San petersburgo,Rusia.
5:00 am
Joe abrió la puerta de la habitación para encontrarse a Jade sentada a horcajadas en el cuerpo inerte de un sicario. Los ojos del hombre estaban abiertos y sin vida, mientras que los de Jade destilaban ira.
—Dejalo - Joe se acercó a Jade y la tomo de la cintura, apartándola del asqueroso muerto.
—Andrew fue a luchar afuera - murmuró preocupada, mientras se limpiaba la sangre de las manos con su chaqueta.
—Iremos por él - Joe no pudo evitar posar sus manos en su delicado rostro - ¿tu estas bien? - susurró cerca de su labios.
Jade observó a Joe, su mirada delataba lo que aún sentía por ella.
—Estoy bien - sonrió Jade sin poder evitar mirar sus finos labios.
El corazón de Joe saltó de felicidad al ver las intenciones de Jade, sin esperar mas, inclinó la cabeza para besar sus labios.
—¡Chicos! - Mike entró desesperado a la habitación, sin siquiera percatarse de lo que había interrumpido - ¡Antonio esta herido! hay mas sicarios en el jardín trasero.
—Vamos - Joe soltó un suspiro de frustración, sujeto delicadamente el brazo de Jade y siguieron a Mike.
—¡Joe! - Angelo lo miraba fastidiado - ¿por que mierda fuiste a matar a esos dos sicarios? te vimos por las cámaras, pudo haberte pasado algo...
—Pero no pasó - lo interrumpió Joe con una sonrisa burlona - lo siento, se que debía quedarme pero necesitaba liberar mi adrenalina - se justifico haciendo una mueca.
"Definitivamente era la peor excusa"
—¡Sabes que si te mueres nos cagamos todos! - bramó - ¡y todo esto se iría a la mierda!
—Entiendo - murmuró.
—Espero que lo pienses mejor para la próxima...
—Señor, aquí, Tanda 2, ¿me copia? Cambio. - dijeron desde la radio.
—Te copio, Norman, ¿como va todo?, cambio.
—El señor Andrew vino con sus hombres y hemos acabado con la mayoría, hay sicarios que desean hablar con ustedes,cambio.
—Traelos ahora mismo, cambio.
En cuanto Angelo finalizó la llamada, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.
—Hemos ganado la primer pequeña guerra - dijo sacando una botella de vino - hay que celebrar cada pequeña victoria.
Antonio, quien estaba sosteniendo un trapo ensangrentado en su estómago, tomó la botella y comenzó a servirse una copa.
—¿Que? - frunció en ceño cuando se percató de la mirada de todos - me ayuda contra el dolor - se justificó.
—Claro - dijo sarcásticamente Jade - yo también tomaré una copa...Andrew esta vivo - explicó cuando ahora las miradas estaban en ella - ¿acaso no es motivo para festejar?
—¡Claro que sí! - sonrió Angelo - y tu has matado a dos tipos en unos pocos minutos - dijo a Joe - venga, toma una copa.
Joe observó divertido la escena y se dispuso a beber con los demás.
—¿Y que hay de mi? - se quejó Mike observado a todos divirtiéndose con unas copas de vino.
—Muchacho, eres el conductor designado - dijo Antonio y todos estallaron a carcajadas.
Veinte minutos mas tarde, Andrew y sus hombres entraban a la sala, seguido de los hombres de Joe y Angelo...
y los sicarios.
—¡Bueno, que buena bienvenida nos han dado! - exclamó Angelo, cuando los sicarios se acercaron - ¿quieren saber que les espera ahora? - sonrió malicioso. Pero para sorpresa de todos, Los doce sicarios que se encontraban delante suyo, se arrodillaron en modo reverencial.
—Señor - dijo uno de ellos - lamentamos el desafortunado encuentro, nosotros sabíamos de las intenciones de nuestro jefe y nos infiltramos con el grupo para defenderlos - explicó todavía con la mirada en el suelo.
Angelo y Joe se miraron, pero fue Andrew quien les quitó la duda.
—Ellos pelearon a nuestro lado - afirmó - pero bueno, solo se eso.
—¿Por que hicieron eso? - interrogó Antonio,haciendo una mueca de dolor y apretando su herida de bala - ¿acaso es una artimaña?
—Mike, llama al doctor Benson - dijo Angelo tendiendole el celular - dile que hay un herido de bala y que este perdiendo mucha sangre. - Mike asintió y salió de la sala para hablar con el doctor.
—No es ninguna artimaña - negó el tipo - en cuanto nos enteramos que había un nuevo capo, no dudamos en unirnos, pero debíamos ser cuidadosos, pues Diego Montero asumió como el capo por su propia cuenta hace ya tres años - explicó frunciendo el ceño - estamos perdiendo nuestro negocio por su mal manejo - escupió disgustado - pero no podemos hacer nada porque tiene la protección del líder de la Cosa Nostra...
—¿Vito marcelo? - preguntó Jade incrédula. -¿esta vivo?
El tipo no respondió y Jade se acercó hecha una furia, Joe jamas la había visto en ese estado.
—¡Responde, pedazo de mierda! -gritó dándole un puñetazo al tipo.
—Jade - advirtió Andrew, pero ella no lo escuchaba, solo esperaba la maldita respuesta.
—Si - contestó finalmente el tipo, escupiendo sangre. - tienes un buen gancho izquierdo - admitió con una sonrisa coqueta.
—No puede ser - susurró Jade - tiene que ser un mal sueño - Joe sintió su corazón estremecerse, no sabía que le ocurría a Jade, pero el hecho de verla mal lo hacía sentir débil. Dio un paso para acercarse a ella pero Andrew se le adelantó
—Ven nena - dijo atrayéndola a sus brazos - vamos a descansar un poco.
Jade lucía agotada y al borde de las lágrimas, Andrew la cargó en sus brazos y le pidió permiso a Angelo para llevarla a una de las habitaciones.
Una vez que se fueron, los dos volvieron la vista hacia los sicarios.
—Por hoy se quedaran aquí - ordenó Angelo - aún no podemos confirmó en ustedes, necesitamos hablar todos y como veran, no es el momento adecuado. Se hospedaran aquí pero no intenten algo tonto como una llamada porque están vigilados. Ustedes - señaló a la gente de Andrew - no los pierdan de vista, si intentan algo, tienen permiso para matar. - los guardias asintieron y se llevaron a los prisioneros.