Sicilia, Italia.
Dos meses después...
—¡Joe! - gritó Mike abriendo algunas puertas de la mansión. Finalmente logró encontrar el despacho, no se necesitaba mucha inteligencia para saber que ahí adentro estaba su psicópata hermano, pues afuera se encontraban cuatro gorilas custodiando la puerta.
—Señor Nicollo - saludó uno de los guardias - el capo lo espera adentro - comentó dejándolo pasar.
El segundo guardia tomó la maleta de Mike y se dispuso a llevarla a su respectivo dormitorio.
Mike entró de un empujón y su mirada se topó con la de Joe, quien se encontraba vestido con camisa y corbata,junto con una laptop y revisando unos cuantos archivos.
Mike sonrió divertido ante aquella escena, si algún desconocido lo viera en este instante, pensaría que su hermano era un hombre de negocios legales, no el mismísimo capo de la mafia italiana.
Lo único que mostraba indicios de chico malo solo eran los tatuajes de su cuello y brazos que sobresalían de su camisa blanca...
—¡Aún sigues con vida! - exclamó Joe. Su mirada reflejaba alivio. Todavía no podía creer en que momento permitió que su hermano adoptivo se adentrara en aquella misión.
—No puedes deshacerte de mí tan fácilmente - bromeo.
—Eso ya lo sé - Joe largó un resoplido, fingiendo decepción - pero dime, ¿que tal el viaje?
—Una pesadilla - bufo Mike, dejándose caer en el sillón de cuero - recuerdame no volver a interceder en tus negocios.
—Creeme, también deseo lo mismo - recriminó - pero siempre encuentras una maldita manera de joderme.
Mike sonrió burlón ante la expresión enfadada de su hermano. Habían pasado dos meses desde la masacre en la mansión Montero y un poco mas de un mes desde que su hermano por fin pudo ocupar su trono. Los sicarios italianos juraron lealtad hacia Joe y unos pocos que no quisieron jurar fueron exterminados.
Esa parte a Mike no le agradaba nada, pero tampoco podía interceder. No era tan idiota.
Luego de la bienvenida de Joe, Mike tenía que cumplir con la parte del trato que se le debía a Marshall, el jefe de la mafia de Los Ángeles.
—Hackee los sistemas satelitales por un momento y obtuve la localización geográfica de la base militar, que por cierto es una tapadera - aclaró con asombro - y encontramos a muerto sujeto.
—Vaya - la sonrisa de Joe era enorme, realmente se sentía orgulloso de su hermano - ¿que dijo Marshall?
—Ah, digamos que ahora soy su persona favorita, hasta creo que estaba a punto de besarme - bromeo - de todas formas, la deuda quedó saldada - sonrió satisfecho - me invitó a pasar el verano en su...
—¡No iras!...después hablaremos bien - dijo Joe retractándose enseguida.
Sabía que estaba siendo demasiado duro con su hermano, pero no se fiaba de nadie y Mike tendría que aprender mucho sobre eso.
—Bien. - con un simple encogimiento de hombros, Mike se encaminó a la puerta.
—Gracias - murmuro Joe.
Mike asintió y salió del despacho, reprimiendo una carcajada por la incomodidad de su odioso hermano, sabía que le había costado mucho acotar esa simple palabra.
Una vez que su hermano se fue, Joe volvió la vista a su ordenador. Fue nuevamente al buzón de mensajes para terminar de concretar las próximas reuniones, cuando un mensaje desconocido apareció en su pantalla. Un sentimiento extraño lo embargó, abrió el mensaje rápidamente y se encontró con un archivo pesado. Ante la duda, decidió llamar nuevamente a su molesto hermano.
Minutos después, Mike entraba al despacho.
—Creo que alguien me extraño demasiado - se regodeo su hermano dejándose caer en el sillón. -¿Que pasa?
—Me han enviado un archivo
—¿Quien? - Joe se encogió de hombros y volteo la laptop hacia su hermano.
—Puedo rastrear la dirección IP, pero debemos abrir el correo...
—¿Que pasa si es algún virus para robar información? - No era la primera vez que Joe recibía archivos dañinos...
—Antes de irme deje programada tu laptop para eliminar esos troyanos - explicó tecleando la computadora - aquí - señaló la sección baja de la pantalla - está actualizado, si fuera un virus, directamente el mensaje nunca te llegaría, para eso es el programa.
—De acuerdo - Joe tenía demasiado de sus explicaciones nerd - entonces abre el archivo.
—¿Yo? - Mike lo miraba consternado.
—Entonces dame - con un rápido movimiento, Joe volteó la laptop y abrió el extraño archivo.
Minutos después, la pantalla fue cubierta por documentos, imágenes y vídeos...
Imágenes y vídeos de Will.