What is this?

CAPITULO 11. UN ABRAZO REPARADOR

Wat volteó sorprendido al darse cuenta que aquella persona lo conocía. Pero ¿Quién era?

Giró hacia atrás mientras el conductor quedó unos segundos viéndolo.

Wat lo observaba con intriga y comenzó a acercarse poco a poco. Mientras el motociclista se quitaba el casco que llevaba encima.

Jeff...

Aquel chico que en algún momento fuera su mejor amigo, con el cual compartió miles de momentos mágicos y que poco a poco logró agitar su corazón cuando eran niños.

Wat quedó pasmado en cuanto lo reconoció. Hacía mucho tiempo, tanto tiempo desde la última vez que se vieron. Habían dejado tantas cosas inconclusas y pendientes. Lo primero que Wat pensó fue -¿acaso no estaría enojado? ¿no me guardaba resentimiento? Han pasado tantos años y ¿aún recuerda mi rostro? Yo aún recuerdo el suyo. Claro que lo recuerdo, como no lo haría. Aquel chico blanco que me hizo encontrarme a mí mismo inmerso en una enorme confusión. Aquel que volteo mi vida de cabeza durante algún tiempo-

Pasaron tantas cosas por su cabeza en ese momento.

W-Jeff... - Respondió poco convencido, estaba experimentando una avalancha de emociones. Sus piernas comenzaron a temblar y su corazón comenzaba a latir muy rápido.

-¿Por qué me está pasando esto, si ahora es un perfecto desconocido para mí? -

Al parecer, aunque Wat siguiera en negación como en aquel entonces, para su corazón no era ningún desconocido. Su corazón lo recordaba con aquella misma calidez como la de aquel momento.

Jeff bajó de la motocicleta, realmente era un chico que parecía muy agradable, a primera vista resaltó una hermosa sonrisa que se asomaba de su rostro. Unos brillantes dientes enmarcados por unos suaves labios rosados.

Se dirigió hacia Wat muy emocionado. Una persona común hubiera guardado una reserva, hubiera mantenido la distancia después de todo el tiempo que pasó en que no habían contactado.

Pero Jeff no era una persona común.

Así que saltó sobre Wat con gran entusiasmo para darle un fuerte abrazo.

Wat tardó un poco en procesar todo. Finalmente comenzó a dejarse llevar por lo que su corazón le dictaba en aquel momento y respondió fuertemente aquel abrazo. Una parte de él que había estado guardada durante mucho tiempo se sintió aliviada. Aquella parte que siempre se sintió culpable por haberse alejado sin decir una palabra.

En aquel momento pasaron muchas cosas por su cabeza. Pensó en Ela, y en todo lo que hasta ahora había sucedido. Y empatizó profundamente con Jeff al caer en cuenta que había hecho exactamente lo mismo que Ela estaba haciendo con él, alejarse sin dar una sola explicación. Así, entendió que Ela no había sido tan mala, y que Jeff no había tenido nunca la culpa de lo que había sucedido. Entendió que a veces hay situaciones que no podemos controlar, que se salen de nuestras manos y preferimos postergarlas en lugar de enfrentarlas.

Aquel abrazo en esa tarde lluviosa fue realmente reparador para Wat. Su alma necesitaba ese abrazo para poder entender lo que, en ese entonces, aquel niño de 12 años no pudo hacer...

Y ese fue el comienzo de un bello reencuentro que les permitió a ambos cerrar ciclos que tenían inconclusos desde hace muchísimo tiempo.

Wat y Jeff retomaron poco a poco la relación de amistad cercana que tenían. La conexión que los unió a ellos en un inicio, era mágica. Era inexplicable, porque ambos a pesar de ser jóvenes e inmaduros en aquel momento, siempre encontraban el momento perfecto para tocar temas profundos, para reír sin parar, para dormir cálidamente, para entenderse el uno al otro siempre.

Desde su reencuentro comenzaron a pasar mucho tiempo juntos. Como lo habían hecho antes. Los temas de conversación habían cambiado y madurado un poco, pero la confianza seguía ahí.

Wat llegaba a pensar en ocasiones el que hubiera pasado si nunca se hubiera alejado de él. Ahora tenía la oportunidad de averiguarlo. Es verdad, a veces estaba aterrado. No quería enfrentar la idea de que aquel chico que creía estar enamorado y confundido por su amigo a los 12 años, debía enfrentarlo nuevamente pero ahora a sus 23. A una edad ya madura. Con los pies sobre la tierra.

Pasó mucho tiempo más para que Wat logrará entender poco a poco que lo que sintió en aquel momento no fue una confusión, ni una etapa, ni una mala racha y que tampoco se estaba convirtiendo en una mala persona como se hizo creer en aquel entonces.

Jeff regresó para ser una de las piezas más importantes de la vida de Wat. Llegó para ayudarlo a auto descubrirse y hacerse entender que aquella revolución de emociones que había sentido, no había sido un accidente. Wat tuvo y tenía sentimientos por Jeff. Nunca supo encontrar una respuesta en aquel momento. Pero ahora la respuesta se posaba allí, sobre sus ojos.

J-Pronto será tu cumpleaños- le dijo Jeff a Wat en una ocasión que paseaban en moto juntos, se dirigían a comer después de recogerlo de la escuela.

W-Casi no celebro mis cumpleaños-Respondió Wat después de un silencio.

J -¿Por qué?

W-En realidad es porque casi nunca tengo con quien celebrarlo.

J-Pero yo siempre celebré tus cumpleaños. Hay que hacer algo juntos si no tienes planes.

W-Bueno...

 




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