Capítulo 13

Desperté envuelta en aquellos brazos que no permitían paso al frío.

Cinco segundos fueron suficientes para recordar lo que pasó anoche. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora?

Apreté fuertemente mi collar antes de hablar.

— Buenos días —saludé.

Él estaba despierto haciendo guardia, era temprano.

No me contestó, pero no era como si esperara que lo hiciera pues estamos hablando de Daryl, sé que es nuevo en esto de los sentimientos, y no me molesta si sé que talvez siente lo mismo que yo.

Desde donde estaba si levantaba un poco la cabeza podía llegar a ver si mandíbula, pues ni siquiera se había movido.

Me levanté, tenía que despertar a Josh y darle de desayunar, aún era temprano, pero no iba a dejar que mi hermanito se volviera un sedentario.

Escuché a Daryl gruñir cuando inesperadamente salí de sus brazos.

— Tengo un enano que atender —de un salto bajé de la caravana y una vez abajo ayudé a Mus a bajar, éste estaba durmiendo, pero tampoco se salvaría.

Entré a la caravana procurando no despertar a nadie.

A rastras tuve que sacarlo y de pasó buscar comida enlatada en mí mochila.

— Ni pienses que dejaré que a tus seis años te vuelvas un flojo.

Estalló sus ojos con sus pequeñas manitos.

— Pero Domi.

— Pero nada —lo callé.

Abrí con mi cuchillo la lata y se la di.

— No me gustan los frijoles.

Siempre traté de que no la pasara nunca mal con la comida, pero no tuve la oportunidad de ir a algún pueblo por más granos de maíz y caballa, esos dos son la comida enlatada que más le gusta.

Me sentía tan culpable de que a su edad no pueda seguir degustando todos los días comida deliciosa y con sabor. Probar la infinidad de pasteles distintos de la señora Brown, ni siquiera ir al parque con tranquilidad y sin miedo de que intenten comerte.

— Lo siento cariño, pronto iré a buscarte más comida que te guste 
—acaricié su cabello.

— ¿Qué pasará cuando no haya más comida y solo tenga lombrices?

Levanté la cabeza para ver a Daryl, tiene razón. Vi a Josh hacer una cara graciosa por lo de las lombrices.

— Lo sé, pero mientras pueda intentaré que no tenga que comer lombrices —dije mirandolo con una sonrisa.

Daryl asintió y pude ver un atisbo de sonrisa mientras nos veía desde allí arriba.

Unas horas después ya todos estaban de pie, Rick planeaba ir de nuevo en busca de Sophia y de paso encontrar más agua que pronto se nos acabaría.

Ésta vez iríamos todos, menos T-Dog y Dale que se quedaría a cuidar del herido y su amada caravana.

Para el medio día ya estábamos en el interior del bosque.

— Vamos Mus, caza —estaba decidida a enseñarle a Mus a cazar, pero definitivamente era muy pequeño aún, y le costaba perseguir a las ardillas.

Eran muy rápidas y terminaba volviendo con la cola entre las patas.

— No pasa nada pequeño, pronto crecerás y lo lograrás. —acaricié su cabeza— ahora busca.

Empezó a olfatear, no sé si buscaba agua, comida o a Sophia, pero algo buscaba y ese algo obviamente sería bueno.

Daryl se la pasaba ignorándome cuando estábamos con el grupo, así que no lo molesté mucho.

— Terroncito —Glenn al escuchar el apodo casi escupe intentando retener la risa. Cuando Daryl lo miró mal camino hacia más adelante.

No dejé de repetir su apodo una y otra vez, él simplemente me ignoraba y volteaba a otro lado para no prestarme atención

— ¡Daryl una serpiente!

Grité. Volteó tan rápido que me asustó, me puso atrás suyo y con su ballesta apuntó al suelo buscando a la dichosa serpiente.

Gruñó al notar que solo fue un truco mío para que me prestara atención.

A mis espaldas podías escuchar como se reían del pobre ballestero.

— Mus cuida a Josh —dije y empecé a alejarme con una sonrisa.

Podía sentir la mirada de Daryl en mi espalda, pero quería apresurar nuestra búsqueda, me estaba aburriendo.

Como es habitual en mí, caminaba rápido y con mí bate apoyado en mi hombro, las puntas que le clavé eran perfectas, me permitían matar lo que sea de un solo golpe, y por suerte cuando lo apoyaba en mi hombro las puntas no chocaban.

Estuve pensando seriamente en cambiarlas por otras de metal cuando pueda y tenga los artefactos, sería una jodida máquina de la muerte.

— Domi —volteé encontrándome con Carl.

— Hola Carl —él se mantuvo caminando a mi lado por bastante tiempo, pero no podía ignorar la mirada de Lori en nuestras espaldas. Aún no entiendo porque yo le molesto tanto.

Él niño seguramente solo caminaba conmigo para hacerme compañía o porque le caigo bien y ya me quiere asesinar con la mirada.

— Sabes —llamé su atención— en el CDC encontré chocolates, y... puede que me haya robado algunos —le sonreí jugueteando.

Obtuve toda su atención, y de mi mochila saqué dos.

— Porque no vas y le invitas uno a Josh.

— Gracias —dijo bastante contento y fue hasta Josh y le entregó una barra de chocolate.

Sonreí. Ver a Carl desviarse del mundo y volver a tener el aura de un niño junto a Josh... es muy bonito.

Sentí pasos aproximándose a mí.

— Gracias por todo Dominique —lo miré con una ceja alzada— No tuve tiempo de agradecerte por todo, comenzando por haber cuidado mi espalda desde que nos conocimos.

Caminábamos a la par.

— No agradezcas Rick. Fue por culpa de todos tus discursos que me ponen sentimental.

Lo escuché reír.

— Me voy. Cierto cazador me clavara una flecha en la cabeza si no me alejo de ti.

Lo vi alejarse y fruncí el ceño, volteé un poco y me encontré con la mirada de Daryl.

Se veía enojado, bueno, siempre se ve enojado, pero ahora un poquito más.

Esta vez no desvió la mirada ignorándome, estaba observandome directa y reclamantemente a los ojos, involuntariamente di una paso al frente intentando acercarme, pero caminó hacia un costado diciéndome claramente que no quería tener ninguna conversación.