— ¡Larry! — chillo desde la puerta de la cafetería.
Todos giran a verme cuando me ven ingresar a pasos largos y rápidos. Estoy tan furiosa que podría arrojar las fuentes de comida de cada uno de ellos sobre sus cabezas.
Con la mirada, busco a Larry y lo encuentro de espaldas junto a Lelsy.
— ¡Larry! — vocifero. Y él no gira.
Lo que temía, la culpa no lo deja si quiera verme a los ojos.
¡¿Cómo pudo?! Maldita sea, cómo pudo meter sus narices en un tema tan privado como este. Confié en él, lo hice y ahora ha arrojado toda mi confianza al tacho por creerse el dueño de la verdad absoluta. Ha arruinado todo. Y no me refiero a lo mío con Loann, sino a nuestra amistad. Me siento traicionada y ni siquiera puedo tener ideas buenas sobre su intención al publicar esa fotografía. Solo me hizo lucir como el plato de segunda mesa. Lo detesto.
El resto del camino hacia él, me la paso murmurándole palabrotas a todos, hasta que oigo el primer comentario sarcástico e idiota de la mañana. El de Gary, el gran amigo de mi ex.
— Con esto Defne se corona con la más tiradora de esta facultad. Creo que su lista ya superó el tamaño de mi pene.
Me detengo en su mesa y cambio de dirección. Cuando estoy lo suficientemente cerca del insecto, tomo su bandeja de comida y la arrojo hacia el piso.
— Pero qué mierda... — masculla.
—Si es más larga que tu pene, Loann Cooper debe ser el único de esa lista. Imbécil.
Toda su mesa ríe, pero yo no tengo mucho humor para burlarme de él ahora.
— Aquí todos sabemos que eres ligera de cascos, Prinsloo — dice en un tono despectivo y arrogante que me enferma—. Cooper era una presa difícil para ti, pero finalmente lo conseguiste. Tienes a todo Jhonson Smith a tus pies, reina. ¿Por qué te ofendes? La mayoría de chicas querían tirarse al tío. Eres famosa, nena.
Achico los ojos y hago una mueca de asco.
— Ligera de cascos — repito y luego emito una risa que suena más como una forma muy sarcástica de toser—. Y si así fuera, a ti que qué carajos te importa mi vida, rata de alcantarilla.
— Solo comento lo que veo, perdona si te ofende que te digan la verdad.
Me muerdo el labio inferior. Gary continúa lanzando el veneno al verme dos segundos en silencio.
— Y tú tienes una fotografía que al parecer alguien de tu confianza publicó, muñeca. Y no es que me importe, ni siquiera pensé que te ofendería. Solo nos sorprendemos aquí todos de que Cooper haya traicionado a su dulce noviecita — me da una sonrisa lobuna—. Eres noticia siempre Defne Prinsloo. Ojalá nos incluyas en tus futuros planes también.
Mi boca se abre ligeramente.
— Prefiero cortarme la garganta a fijarme en una rata como tú o en el grupo de imbéciles que tienes como amigos.
— ¿Qué hay de JC?
Me atraganto.
— JC era lindo conmigo, pero cuando ustedes llegaban se comportaba igual de miserable que todos. Así que no trates de deformar lo que acabo de decir.
Planto una mano sobre su mesa y observo a todos detenidamente.
— No tengo por qué aguantar sus burlas acerca de algo de lo que ni siquiera tienen la menor idea. Si creen que me acosté con JC o con Loann Cooper es su asqueroso problema. Así como sus deprimentes vidas, las cuales deben ser así de lo contrario no estarían fijándose con quien me enredo o no. Tira de babosos.
Camino nuevamente hacia Larry mientras escucho a Gary gritar el nombre de: Javier Collie. Haciendo mofa del error terrible que cometí al enredarme con un ser tan despreciable como él y todos los hombres medios que lo rodean. Los odio a todos, y ahora también a Larry. Él tiene toda la culpa de esto. No midió las consecuencias y no tomó en cuenta lo mucho que me afectaría esta fotografía.
— Defne, lo lamento. Yo sé que esto se ve mal, pero todo tiene una explicación — dispara Larry en cuanto me ve frente a él. A su lado Lelsy se ve muy intrigada, estoy segura de que ella no sabe nada acerca de esta situación y eso me tranquiliza un poco. Después de todo, Lilian es su familia y no creo que le agrade mucho el tener amistad con la supuesta amante del novio de su prima.
— ¿Por qué lo hiciste?
— No lo hice...yo no sé, cómo...
— Eres el único que sabía de eso — murmuro.
— Lo sé. La foto se publicó desde mi móvil, eso lo tengo claro — confiesa.
— ¿Y pretendes que crea que se subió sola a las redes sociales?
— No, no fui mi intención — su rostro luce realmente avergonzado.
Retrocedo un paso. Una lágrima espesa cruza de mi mejilla hacia mi mentón.
— No quiero saber nada de ti de ahora en adelante, Larry. Has traicionado mi confianza y jamás volveré a creer en ti. Pensé que me protegías.
— ¡Y lo hago!
— Haciéndome quedar como una maldita tramposa — deduzco.
— ¡No era el punto!
— Claro que lo era. Solo pensaste en que estabas haciendo algo muy épico y genial. Destruyendo algo para iniciar algo nuevo. Y lo cierto es que la única perjudicada de todo esto soy yo.
Larry se queda en silencio hasta que yo termino de hablar. Cuando lo hago, deseo que ese fragmento de tiempo se termine. Quiero ir a casa ahora mismo y dormir hasta que vea borrado de los rostros de todas esas caras de mofa y sarcasmo.
— Lo lamento — dice finalmente.
—Defne, tranquilízate, por favor. Deja que Larry te explique — interviene Lesly.
—No te metas en esto por favor — la riño. Ella se queda enmudecida.
—Sabes que las cosas con Loann están mal, aunque yo no lo hubiese hecho siempre te he aconsejado que pares todo esto — empieza a decir Larry.
—Maldito — mascullo.
—Dime lo que quieras, pero yo no fui —finaliza.
Niego con la cabeza y aprieto los labios.
— Tú ya no eres mi amigo — anuncio, provocando que los ojos de Larry se abran de par en par y que Lelsy se pegue junto a él para sostener su brazo.