When She Was Obsessed

TRIGESIMO SEGUNDO INTENTO

Los efectos colaterales.

— ¿Estás bien? — pregunta Larry, al acercarse a la barra.

No me he movido de la barra desde que he llegado a la fiesta. Tampoco he bebido el trago que Larry ha pedido para mí y sé que estoy a punto de volver loco a mi amigo.

— ¿Puedes terminar con esta tortura? — me cuestiona.

Tomo el vaso de contenido multicolor y bebo la mitad, luego le doy una fingida sonrisa.

— Olvídalo — dice molesto.

— Perdón — habló, bajando de mi banca. Coloco una mano en su hombro y luego me acerco para abrazarlo, Larry me aprieta fuerte.

— Deja esa mierda ahora, ¿sí? Disfruta la fiesta.

Asiento.

— ¿Quieres bailar?

Larry y yo giramos para encontrarnos con el rostro atractivo de un estudiante de Jhonson Smith. Mi mejor amigo me codea. Suspiro y le doy una sonrisa al tipo aceptando su invitación.

— Claro, por qué no — respondo, sin muchas ganas.

Él toma mi mano y me lleva a la pista de baile. Cuando estamos frente a frente, me percato que llevo una clase con él y que, hace un tiempo, me lo presentaron en una de las fiestas que asistía los fines de semana. No está nada mal, debo aceptar, su cabello es castaño y tiene unos ojos verdes muy hermosos, además de un lunar atractivo en su sien, pero...

Olvidemos esa mierda por hoy.

Mientras me muevo al ritmo de la canción, el tipo desconocido me observa con una sonrisa boba, inicio una conversación para liberarme del momento incómodo, odio este tipo de situaciones. Los chicos deberían saber que mirarnos como psicópatas no es algo atractivo, es espeluznante de hecho.

— Llevas una clase conmigo — aseguro.

— Sí, dos clases a decir verdad.

— Ah, claro — miento, porque apenas y recuerdo su rostro.

— Tú eres la ex de Javier.

Exhalo.

— Soy más que "La ex de Javier" — le aseguro—. O se supone que ahora solo eres identificada por quién fue tu último novio — cuestiono.

— No, no. Solo quería comprobarlo.

— Dale — digo incómoda.

— La cosa terminó mal — deduce.

Mis movimientos empiezan a volverse lentos y, maldita sea, ¿por qué a este idiota se le ha ocurrido hablarme de mi ex con una canción tan buena sonando ahora mismo?

— La cosa nunca empezó, ¿me explico?

Él ríe.

— Soy Patrick — dice, en mi oído.

Retrocedo un paso, solo porque no me gusta la manera en cómo se ha acercado.

— Soy Defne.

— Dije que ya lo sabía.

Blanqueo la mirada. 

— Jc dice que tú y él...

Lo corto.

— Nunca empieces una frase con Jc dice, ok — informo, luego continúo bailando.

— Bueno, no era nada malo.

— Dale — vuelvo a decir.

Dos minutos después, él vuelve a mencionar a mi ex.

— Entonces, ¿ya no están saliendo?

Me detengo.

— ¿Qué pasa, hombre? ¿Se necesita estar soltera para bailar contigo?

— No, pero no quiero ganarme problemas con Jc, es todo.

— ¿Le tienes miedo a JC? — pregunto, no puedo evitar que la idea me divierta—. JC es un cobarde, así que no creo que haga mucho. Además, tú pareces muy ejercitado. 

Sí, esa soy yo. Siempre tratando de hacer sentir bien a todos.

— Jc es muy influyente. No me da miedo tener una pelea com él, pero creo que puede hacer cosas peores.

Bufo.

— JC no influye ni en su perro, créeme.

— Él quiere regresar contigo y se lo dice a todos a diario — se inclina hacia mí—. Dice que solo le faltas tú en la lista de chicas con las que ha tirado.

Hago una mueca de asco.

— Gracias por decírmelo, pero ya lo sabía. Así como él sabe que no pasará, a menos no cuando esté con mis cinco sentidos.

— Debes de tener cuidado — su rostro, se ve sombrío.

— Lo tendré.

Continuamos bailando un par de canciones más, Patrick deja de hablar de JC y la conversación se torna más interesante. Descubro que es ex novio de una de las gemelas y que terminó con ella debido a problemas de dinero. Por parte de él, claro, las gemelas son hijas de padres adinerados, así que Patrick no pudo costear todos los antojos de una de ellas. También descubro que está interesado en otra chica y que esa chica parece no corresponderle. No me dice el nombre, porque piensa que esparciré el rumor y él prefiere mantenerse en secreto. Como una admirador enamorado. Me causa ternura.

— Debes decírselo — digo, caminando con él hacia la barra.

— ¿Que me gusta? No, jamás.

— Mira, eres guapo, ok. Estoy segura de que le gustarás también.

— Ella sabe lo que es tener un novio guapo — dice, para luego beber amargamente su trago.

— Ah, tiene novio — ahora soy yo la que bebe amargamente su trago.

— Bueno, creo que han terminado.

Dejo el vaso en la barra y aplaudo. 

— Entonces tienes oportunidad.

— Ya sabes lo que dicen de los exs — comenta, con la mirada puesta en el piso.

— Ay, tío. No todos los casos son iguales. Hay quienes sí saben superar a una persona. Como yo, por ejemplo, ¿acaso me ves sufriendo por JC?

— No, pero...

— ¿Pero? — cuestiono, con un tono más agudo de lo normal. Antes de que Patrick responda, tomo mi vaso y bebo otro gran trago.

— Pero te mueres por Cooper.

Escupo todo. Mierda, ¿qué dijo?

— ¿Qué carajos hablas, eh? Yo no me muero por Loann Cooper.

Terrible mentirosa la niña.

— Eso es lo que dice JC.

Hijo de puta. Maldito chismoso.

— Pues no es verdad.

Patrick entrecierra los ojos, claramente no creyendo nada de lo que digo.

— Te acabo de decir que me gusta una chica y todo lo que siento cuando la veo, y tú quieres negarme lo que sientes por Cooper. No seguiré ninguno de tus consejos.

— Pues te jodes — lo señalo—. No me gusta Cooper — miro a mis alrededores buscando a Larry. Lo encuentro charlando con Less. 




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