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CAPITULO 25. EL AEREOPUERTO

Al cabo de un par de semanas, Wat y Jeff habían planeado verse. Wat había comprado los boletos de avión para ir a visitarlo. Él no sabía que iba a pasar en absoluto, aunque tenía la ligera sospecha de que quizá las cosas no terminarían de la mejor manera.

Wat sabía que era imposible posponer aquella larga charla. El corazón de Wat guardaba muchas cosas dentro de sí mismo. La pérdida de su padre le había hecho replantearse muchas cosas, como que las personas no duraban para siempre, y debías luchar siempre para mantenerte cerca de aquellos que te hacían sentir feliz. Wat había entendido que fue un error haber dejado ir a Ela. Pero también sabía que, a pesar de querer tanto a Jeff, quizá sus caminos ya no iban en la misma dirección. No quería tomar una decisión errónea. No quería alejarse de quien había sido su mejor amigo desde pequeño. Aquel que le ayudó a poder encontrarse y conocerse a sí mismo. No quería terminar mal con Jeff. Tampoco quería lastimar a Ela, pues, tenía la ligera sospecha por la forma en como ella lo miraba, de que quizá se había enamorado de él. De repente aquel último mensaje de hace dos años había cobrado mucho sentido cuando sentía la manera en cómo Ela lo abrazaba.
Wat la había amado mucho durante el tiempo que mantuvieron una relación secreta. Pero ahora, después de volver a encontrarse con Jeff y con todo lo que habían vivido después de eso, nunca consideró la idea de volver a sentirse esperanzado a poder tener alguna relación con ella.

Todo lo que ocurría dentro de la cabeza de Wat eran especulaciones. No tenía una decisión concreta sobre lo que iba a pasar.

Finalmente, en los días previos a su encuentro con Jeff. Tomó una decisión tras haberlo pensado días y noches.

Hablaría con Jeff, le pediría que se dieran un tiempo para pensar las cosas sobre el futuro de su relación. Y mientras, se concentraría solo en sí mismo. No tenía cabeza para estar con nadie. No quería ninguna nueva relación. Solo quería pensar en sí mismo y en su futuro. Quería crecer y salir adelante, sentía de cierta manera que era algo que le debía a su padre...

Pasaron los días y se encontró finalmente con Jeff.
Los primeros días fueron muy amenos. Habían acordado visitar diferentes lugares. Jeff quería mostrarle su nueva vida. Era la primera vez que se volvían a ver en 7 meses. Ambos estaban muy felices y emocionados. No pretendían tocar ningún tema al respecto del rumbo de su relación hasta que llegara el momento de partir.

Disfrutaron los últimos días que les quedaban juntos como una pareja de recién casados. Habían pasado momentos muy dulces aquellos últimos días. Sentían que todo podía ser posible mientras se amaran. Incluso Wat comenzó a dudar acerca de la decisión que había tomado antes del viaje.

Finalmente llego el último día que estuvieron juntos. Wat partiría a la mañana siguiente. Ambos se encontraban recostados en la cama, estaban a punto de ir a dormir. Pero los dos, dentro de sí, sabían que era un tema del cual debían hablar. Después de disfrutar todos esos días habían puesto los pies sobre la tierra y cayeron en cuenta que quizá nuevamente pasaría mucho tiempo en que no volverían a verse...

J-¿Qué se supone que haremos? No ha sido fácil mantener nuestra relación a la distancia...

Comentó de repente Jeff después de un largo tiempo que llevaban ambos recostados sobre la cama mirando hacia el techo sin decir una sola palabra. Ambos estaban pensando exactamente en lo mismo, solo que ninguno sabia como abrir aquel tema de conversación.

W-Lo sé...

J-¿Sabes Wat?... Cuando recibí esta oferta de trabajo, realmente consideré mucho quedarme contigo. Estaba seguro de que, si me iba, las cosas entre nosotros podrían arruinarse. Pero también pensaba mucho en mi familia... Sabes que habíamos pasado una terrible mala racha de dinero. Y esta oportunidad me había caído como del cielo.

W-Creo que tomaste la decisión correcta. No tenías otra opción.

J-Sin embargo... En todos estos meses. He sentido que lo nuestro poco a poco se va... No sé al carajo... A veces no tengo tiempo ni de comer, no puedo llamarte todos los días a pesar de que lo intento.

W-Lo sé, Jeff...

Habían pasado unas 3 horas aproximadamente de estar hablando. De la vida, de su relación, de las adversidades, de todo y de nada a la vez.

Esa noche, Wat se enteró casualmente de algo que nunca antes supo. Jeff le había hablado a Wat de aquel momento en que se habían separado en la secundaria.

Jeff se había enamorado de Wat cuando eran pequeños. Nunca supo cómo decirlo porque, a pesar de que él no tenía miedos o dudas de sus sentimientos, sabía que quizá Wat no podría haber manejado esa situación y se terminaría alejando de él. Inesperadamente así sucedió, solo que Jeff no entendía el por qué del cambio repentino de su actitud. A pesar de eso... Jeff nunca dejó de estar para él cuando más lo necesitaba.

J-Recuerdo que unos bastardos te molestaban en aquel entonces... Nosotros ya no nos hablábamos más. Pero cada día te veía más apagado y deprimido a lo lejos. Ja ja me acuerdo que ideé todo un plan para amenazarlos y que se alejaran de ti para siempre. Una vez seguí a uno de ellos hasta el baño y no lo dejé salir, lo agarré de la camisa mientras ponía la cara más ruda que según yo tenía, la verdad es que por dentro me moría de miedo, sabía que en cualquier momento nos podríamos agarrar a golpes y temía que me dejara tirado y sin dignidad ja ja. Pero no fue así, por alguna extraña razón funcionó mi plan. Forcejeamos un rato mientras le decía que, si no se alejaban de ti él y sus amigos, los haría pagar. Al parecer a él le dio miedo porque salió rápidamente y después de eso, nunca volví a ver que él o sus amigos te volvieran a molestar. Estaba sorprendido de que mi plan funcionara, al parecer le había asustado lo que le dije, quizá pensó que mi familia estaba en la mafia o algo así, ja ja fue muy divertido.




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