CAPÍTULO 40
CAOS FRENÉTICO
El líder se detiene en seco, quedando frente a H, quien está arrodillado sin voltear a ver hacia arriba.
—Es un tanto humillante que mis cinco hijos hayan perdido contra ti, pero mírate ahora —dice el líder mientras levanta su tridente para dar el golpe de gracia—. No eres el monstruo más poderoso del continente; solo eres una bolsa de carne vacía de emociones, un esclavo fallido sin amo a quien servir.
Las manos del líder son rodeadas por el látigo de cadena de Ashley. Él voltea hacia ella y la ve caer desde el cielo. El látigo se llena de electricidad. El líder intenta liberarse, pero es electrocutado con la fuerza de diez rayos.
May logra atinar varias flechas de maná que lo hacen retroceder con mini explosiones de fuego blanco. W entra en modo berserker y lanza sus cuchillas de diamante hacia el líder, alejándolo de H.
W, con todas sus fuerzas, intenta cortarlo con su espada. Con un grito de furia, se lanza sobre él, pero el líder la detiene solo con dos dedos. W no tiene tiempo de reaccionar y de un golpe fuerte en el estómago es enviada contra las gradas, dejando la espada en los dedos del líder.
—¡Cómo me gustaría poder usar esta cosa! —exclama el líder con un tono triste y burlesco.
Ashley, con furia, intenta atacarlo a distancia arrojando sus cuchillos, pero cada uno es esquivado mientras el líder corre hacia ella.
Ashley, en lugar de huir, saca su espada y se prepara.
El líder prepara su tridente para atravesarla, pero Jeffrey le asesta un gran golpe en la cabeza con su mazo de guerra, tan brutal que este se agrieta. El líder cae al suelo. Jeffrey se aleja un poco y le dice a Ashley que vaya con H y a May que vaya con W. Ellas obedecen.
El líder se levanta con una leve risa. Jeffrey se pone en posición defensiva. El líder comienza a peinarse con los dedos en el lugar del golpe mientras dice sonriendo:
—Perdón por agrietar tu juguete.
Jeffrey se enoja, aprieta los dientes y se lanza contra él. En una danza casi juguetona, el líder esquiva cada ataque de Jeffrey con su mazo mientras mantiene su tridente en la derecha y la espada de diamante en la izquierda.
Ashley ayuda a H a levantarse.
W apenas logra levantarse entre gestos de dolor; el golpe lo sacó del modo berserker. May llega justo antes de que este caiga al suelo de nuevo, y mientras el líder juega con Jeffrey, los cuatro se reúnen.
W, con gran dolor físico en su voz, exclama:
—H, espero que tengas un buen plan, porque yo no veo forma de salir de esto con vida.
H se truena la espalda con una gran flexibilidad y, posteriormente, responde: —Sigan el plan y, cuando les dé la señal, se alejan.
Uno de los tatuajes de este brilla y la Espada de Zeus se materializa y se clava en la tierra. H la levanta y se la da a Ashley. Guardan silencio unos segundos y luego saltan a la acción.
Ashley extiende su látigo de cadena hasta atrapar la espada de diamante. El líder se detiene e intenta cortarlo, pero Jeffrey le acierta un golpe con su mazo en el estómago y se aleja, dándole espacio a May para que lance sus flechas. Esta logra atinar dos flechas incendiarias que dificultan su visión por unos minutos, haciéndolo hacer movimientos bruscos para apagar el fuego.
Ashley aprovecha para electrificar su látigo, haciendo caer al líder de rodillas y soltar la espada. Ella tira del látigo, haciendo que la espada salga volando y caiga cerca de W, quien con dolor corre hacia esta y vuelve al modo berserker que niega su dolor.
El líder mira a su alrededor y los ve uno a uno a la cara y comienza a reír a carcajadas:
—¡Qué grupo más patético!
El eclipse de la luna roja termina y el brillo rojo en los ojos de todos se desvanece mientras la luna poco a poco deja de ser roja.
—Ya me harté de jugar, así que pueden atacar como quieran, los mataré lo más rápido posible —exclama el líder, cambiando repentinamente de tono, de burla a serio.
Jeffrey, con un poco de cansancio en su respiración, le pregunta:
—¿Qué? ¿Nunca te cansas de hablar?
A lo que el líder sonríe y, posteriormente, le lanza cuchillas de hielo en un movimiento casi imperceptible, pero todas estas son destruidas por las cuchillas de diamante de W.
El líder exclama riendo nuevamente:
—Quiero que todos ataquen juntos...
Es interrumpido por varios rayos que caen de la Espada de Zeus. W aprovecha y ataca lanzando fragmentos más grandes de diamante cargados con electricidad; estos envían al líder con fuerza dentro del bosque.
Este se detiene varios cientos de metros dentro del bosque, con su respiración algo acelerada y apretando los dientes. Comienza a dar varias vueltas a su tridente y de este salen cuchillas de hielo sin aparente fin, destrozando el bosque en una lluvia de astillas mientras lo mueve de derecha a izquierda y lo gira. La destrucción no para.
Cuando la gran lluvia de hielo mortal los alcanza, no hay a dónde huir, pues esta cubre todas las direcciones. Ashley activa su barrera protectora mientras busca a H con la mirada; Jeffrey activa la suya igual. W cubre a May y también activa su barrera. Pero las tres se rompen de la nada y son empujados a un mismo lugar, los cuatro.
—¿Qué carajos? —exclama May sin entender qué pasa.
H aparece empuñando la Espada de Hermes y la guarda, sacando posteriormente la Espada de Hestia y Hades. Estas dos comienzan a emanar fuego de sus filos; la de Hades, fuego azul, y la de Hestia, fuego rojo. H las coloca en forma de equis, apuntando al líder, y rápidamente se crea una barrera de fuego que vaporiza casi al instante las cuchillas.
Mientras H los cubre, ellos miran su equipo, siendo May a quien solo le queda una flecha relámpago y tres runas explosivas. El sudor en sus frentes se comienza a acumular por el calor.
—Dudo que eso le haga algo —exclama W.
Ashley y Jeffrey buscan con la mirada en los miles de cadáveres si hay flechas rúnicas y