Fruta prohibida.
Tengo a Loann Cooper frente a mí, ebrio, despeinado y medio adormilado. Luce vulnerable, como un tierno venado deslumbrado por los faroles de un auto en medio de la carretera.
Y yo quiero ser ese auto que pase encima de él.
Diablos, Defne.
Por un momento mi mente solo puede concentrarse en su hermoso rostro con mejillas enrojecidas y gotas de sudor en la frente, y como no, en esos labios carnosos y rosados que balbucean palabras y susurran frases incoherentes. Está acostado en la tina de la bañera con los pies colgando, ya que es demasiado grande para caber en ese pequeño espacio, y abraza como un oso de peluche la botella de whisky que Trina ha ofrecido toda la noche en su fiesta. Aún no capta mi presencia puesto que tiene los ojos entrecerrados y una que otra vez se vuelve a quedar dormido. Me pregunto qué rayos pudo haberle pasado para que té helado decida beber como un loco, y perder el control de ello en el proceso.
Segundos después, empieza a levantarse y yo me congelo, digo, no quiero sonar grosera pero no soy buena atendiendo ebrios. Loann Cooper es una excepción, pero eso no evita que me siente algo atemorizada al verlo acercarse a mí en ese estado.
Aunque su estado podría hacerlo mucho más interesante de lo que creo...
Calla, Defne. No pienses tonterías. No querrás aprovecharte de él...
No puedo frenar las ideas locas que hay en mi cabeza al verlo intentar levantarse sin éxito de la tina, hasta ebrio se ve hermoso y realmente sexy.
Sacudo la cabeza para alejar todo pensamiento de mujer aprovechada, y luego, camino hacia la puerta del sanitario para buscar a Larry, pero me detengo en cuanto estoy a punto de girar la perilla. Diablos, no puedo dejarlo solo aquí, qué tal si logra salir de la bañera y huye por las calles a estas horas de la noche, o peor aún podría ocurrir que Trina lo encuentre. Lo que sería terrible porque ella no es precisamente una mujer de honor, no, Trina no dudaría en sacar algo de provecho de mi té helado. ¡Y yo no puedo permitir eso!
Tecleo con los dedos sobre mi mentón y me pregunto cómo rayos voy a hacer para mover a este super chico a otra habitación, no puedo hacerlo sola, digo él pesa el doble que yo sería un total error intentar cargarlo.
Segundos después, veo en el bolsillo delantero de su jean el móvil que necesito. Antes de acercarme a tomarlo, tomo una respiración honda. Nunca he estado tan cerca de Loann en mi vida, bueno, no quiero tomar en cuenta la única vez que lo besé a la fuerza porque claramente él no correspondió a ninguno de mis movimientos. Lo que significa que probablemente, y solo ese entonces, no sentía nada por mí, pero... las cosas pueden haber cambiado ¿no?
Doy unos pasos suaves hacia él. Loann ahora está dormido y muy quieto, pero no lo hace confiable. Podría despertarse y seguir balbuceando incoherencias en cualquier momento. Así que me apresuro y estiro una mano hacia el bolsillo de su jean. Afortunadamente, logro tomarlo, pero cuando Loann da un estornudo provoca que me asuste tanto que suelte el móvil y este caiga al piso. Loann abre los ojos al instante.
Dios, va a matarme de un paro cardíaco.
Al inicio, su vista es fija, parece un zombie que acaba de despertar de sus sueños ultratúmbicos. Me mantengo quieta, mientras aprieto los dientes y los puños tratando de ni siquiera mover el pecho para respirar. Al cabo de unos segundos, él pronuncia una frase que yo descifro significa "Solo es una chica", y luego vuelve a quedarse completamente dormido.
Mi corazón se comprime y mi ceño se frunce.
¿Quién maldita sea es esa chica , Loann?
Vuelvo a tomar el móvil en mis manos, esta vez me aseguro de no soltarlo y de alejarme unos cuantos pasos de la bañera. Estoy asustada, pero claramente no puedo contener la respiración al tener a Loann tan cerca de mí, aunque ebrio, pero está aquí a mi lado. Regreso mi atención hacia lo que debo hacer y marco el número de Larry. Él para sufrimiento de mi corazón y de mis nervios, contesta a la tercera llamada.
— ¿Bueno?
— Larry, soy Defne. Necesito tu ayuda, ¡ahora!
Escucho música en alto volumen, por lo que deduzco aún está en la piscina con Les.
— ¿Defne? ¿Ha pasado algo malo?
Miro a Loann dormir como un tierno cachorrito indefenso.
Bueno, no precisamente malo. No cuando tengo a esta belleza de chico en el mismo lugar que yo.
— Es Loann, está ebrio. Lo encontré en una bañera y necesito llevarlo a una habitación para que descanse.
— ¡Carajo, bebé! Necesito tus fórmulas con urgencia — escucho su inquietante risa a través del portavoz.
Ruedo los ojos.
— Es una emergencia de verdad, Larry. Ven aquí ahora mismo, te lo suplico — mascullo.
— Bien, bien, ¿en qué piso estás?
— Justo en las habitaciones del lado derecho de la cocina. No dejes que nadie te siga y, por favor, no hagas que Trina se dé cuenta de esto.
— Cuenta con ello — dice, y luego cuelga.