🏠 Llegada a casa de Nicole
Nicole y Alex regresaban juntos de la casa de él, con la mochila lista para la pijamada. Caminaban pegados, riendo bajito, como si el mundo entero se hubiera reducido a ellos dos.
Al llegar, tocaron el timbre. La puerta se abrió y apareció Luisa, la madre de Nicole.
Al verlos, se sorprendió con una sonrisa.
—¡Pero miren! Nicole llegó con Alex tan pegada que parece que no quiere soltarlo.
Nicole se sonrojó, mientras Alex sonreía divertido.
La madre rió y añadió:
—Ella es así cuando extraña algo.
—¡Mamá! No digas eso —protestó Nicole, escondiendo el rostro en el hombro de Alex.
Alex no pudo contener la risa, disfrutando del comentario de Luisa.
—Me alegra que me extrañe tanto —dijo con picardía.
Nicole lo pellizcó suavemente en el brazo, pero no lo soltó.
🛏️ En la habitación
Subieron juntos a la habitación de Nicole. Ella abrió la puerta y lo invitó a pasar.
—Puedes acomodarte, haz como si fuera tu casa.
Alex estaba sentado en la cama, mirando alrededor con curiosidad.
—Tu habitación es muy adorable… —dijo con una sonrisa sincera.
Nicole se conmovió, pero enseguida se colocó detrás de él, con una sonrisa traviesa.
—¿Adorable, eh? —susurró, como si estuviera planeando algo.
Alex giró apenas la cabeza, curioso.
—¿Qué vas a hacer?
Nicole levantó las manos y, de repente, le tapó los ojos con ellas.
—¡Sorpresa! Ahora no ves nada.
Alex rió, intentando apartar sus manos.
—¡Nicole! ¿Qué es esto?
—Shhh… —respondió ella, divertida—. Tenés que adivinar qué estoy haciendo.
Alex, con los ojos cubiertos, fingió dramatismo.
—Seguro me vas a hacer cosquillas.
Nicole sonrió y, en lugar de eso, le despeinó aún más el cabello con sus dedos.
—¡Ahora sí estás adorable!
Alex se quitó las manos de encima y la miró, con el pelo completamente revuelto.
—¡Nicole! Me acabás de arruinar.
Ella se dobló de la risa, escondiendo el rostro en su hombro.
—Es que estabas demasiado perfecto, tenía que equilibrar.
Alex la miró con fingida seriedad, pero sus ojos brillaban de picardía.
—¿Ah sí? Pues ahora me toca a mí.
Nicole retrocedió un poco, aún sonriendo.
—¡No! Yo soy la reina de las bromas.
Alex se inclinó hacia ella de golpe y comenzó a hacerle cosquillas en la cintura.
—¡A ver si la reina aguanta esto!
Nicole soltó un grito entre risas, intentando escapar.
—¡Alex, basta! ¡No vale!
Pero él no se detuvo, disfrutando de verla reír tanto.
—¿Quién es adorable ahora?
Nicole, entre carcajadas, se dejó caer sobre la cama, tratando de cubrirse.
—¡Me rindo, me rindo! —dijo con voz entrecortada, todavía riendo.
Alex se detuvo y la miró con ternura, inclinándose sobre ella.
—Eso pensé.
Nicole lo miró con las mejillas encendidas, aún recuperando el aliento.
—Eres insoportable… pero me encanta.
Alex sonrió y le dio un beso rápido en la frente.
—Y yo adoro que seas mi Gatita traviesa.
🛏️ El juego del apodo
Después de tantas risas y bromas, Alex se dejó caer sobre la cama, agotado pero feliz. Cerró los ojos un momento, respirando hondo, mientras Nicole lo observaba con una sonrisa traviesa.
Ella se acercó despacio, y sin pensarlo demasiado, se subió encima de él, apoyando sus manos en su pecho.
Alex abrió los ojos de golpe, sonrojado.
—N-Nicole… ¿qué haces?
Nicole lo miró con picardía, inclinándose un poco más.
—Alex Nicolas Collado… —dijo, pronunciando su nombre completo con tono serio—. Si no me pones un apodo lindo, no me bajo.
Alex se quedó helado, con las mejillas encendidas.
—¿Un apodo? Pero ya te digo “amor” todo el tiempo…
Nicole negó con la cabeza, divertida.
—No, quiero uno especial. Solo nuestro.
Alex pensó rápido, aún nervioso por tenerla tan cerca.
—Mmm… “Estrellita”.
Nicole frunció la nariz.
—Muy cursi. Otro.
—“Gatita”.
Nicole rió, pero negó otra vez.
—Ese ya lo usaste. Quiero algo nuevo.
Alex suspiró, rendido.
—Entonces dime tú cuál quieres.
Nicole lo miró con ternura, bajando la voz.
—Llámame Osita.
Alex sonrió, con el corazón acelerado.
—Está bien… desde ahora sos mi Osita.
Nicole se emocionó tanto que lo abrazó fuerte, escondiendo el rostro en su cuello.
—¡Me encanta!
Alex, aún sonrojado, la rodeó con sus brazos, disfrutando de la calidez del momento.
—Mi Osita traviesa… —susurró, con una sonrisa tímida.
Nicole rió bajito, feliz de haber conseguido lo que quería, y se quedó abrazada a él, sintiendo que ese apodo era un nuevo lazo entre los dos.
📱 El teléfono de Alex
Nicole estaba recostada sobre Alex, disfrutando de las caricias que él le hacía en el cabello. De repente levantó la mirada con una sonrisa traviesa.
—Alex… préstame tu teléfono. Quiero ver con quién hablas.
Alex la miró tranquilo, sin dudar.
—Claro, toma. Sabes que no tengo a nadie.
Nicole lo tomó y entró a WhatsApp. Al instante, sus ojos se iluminaron al ver que estaba anclada arriba junto con los padres de ella.
—¡Ay, Alex! Sos tan detallista… —dijo con ternura, sonrojada.
Alex sonrió, mientras seguía jugando con las cosas de chica que había en la habitación de Nicole, tocando curiosamente sus accesorios y perfumes.
—Me gusta tenerte ahí, siempre primero.
Nicole rió bajito, pero aún con picardía.
—Bueno, quiero seguir revisando.
—Adelante —respondió él, confiado.
🔍 La inspección
Nicole pasó un rato revisando, hasta que levantó la mirada con gesto curioso.
—Está todo bien… solo que vi que tenés a Valentina agregada.
Alex se acomodó, mirándola con calma.
—Sí. Como ya me perdonó, somos amigos. Además, me contó que le gusta Dan.