What is this?

CAPITULO 22. APAGARSE...

Pasaron los días, las semanas y los meses. A Ela le costaba mucho trabajo continuar escondiendo aquel secreto. No quería romper el corazón de Tian. Mientras ella misma seguía rompiendo su corazón cada vez que estaba cerca de Wat, oliendo su aroma, mientras tocaba su cabello inventando pretextos tontos, viéndolo fijamente cada vez que él se mantenía concentrado en el trabajo o teniendo que escuchar cada vez que Wat le contaba sobre su relación con tanta alegría.

Los sentimientos de Ela habían estado confundidos un par de meses cuando comenzó a darse cuenta que su convivencia con Wat habían comenzado a ir más allá para ella. Pero no fue hasta esa noche mientras masajeaba sus pies, que muchas cosas en su cabeza tomaron sentido. Cuando llegó a casa comenzó a recordar todos los momentos en que Wat había estado presente siempre, se dio cuenta que en realidad nunca dejó de quererlo y sólo intentaba engañar a su corazón para que el dolor de haberlo arruinado con Wat no fuera tan duro.

Con razón le había resultado tan difícil cuando estuvieron separados. Buscaba muchas ocasiones para volver a acercarse a Wat, pero casi nunca se atrevía a dar el primer paso. Por eso estaba tan feliz cuando por fin tuvieron la oportunidad de volver a hablar cuando les tocó hacer aquel proyecto en equipo, donde había planeado minuciosamente nunca verse con intenciones de acercarse y que todo pareciera que se daba de manera casual. Es por ello que recurrentemente soñaba con él, durante mucho tiempo incluso ya estando con Tian, pasaba toda la noche reviviendo una y otra vez aquellos momentos que pasaron juntos. Es por ello que, aquella ocasión que intentó hacerlo por vez primera con Tian, le había costado tanto trabajo, pues en el fondo no se sentía lista para soltar y dejar ir todo aquello que sentía, incluso su cabeza le jugó chueco en aquella ocasión cuando cerraba los ojos y pensaba en Wat. Siempre se trató de él, pero se dio cuenta demasiado tarde...

Finalmente, un día decidió hablar con Tian. No quería seguir con aquel juego, ya no tenía fuerzas para fingir que todo estaba bien mientras ya no sentía lo mismo por él.

Una tarde mientras se encontraban en casa de Tian, reposando la comida que habían pedido a domicilio, Ela tomó la decisión de que era quizá el momento correcto. No había planeado previamente diálogo alguno, sólo pensaba decir lo que su corazón le dictará.

E-Tian...

T-¿Comiste rico?

E-Em sí... ¿y tú?... Oye creo que debemos hablar, bueno, yo debo decir algo...

Tian mostró en su rostro extrañeza mientras fruncía el ceño.

T-Te escucho.

E-Creo que ya no me siento bien aquí...

T-¿Aquí conmigo? - Tian jamás se andaba con rodeos. No era su estilo, y si Ela quería terminar con él, él solo lo aceptaría.

E-Sí, o sea... Aquí juntos... ¿me entiendes?

T-...

E-...

Tian tomó un largo silencio mientras miraba a Ela detenidamente a los ojos.

T-¿Puedo preguntar por qué?

E-Sí, es tu derecho saber por qué, aunque no quiero lastimarte. Pareciera que esto es repentino, pero en realidad he pasado semanas pensándolo, y quería estar completamente segura... lo siento mucho...

T-¿Entonces qué pasó? ¿Hice algo mal?

E-No, no es eso... la que está haciendo las cosas mal aquí soy yo.

Pasó un momento en que Ela pensara con detenimiento que le iba a decir a Tian. No quería lastimarlo, pero tampoco quería mentirle. Aunque tenía miedo de que, si le decía lo que sentía respecto a Wat, Tian creyera que todo el tiempo lo engañó con él o algo parecido.

E-Recuerdas... en una ocasión, que estábamos todos en la escuela. ¿Y salió el tema de cómo conocí a Wat?

T-Mmm, no recuerdo bien a qué te refieres.

E-Bueno no importa si no lo recuerdas. En esa ocasión, todos nuestros amigos comenzaron a hablar de lo cercanos que fuimos desde que nos conocimos y que creyeron que nos haríamos novios. No sé si en esa ocasión te incomodó, pero en realidad hasta te reíste cuando dijeron eso en broma...

T-Sí, ya recordé...

E-Em, quisiera que por favor me escuches hasta que termine y después de decir todo lo que tengo que decir puedo escucharte yo a ti. ¿Está bien?... Bueno la verdad es que, nadie lo sabe... pero Wat y yo... sí estuvimos saliendo un tiempo. Quisimos mantenerlo en privado porque no queríamos que nuestros amigos lo supieran. Todo había comenzado muy rápido y nunca me tomé muy enserio la relación. Cuando te conocí, yo seguía saliendo con él, en realidad era una relación muy abierta, nunca definimos las cosas entre nosotros. Solo sabía que me gustaba pasar el tiempo con él. Tenía mucho miedo de que algún día termináramos mal y por eso nunca quise definir nuestra situación. No sé realmente qué pensaba o sentía él en aquel entonces, porque nunca se lo pregunté. Pero es una de las personas más importantes para mí... lamento estarte diciendo esto, pero no quiero mentirte. Quiero ser clara porque ya una vez lo arruine todo con alguien que amé, así que no quiero que me pase lo mismo esta vez. No quiero tener que ocultarte las cosas y que te quedes pensando cosas que no son verdad tras nuestra ruptura.

Pará este punto de la conversación Ela mantenía los ojos llenos de lágrimas y su rostro se notaba apagado totalmente. Tian había comprendido lo mal que Ela la estaba pasando mientras le decía todo eso.

E-Cuando te conocí... me atrajiste mucho de primer momento. Pero conforme te fui tratando, me di cuenta que me daba mucha curiosidad saber si yo te gustaba, porque nunca mostrabas directamente tus sentimientos. Así que deje de lado lo que sea que tuviera con Wat y comencé a invertir todo mi tiempo en nosotros. Pero fue cuestión de tiempo para darme cuenta que lo había arruinado todo. Que lo extrañaba mucho y que lo había alejado por nunca decirle las cosas claras. En mi cabeza, pensé en aquel entonces que si no se lo decía no lo lastimara, y al pasar de un tiempo cuando las cosas se enfriaran, podríamos volver a hablar como antes y que él aceptaría mi nueva relación. Pero la verdad es que me costó muchísimo trabajo volver a acercarme a él. En ese tiempo, aunque no lo mostraba me sentía siempre apagada y desmotivada. No quería comer a veces y tampoco quería ir a la escuela. La única motivación que tenía era verte. Pero dentro de mí sentía un enorme vacío en el estómago porque sabía que lo había lastimado...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.