When Nobody Sees #1 [saga Kisses In War ]

✒ CAPÍTULO 7 CAMBIO DE PLANES

Venus Hearther.

Dicen que hay una delgada línea entre perder el orgullo y perder la dignidad. El orgullo lo pierdes cuando no quieres que alguien a quién aprecias, se vaya de tu vida. Y la dignidad la pierdes cuando decides dejar de quererte a ti misma por alguien que no te quiere. Yo creo que yo he perdido ambas opciones.

Mi relación con Maximiliano era en ocasiones, lo más bello del mundo. Me gustaba estar con él porque me hacia sentir la persona más afortunada del mundo por tener una compañía como él. Amaba infinitamente, caminar por la plaza, en otoño, tomada de su mano para terminar besándonos cerca del mar y mirando hacia el atardecer. Creo que de ahí, de esos pequeños momentos, llegó mi amor por las playas, mares, océanos y noches frías. Aún con sus adicciones, Maximiliano consiguió que me enamorará de él. Tres días a la semana podíamos pasarla bien y olvidarnos de todo para ser solamente nosotros dos.

Acepté a Maximiliano porque creí que estaba bien. Con toda mi ingenuidad, creí que las noches de sexo a la fuerza; un día iban a terminarse porque creí que él cambiaría. No habían terminado de llegar las noches de sexo a la fuerza cuando llegaron los golpes e insultos a terminar un trabajo que yo en mis cinco sentidos, jamás habría hecho. "Acepté el amor que creí merecer." Perdí la dignidad cuando acepté el primer golpe de Maximiliano y no dije nada. Me quede callada porque él dijo que estaba arrepentido, que no volvería a suceder, que cambiaría. Ese día perdí la dignidad y ni siquiera era consciente de lo que sucedería.

Y anoche; anoche perdí el orgullo para no perder a quién quiero. Elegí perder en orgullo por la persona que merezco y que me quiere a pesar de las piedras que a veces nos hacen tropezar. Perdí el orgullo por el amor de Andrew. Con él soy feliz si a penas me mira. Podría entregarle todo y aunque es algo que deseo hacer, sigo teniendo miedo de que no sea lo correcto. Con todo y eso, espero que resulte bueno, estar con Andrew.

Mi mañana fue perfecta. No amanecí exactamente con Andrew pero, llegó muy temprano y entonces, todo siguió su curso correctamente. Todo en mi vibró al verlo al pie de la puerta, con el cabello revuelto, los ojos chiquitos y una sonrisa seductora. Justo cuando pensé que no podía estar enamorada de él, consiguió que me tragara mis palabras. Era demasiado para mi el hecho de tenerlo en mi habitación, con los rayos del sol colándose por la ventana y él, besando mis tatuajes de la espalda. En pocas acciones, él me demostró que no importa cuánto me tarde en querer tener sexo, solamente le importa estar conmigo y bueno, finalmente eso es lo que importa, ¿verdad?

El día fue bueno. Aunque el fingir era parte del trato, no pude tener un segundo en donde no estuviera pensando en Andrew. No permití que los bad boys me hablaran y tampoco Andrew. Selene finalmente confirmó que fue Layla quién escribió ese anónimo. Cancele la clase de natación con mis alumnos para poder terminar de empacar e irme a Londres.

Todo iba bien con todo el mundo, hasta que llegaron a detenerme al aeropuerto dos personas que no creí que llegarían. Me molesta profundamente que sigan interrumpiendo mis planes, sobre todo porque no tendré ni un poco de paz antes de mi cumpleaños. ¿Así o más mala suerte? Planeaba viajar para despejar mi cabeza, respirar un aire diferente, distraer un poco mi corazón dañado. Voy a pasar mi cumpleaños encerrada en quién sabe donde y con un par de personas que no conozco.

— Venus, por favor háblame. Dime algo. — Amy me mira un instante. — ¿Estás molesta?

— ¿Yo? ¿Molesta? ¿Porque lo estaría? — Pregunto sarcástica. — Espera, ¿porque me abandonaron? O no, ¿tal vez porque están consiguiendo lo que quieren sin mi consentimiento? Ah espera, ya sé, ¿crees que estoy molesta porque han arruinado mi viaje de cumpleaños? No, creo que me confundes.

— Bueno, basta. — Me reprende.

«¿Really?»

— ¿A dónde pensabas viajar? ¿Te ibas sola? — Ruedo los ojos al escucharla.

— Pensé que lo sabías todo. El papel de madre abnegada, créeme, no te queda. — Dejo caer mi cabeza contra el frío vidrio de la venta de la camioneta que Seth conduce.

No pensaba darles explicaciones pero, es mucho más fácil atacarlos por algo que ellos hicieron mal. Me abandonaron y no es justo lo que ahora hacen para intentar que los perdone o algo por el estilo. Con su montón de preguntas, no me hacen creer que están interesados por mi, al contrario. Solamente consiguen que los deteste más. Si en sus ojos leyera que de verdad están arrepentidos, consideraría dejar de tratarlos de ese modo, pero no. En sus ojos lo único que se lee es egoísmo y rivalidad. Mi nuevo celular vibra en mis manos y sonrío al descubrir que es Andrew.

— Hola, mi amor. — Respondo melosa-mente tomando por sorpresa a Amy y a Seth.

— Vaya, mi diosa. Hoy eres mucho más cariñosa. ¿Estás feliz? — Casi me carcajeó al escucharlo. — Llamaba para...



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En el texto hay: romance juvenil, romance, amor

Editado: 01.09.2019

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