Emma
Sí, era la huérfana
[…]
Respiro, los ojos de Hit me atraviesan y los de Wallas no hacen nada más que mirarme.
Entonces siento rodear mi cintura por un brazo que me captura hasta pegarme a su cuerpo.
Hit.
Veo como Wallas se queda viendo los brazos de su hermano rodeando mi cintura.
¿Eso debe doler, verdad Wallas?
- ¿Nos dejarías algo de intimidad? - sisea el pelirrojo
- Claro - contesta el mayor
Lo miro retirarse. Darnos la espalda y salirse por la puerta en donde minutos antes había ingresado.
No voltea a mirarme solo sigue su paso con las manos en el bolsillo del pantalón.
Cobarde
Algo dentro de mí se remueve.
Vamos Emma, te humilló
Pero nadie merece que le traten así. En su mirada lo vi todo.
Él estaba dolido.
Pero entonces pienso en mí.
Sí, por primera vez Emma Foster pensará en ella primero. Como dicen, no es egoísmo, es amor propio.
¿Así se sinte herir a alguien?
No me criaron diecisiete años para ser esta persona. Que se besa con el chico que la atrae y otro que es su hermano.
Yo iba a ser monja. Hasta incluso mi nombre suena genial «Hermana Emma»
Joder, no criaron a esta chica. Me avergüenzo de mi verdadero ser.
Drake tenia razón. Me estoy perdiendo. Y duele como hostia no encontrar tu camino de regreso
¿Qué esperaba?
¿Que Wallas Winston lucharía por mi?
Eso solo le pasaba a las chicas guapa como Erika, o como Diana. E incluso la hermana René tuvo su historia de amor.
Yo no era la chica guapa, era Emma, la rubia que parecia pordiosera cuando era niña, causa para recibir insultos cada segundo. La que no tuvo familia porque pensaron en mí como una jodida molestia. No tuve un padre ni una madre. Me sentaba en la esquina a ver como mis amigas eran llevadas por sus nuevos padres a sus nuevas casas.
Eso era doloroso. Que nadie te quisiese.
Aprendí a peinarme, a leer, a escribir, aprendí a no darme por vencida nunca. Olvidar las noches que lloraba desconsoladamente fueron parte de mi vida, de mi rutina. Superé cuando me caí de la bicicleta, cuando lloré porque el chico que me gustaba no me pelaba.
Lloré. Lloré y seguí llorando. Porque llorar es de fuertes.
Pero hoy no me sentía como tal.
Me sentía una mierda.
¿Que tan difícil puede llegar a ser para sentirse así?
- ¿Emma? - pregunta Hit chasqueando los dedos frente a mí
- Lo siento, estaba pensando - me separo de él por completo y tomo distancia
El beso fue un error.
- Lo lamento - confieso tocando mis labios involuntariamente
- ¿Lamentar qué?
Retrocedo un poco más. De repente siento que el aire me falta. Como si no estuviera en un balcón, sino en una caja totalmente cerrada.
Mis pulmones se comprimen.
- ¿Emma? ¿Estás bien? - asiento
Debo salir de aquí.
- No mentía cuando te dije que quería conquistarte
¿En serio? ¿Qué tienen los Winston que se empeñan en hablar en el momento menos indicado?
- Hit
- Por favor Emma
Sus ojos suplican y sus manos sujetan las mías velozmente.
- Vale
Si lo que aprendí en mi tiempo sirviendo a los Winston es que no puedes negárseles a la primera.
- ¿Lo pensarás? - asiento
Es lo que menos quiero pero si digo lo que pienso no me dejara en paz.
¿Desde cuando Emma Foster no dice lo que piensa?
Que ridícula que te has vuelto
Ruedo los ojos con disimulo y aparto mis manos de la suyas.
- Es tarde - musito
- Buenas noches
Asiento y es entonces cuando siento sus labios sobre los míos, sus manos posadas en mi rostro atrayendolo suavemente a intensificar el beso.
No me aparto, ni lo continuo. Porque me ha pillado de sorpresa.
Él es quien se separa.
Al cabo de un rato me encuentro sola en el balcón, sin darme cuenta que Hit ya no me hace compañía.
Menudo problema en el que me metí.
Me rasco las sienes y observo el frío y desolado bosque a mi alrededor. Un aullido se hace escuchar y en los árboles puedo divisar animales. Lechuzas.
Perfecto Emma, sola otra vez
Salgo del balcón y cierro la puerta detrás mío.
Entonces es como mis pies se dirigen hacia la habitación.