T2E10-Miércoles 15 de Enero del 2025
La mañana amaneció clara, con un cielo azul que parecía anunciar algo especial.
Nicole caminaba tranquila hacia la escuela, con el corazón ligero: mañana sería el baile, y lo viviría junto a su novio. La idea la llenaba de ilusión, como un secreto que llevaba guardado en el pecho.
Al entrar por el portón, el bullicio de los estudiantes la envolvió. Mochilas golpeando, risas, pasos apurados. Nicole avanzaba con calma, hasta que de pronto lo vio.
Alex estaba en el pasillo, acomodando su mochila sobre el hombro.
Nicole no lo pensó dos veces: corrió hacia él y lo abrazó fuerte, aferrándose como si no quisiera soltarlo.
Alex, sorprendido, sonrió y le besó la frente con ternura.
—Buenos días, amor —susurró, acariciándole el cabello.
Nicole lo miró con brillo en los ojos.
—¿Vas a estar conmigo en el recreo? —preguntó, con voz esperanzada.
Alex dudó un instante, bajando la mirada.
—Voy a jugar un poco de basket con los chicos… —respondió, intentando sonar casual.
El gesto de Nicole cambió de inmediato. Sus labios se apretaron y sus ojos se entristecieron.
—Ah… —murmuró, soltándolo despacio.
Se quedó quieta unos segundos, como si quisiera convencerlo de cambiar de idea, pero al final suspiró.
—Está bien… —dijo, con un tono apagado.
Le dio un beso rápido en la mejilla y se giró para irse, caminando despacio hacia su aula.
Alex la siguió con la mirada, sintiendo un nudo en el pecho.
La tristeza en su gesto le dio pena.
“Quería pasar el recreo conmigo… y yo la dejé sola.”
El pasillo siguió lleno de voces, pero para Alex, todo se reducía a esa imagen: Nicole alejándose, con la ilusión rota en su mirada.
🌸 En el aula con las amigas
Nicole entró al aula con pasos lentos, la mirada baja y un gesto de desánimo que no pudo ocultar.
Se dejó caer en su asiento, suspirando, mientras sus amigas la observaban desde el otro lado.
Hengely fue la primera en acercarse.
—¿Qué te pasa? —preguntó, inclinándose sobre su pupitre.
Michelle también se acercó, dejando su jugo sobre la mesa.
—Sí, contanos. Tenés cara de que algo no salió bien.
Nicole levantó la mirada, con los ojos brillando de tristeza.
—Quería estar con Alex… abrazados, compartiendo un momento juntos. Pero hoy prefirió ir a jugar básquet con los chicos.
Las dos amigas se miraron, entendiendo enseguida.
Hengely frunció el ceño.
—Carlos también va a jugar con él. Estoy un poco enojada porque tampoco voy a poder pasar con él en el recreo.
Michelle se acomodó el cabello y sonrió con picardía.
—Bueno, a mí no me afecta. Camilo es más mi tipo… juega voleibol, no básquet.
Nicole la miró, con un gesto de ligera envidia.
—Qué suerte… —murmuró, bajando la mirada.
📱 El mensaje inesperado
De pronto, el celular de Nicole vibró sobre la mesa.
Lo tomó rápido y leyó el mensaje: era de Alex.
"Perdón por lo de hoy… pero quiero pasar un rato con vos en el recreo."
Nicole se quedó quieta, conmovida. Una sonrisa suave apareció en su rostro.
Le respondió enseguida:
"No canceles tus planes por mí. No quiero quitarte la felicidad."
La respuesta de Alex llegó rápido:
"Yo quiero traerte felicidad. No cancelé lo del básquet, solo lo pasé un poco más tarde."
Nicole se llevó la mano al pecho, emocionada.
"Gracias… si estuvieras acá, te besaría."
Alex, confiado, contestó:
"Desde que te vi hoy, quería besarte."
Nicole soltó una risita nerviosa y le envió un emoji de risa y uno de corazón 😂💖.
🤍 Compartiendo la noticia
Nicole levantó la mirada hacia sus amigas, con los ojos brillando de alegría.
—Chicas… cambio de planes. Alex va a estar conmigo en el recreo.
Hengely sonrió, sorprendida.
—Carlos me dijo lo mismo. Parece que los dos decidieron darnos un tiempo.
Michelle, que estaba tomando jugo, levantó el vaso y las felicitó.
—¡Qué bien! Felicidades a las dos.
El aula se llenó de risas suaves y complicidad.
Nicole, que había entrado con tristeza, ahora sentía que el día volvía a iluminarse.
El recreo prometía ser distinto: un momento compartido, un gesto de amor que borraba la desilusión inicial.
🌞 El recreo compartido
El timbre del recreo sonó y los pasillos se llenaron de voces y pasos apurados.
Nicole salió de su aula con la mochila al hombro, todavía pensando en lo que había hablado con sus amigas. Apenas cruzó la puerta, una silueta se interpuso en su camino.
Era Alex.
Sin decir nada, la rodeó con sus brazos y la abrazó fuerte, como si quisiera borrar cualquier tristeza que le hubiera causado antes.
—Perdón por ponerte triste —susurró, con la voz baja y sincera.
Nicole lo miró, con una sonrisa suave, y negó con la cabeza.
—No tenés que disculparte. Lo importante es que ahora vamos a pasar el rato juntos.
Alex la miró con ternura, asintiendo despacio.
—Tenés razón.
Se tomó un segundo para besarle la frente, y luego, aún tomados de la mano, comenzaron a bajar hacia el patio.
El aire del recreo estaba lleno de risas, balones rebotando y grupos de estudiantes conversando. Pero para ellos, todo se reducía a ese gesto: caminar juntos, con la certeza de que ese momento les pertenecía.
Nicole se aferró un poco más a su brazo, como si quisiera asegurarse de que no la soltaría.
Alex la miró de reojo, con una sonrisa que mezclaba alivio y cariño.
El recreo apenas comenzaba, y ya se sentía distinto: no era solo un descanso, era un espacio para reafirmar lo que los unía.
🌳 El recreo en el patio
Nicole y Alex bajaron juntos las escaleras hacia el patio, todavía tomados de la mano. El aire estaba lleno de risas, balones rebotando contra el suelo y grupos de estudiantes que se acomodaban en bancos o bajo los árboles. El sol caía suave, iluminando el césped y dando al recreo un aire de libertad.