When She Was Obsessed

SÉPTIMO INTENTO

Milagro.

El almuerzo en el cafetín solía gustarme antes, cuando JC y yo éramos novios y él podía presumirme a todo el grupo diciendo que era el jodido hombre más suertudo del planeta. Pero ahora ver a JC tratando de causarme celos besuqueándose con Trina a escasos metros de distancia, lejos de ser doloroso es molesto.

Todos en esta mesa "privilegiada" no son más que niñatos que no entienden la diferencia entre universidad pública y universidad de paga. Para ellos claramente, estar aquí es un pasatiempo más y dan por su vida resuelta.

Me pregunto qué pensarían ellos si supieran que Defne Prinsloo es ahora una chica del grupo "x".

Los observo a todos mientras hablan de sus gustos banales. Las gemelas Erika y Jessica son idénticas en todos los sentidos, valga la redundancia. Un par de morenas de piel canela tan materialistas y falsas como los implantes de senos de Trina. Y Trina, una asiática de rostro fino, que no contenta con su delgadez, decidió hacerse unos arreglitos en varias zonas del cuerpo, incluso en los labios. Los chicos la comparan con Kylie Jenner, pero Larry dice que ella parece más una muñeca sexual mal hecha.

¿Se nota que nos cae mal?

Y es que Trina Halth, siempre ha tratado de retarme en todo. Dice que soy muy cucufata para estar en este grupo y que algún día mis aires de grandeza se estrellarán a la basura. Es por eso que de entre todos, ella es la que menos debe saber mi amor por Loann. Me haría comidilla para pájaros.

Lo juro.

Podría ser una filósofa toda la hora libre que tenemos, yo podría, pero me es imposible cuando Loann Cooper decide entrar a la cafetería. Suspiro profundo desde de mi asiento y, antes de deleitarme con la vista, le echo un ojo a mis amigos quienes se ven muy concentrados en sus jueguitos de retos. Apoyo mi mentón en una mano y me dejo hipnotizar por un sexi Loann con camiseta celeste, comprando gentilmente una manzana y un yogurt. Además de hermoso, es saludable y atlético.

Loan bebe el contenido del envase de manera enérgica, se limpia los labios con una servilleta que la mujer del cafetín le obsequió y luego arroja el yogurt hacia un tacho de basura que lleva el nombre de "plásticos". Además de hermoso, saludable, atlético e inteligente, piensa en el futuro del planeta.

¿Quién es la madre de este hombre? ¿Michelle Obama?

Una de mis cejas sube al notar que esta vez no va acompañado de Disney.

Oh, tierno y dulce chachorrito indefenso.

Planto las manos sobre la mesa con determinación, debo idear una buena excusa para ir tras de él sin parecer que estoy teniendo unos fuertes impulsos por limpiar esa mancha de yogurt que quedó en la punta de su nariz.

Loann camina hacia una de las mesas y se detiene junto al grupo de perdedores expertos en dar clases de matemáticas, biología y todos los cursos complicados difíciles de aprobar, para charlar un poco con ellos. Lo observo tomar asiento junto a una tipa de cabello ensortijado y luego colocar una mano en su hombro para atraerla en forma divertida hacia él. Podría estar sintiendo celos ahora mismo, pero no tardo en percatarme que ese es el círculo amical de Loann y la cucarachita Disney. Es extraño verlo separado de esa garrapata por tan largo tiempo, pero no cabe duda que es algo que se debe aprovechar.

— Te toca —me dice Trina, arrojando los dados muy cerca de mí. La observo con un gesto interrogante.

— Mierda, Trina —interviene Larry—. Ella ni siquiera estaba enterada del juego. Acepta que tuviste menos puntos que todos.

 — Si, bebé. Acéptalo y cumple tu castigo —comenta JC. 

Larry le da una sonrisa de oreja a oreja a lo que él blanquea los ojos. Odio que Larry se comporte tan arrastrado con ese cretino. Mi amigo es genial.

Esperen... ¿seré yo una arrastrada?

 — Dinos de una buena vez si esas nalgas también son falsas, vamos Tri. Nadie puede tener ese trasero con un mes de sentadillas. Todos sabemos aquí que tú odias el ejercicio —dice Larry.  Provocando que las gemelas y yo nos carcajeemos al unísono.

Trina murmura unas cuantas groserías y vuelve a tirarme los dados.

— Si no estás atenta al juego, ¿qué haces aquí?

Emito un fuerte resoplido. Solo por liberarme de la tensión de Trina, arrojo los dados sobre la mesa e intento caminar hacia la mesa de Loann. Aún no sé cuál será mi pretexto para hablarle, pero podría ser buena idea pedirle dinero para la manutención de nuestro rosado hijo adoptivo. 

¿Existirá alguna ley que me ampare?

Sin embargo, soy detenida por los incesantes gritos de Trina aclamando que cumpla mi castigo. Todo el grupo muy atento a mi reacción y hacen sonidos de cachondeo y burla por lo siguiente que pasará. Tarde caigo en cuenta que mi número de dados es el menor puntaje de todos, y que probablemente deba cumplir con algún ridículo castigo que me implante la penúltima perdedora. En este caso Trina Trenton, a quien se le ocurren las ideas más "geniales".

 — Que nos muestre los senos —dice uno de los amigos de JC. Gary, creo yo, ya que de entre tanto idiota el más energúmeno debe ser el mejor amigo de mi ex.




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