Welcome to the mafia

Capitulo 40: El último golpe - parte 4

Sicilia, Italia.

            Mansión Nicollo.

                    18:00 pm

 

El doctor Benson salió de la habitación de Joe.

-Esta estable - se apresuró a decir ante la mirada impaciente de Mike.

-¿Se encuentra despierto? - preguntó esperanzado. El doctor negó con la cabeza y colocó una mano en su hombro, tratando de reconfortarlo.

-El Capo es un joven muy fuerte, le administramos medicamentos por vía ultra venosa, mi equipo está suturando su herida en estos momentos - explicó rápidamente - sigo insistiendo que podría este mejor en el hospital...

-Creame - interrumpió Angelo, frotando su barbilla - lo sabemos, pero en estos momentos...- repasó la mirada en su traje azul, ahora manchado con sangre y roto. - simplemente, no es un buen momento, no podemos exponerlo.

-Lo entiendo. - El anciano doctor Benson llevaba veinte años trabajando para la mafia Italiana. Era uno de los pocos médicos respetados en el mismo circulo de mafiosos.

Minutos mas tarde, el equipo del doctor Benson habían terminado su trabajo, se despidieron todos con un ademán.

Mike rápidamente se adentró a la habitación de su hermano para encontrarlo todavía inconsciente, su esmoquin había sido reemplazado por una bata médica.

-Te ves fatal - murmuró.

Angelo, quien se encontraba a su lado, asintió todavía observando el rostro magullado de su amigo, volvió a la realidad rápidamente cuando vio a Mike intentando sentar a su inconsciente amigo.

-¡Dannazione, Mike! ¿Que estas haciendo?

-Pues que crees - jadeo - se ve fatal, necesita un buen baño y un cambio de imagen - arrugó la nariz señalando la bata de hospital - esto definitivamente no va con él...

-Estas demente - Angelo soltó una pequeña carcajada - te ayudaré.

Finalmente, Angelo cargó el cuerpo de Joe y Mike se encargó de sostener el drenaje que su hermano tenía conectado en el abdomen.

-Listo - suspiró Angelo, observando a su amigo en la bañera - ¿Piensas bañarlo? -bromeó.

-No imaginé que esto sería tan...gay - confesó pensativo.

-¿Joe? - La voz de Jade se escuchaba en la habitación.

-Estamos aquí - gritó Mike desde el baño, una idea estupenda se había instalado en su cabeza.

-Chicos - saludó observando a Joe inconsciente y semi desnudo en la bañera. - ¿Ustedes iban a bañarlo? - los miró incrédula. - vaya, eso es genial...

-Lo harás tú - soltó Mike, acomodando el drenaje de su hermano afuera de la bañera.

-Mike - replicó Angelo - no creo que...

-Vamonos - Mike lo empujó hacia la habitación. -estaremos aquí para ayudarte a traerlo. - le aseguró con una enorme sonrisa.

Cuando las puertas se cerraron Jade soltó un enorme suspiro.

Se quito la camiseta de Andrew que llevaba puesta, quedando solo en un pequeño sostén blanco y se arrodilló en frente de su primer amor.

-Odio verte así - dijo mientras pasaba una esponja por sus brazos - no lo digo por tus magulladuras, si no por ti, te ves vulnerable.

Tomó una pequeña jarra y comenzó a tirar agua por su pecho y brazos.

-Sabes, confieso que aún siento algo por ti - susurró apenada - pero también siento algo por Andrew, creí que tenía las cosas claras - ahogó un sollozo - pero tú llegaste para confundirme...Andrew canceló la boda.

-Lo siento - susurró Joe aún con los ojos cerrados.

-¿Estabas despierto? - chilló espantada. - Joe abrió los ojos.

-Lo siento, trataba de hacerle una broma a los chicos y justo llegaste.

-Oh - Jade soltó una pequeña risa.

-Recién me estabas hablando sobre tus sentimientos.

-Yo...yo no...

-Solo dilo - la animó - yo lo entenderé.

-Bien - suspiró resignada - hace tres años te amé, te amé mucho, no tenía a nadie, ya sabes como fue mi vida...

-No lo sé - Joe la miraba con tristeza - nunca me contaste nada sobre ti.

>>¿Por que? ¿Por que no confiabas en mí?

-No fue eso - negó rotundamente - es solo que yo estaba muy asustada, Joe, Vitto Marcelo...él me violaba todos los días... - su voz se quebró - no podía contarle a nadie, me daba asco, vergüenza... - Joe tomó la mano de Jade y la acariciaba suavemente con el pulgar, tratando de calmar su dolor.

>> Luego estabas tú, sabía que en algo andabas pero yo también tenía mis secretos,por eso no te replicaba nada.

-¿Realmente nos amábamos? - le preguntó Joe.

-¡Pues si! - exclamó a la defensiva - o por lo menos yo creo que sí.

-Quiero decir, mis padres se aman y ellos nunca se ocultan nada...

-Nosotros ni siquiera nos teníamos confianza - susurró Jade.

-¿Y él? - Jade lo miró desconcertada -¿,Confías en Andrew?

Un minuto de silencio pasó antes de que Jade por fin contestara.

-Si - dijo con firmeza - confío en él.

-Entonces supongo que estarás en buenas manos.

-Joe...

-Esta bien - Joe tomo su rostro y deposito un dulce beso en sus labios - fuiste y seras siempre el amor de mi vida - susurró sosteniendo su rostro.

Jade se sentía triste por Joe, la venganza lo estaba consumiendo.

—Tenemos diecisiete años! - exclamó limpiado su rostro - aún somos jóvenes para encontrar a nuestro verdadero amor...

—Yo la encontré - la interrumpió - y me importa una mierda la edad, tú eres el amor de mi vida, estoy seguro.

—¿Me prometes que te abrirás a nuevas oportunidades? ¿Que cumplirás tu sueño de ser un artista reconocido?

Joe sonrió ante aquel recuerdo, esa noche hace tres años,  donde le confesaba su amor por el arte.

—Solo si tu prometes hacer hasta lo imposible por lograr que esa boda cancelada vuelva a programarse. - contraatacó.

—Será difícil - admitió.

—Tú haces que lo difícil se vuelva fácil, después de todo, eres Jade Bennett.

—Yo soy Jade Bennett - susurró.

—Bien, Jade Benett, tengo el culo frío - se quejó - ¿Como mierda me levanto?

—Deja de maldecir tanto, llamaré a Mike y Angelo.

En cuanto Jade abandonó el cuarto de baño, Joe sintió una punzada en su pecho.



#19988 en Otros
#3073 en Acción
#5852 en Relatos cortos

En el texto hay: contenido para adolecentes

Editado: 21.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.