiki.

—¿Por qué han venido? —les grita Ashley, enojada.

A lo que Sara le responde igual de enojada:

—¿Acaso querías que lo dejara solo en un lugar así?

Mientras discuten, Urney lanza un ataque combinando el fuego de Hades y el fuego de Hestia.

Este fuego es tan poderoso que derrite el acero de las armas y armaduras a su paso. Ashley salta hacia Sara para protegerlos con su barrera de protección.

La barrera logra protegerlos, pero gasta mucha energía de Ashley.

Urney se dirige rápidamente hacia ellos, empuñando la espada de Hércules. Su velocidad es impresionante.

Sara y Oliver lanzan flechas con runas a los pies de Urney. Estas explotan, haciéndolo caer.

Esto les da tiempo de escapar.

—Debemos rescatar a esa niña —dice Ashley, con la respiración algo agitada.

—Lo sé, pero no somos poderosas como H. Debemos encontrarlo —le responde Sara.

Urney salta muy alto con la espada de Hera, potenciando sus poderes, y lanza bolas de fuego con la espada de Hestia, también potenciada por la espada de Hera.

Kiki logra esquivar cada una de las bolas de fuego que explotan al impactar contra el suelo lleno de esqueletos.

Sara toma su espada y recuerda las palabras de Robert:

"Te entrego la katana Kaibutsu Koroshi. Esta espada es forjada con sellos japoneses para absorber el maná con cada estocada. Al ser una humana, no puedes lanzar ataques mágicos, ya que no tienes maná, pero esta espada te permitirá debilitarlos absorbiendo su energía."

Sara forma un plan rápidamente y lo pone en marcha.

Reduce la velocidad de Kiki para que Urney pueda alcanzarlos y, cuando está lo suficientemente cerca, Sara salta hacia él y da una estocada, pero debido a la velocidad de Urney, no puede dañarlo tanto.

Una incisión larga y recta se extiende desde su muñeca hasta su codo, dejando un rastro de sangre que cae por su brazo izquierdo. La camisa de manga larga que lleva también ha sido cortada, revelando la herida que se esconde debajo. Sin embargo, en lugar de mostrar dolor o preocupación, Urney se ríe con una sonrisa confiada y dice:




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