Wallas

Capítulo 3

 

Wallas

 


- ¿Y si no lo intentamos?

 

[…]

 

El dolor de espalda que siento es fatal, me mata tanto que mi espina dorsal se queja de dolor a gritos.

 

- ¿Wallas?

 

Guilian aparece por el umbral, su actitud de soy-buena-hermana no le pega.

 

- ¿Si Guilian? 

 

- Mamá nos está llamando

 

Asiento a sabiendas que ella no me ve.
Me levanto por arte de magia encaminandome a la sala. Hit también sale de su habitación y el silencio que se crea es tan tenso que dudo poderlo cortar.
Le hago caso omiso y termino de ponerme la camiseta por completo. Ya en la sala mamá se encuentra sentada en el sillón de papá. Cuando él no está, es mamá quien toma el poder.
Hit se pone al lado suyo y Guilian se sienta a su lado. Parecemos ahora, una tipica pintura de las que tenemos colgadas.

 

- Hoy la hermana René del Corazón Misericordioso de la Virgen nos visitará - anuncia mamá con un ademán a quererse desmayar

 

Está tan cansada como yo...

 

- ¿Temas religiosos? - pregunta mi hermano

 

- La familia Winston siempre ha apoyado al orfanato del Corazón Misericordioso de la Virgen con temas económicos, somos benefactores - informa mi pelirroja hermana

 

- Como el heredero de todo lo que poseemos debes saber a lo que nos dedicamos, a lo que apoyamos, de lo que somos benefactores

 

Asiento ante las palabras de mamá. Tiene razón. Soy un Winston, eso significa que debo sentar cabeza para ser el más ideal de todos los Winston anteriores.

 

- También vendrá con ella una muchacha que hara de papel de mucama en nuestra mansión, pido todo el respeto del mundo con la chica - ordena mamá con tono autoritaria, claro, mirando a Hit

 

Mi hermano tiene mala reputación de ''mojabragas''  con las empleadas. Siempre se las agarra con las nuevas. Así que si la nueva es virgen, en dos días va a resultar pegada como lapa a mi hermano. O viceversa.
Pero el timbre suena entonces sacandonos a todos de nuestros pensamientos.

 

- Compórtense - pide mamá

 

- Señora Winston la hermana René ha llegado

 

- Hágale pasar -ordena mamá

 

Y la puerta sevuelve a abrir ingresando una monja muy alta con una chica a su lado. Mis ojos no tardan en descifrar quién es.
Rubia torpe. Se me viene a la cabeza cuando sus ojos azules llegan a posarse sobre mí.
El asombro es para ambos.

 

- Nicole - saluda la hermana - están muy grandes tus hijos

 

- Lo sé René

 

- Les presento a Emma Foster

 

La señora coje de la cintura a la rubia y la atrae hasta que ella queda en frente se nosotros.

 

- Un gusto

 

- Es la muchacha de quien te hablaba

 

- Si me acuerdo

 

No tardo ni un segundo en inspeccionarla.
Vaqueros sueltos y rasgados, camiseta holgada, zapatos de estudiante y una ramera negra. Perfecto, diria que me ha tocado un vagabundo como mucama. Pero eso sería ser gentil.

 

- ¿Foster? - pregunto aun mirándola

 

- Ese apellido se lo puse yo - dice la hermana con orgullo - le queda muy bonito, y es muy bonita

 

La vuelvo a mirar. Tiene la cabeza cabizbaja pero eso no quita el hecho de poderla estudiar.
Es alta, sus facciones no son toscas, tiene la cara media redonda y una nariz perfilada. Sus labios son gruesos pero quejumbrosos no sé porqué. El cabello es rubio,  de un tono dorado con castaño. Y Dios fue gentil al otorgarle curvas magníficas. Asi que sí, en concreto, es bonita, pero su modo de ser, de pensar y hablar. No la hace mejor ni peor en un ámbito como el mío.

 

- No me cabe duda - responde Hit tragandose las miradas de muchos

 

- Si es muy bonita - apoya Guilian

 

- Hija - dice mamá - ve a enseñarle a la señorita Foster su lugar de trabajo

 

Mi hermana asiente y conduce a la rubia, Emma, hacia la puerta de servicio.
El silencio es largo cuando mi hermano hace un ademán a querer ir detrás de ella.

 

- Espero que le vaya bien, es una buena chica - dice la hermana René com tristeza - me despido sin más

 

- Tenga un buen día hermana

 

La señora se va y el silencio reina en lugar.
Hit desaparece y cuando intento hacer lo mismo mamá se aproxima a tomarme de la muñeca dejándome inmóvil en mi sitio.

 

- Quiero hablar contigo Wallas

 

- Como gustes madre - contesto a la vez que salgo tras suyo para encontrarnos con el inmenso jardín

 

Los árboles adornan la entrada de forma en que cuando pasas por ellos parece entrar en otro mundo. Las flores adornan la mayor parte del suelo y un sendero se hace presente a medida que avanzamos.
Mamá cuidó de este jardín siempre. Nos contó que cuando se mudó lo primero que hacia todos los días, era verificar como iban sus cultivos. Hasta que llegó a crear todo lo que observo ahora.
¿Y lo mejor? La hermosa vista que tenemos. Estando aquí puedo observar lo pequeña que es la ciudad a mis pies.
Mamá se quita los tacones y los deja a un lado del estanque. Suspira.




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