"No Vayas Al Sótano"

Cuando llegó la hora de ir a patrullar, obvio antes hicieron una reunión para distribuir los grupos. Me tocó con Alex, Adri, una chica llamada Gisela, y creo q su amiga Andrea. En el grupo de Daniel iban: una chica llamada Helena, Víctor, Kevin y Yaiza. Había más grupos porque éramos 40 o 50. El edificio era grande y había mucho que explorar y a mí grupo le tocó la zona más baja. Daniel y su grupo fueron unos pisos más arriba, y se encargaron de un agujero grande que había por esa zona. Antes de ir con mis compañeros noté que alguien lloraba y vi a cierto niño triste, y con lágrimas cayendo por sus pequeñas y tiernas mejillas. Volví a sentir esa presión en el pecho, como aquella vez en la que mi padre había muerto y mi madre no paraba de llorar. Ante esa dolorosa sensación empecé a llorar y corriendo fui a abrazar a ese pobre niño.

-Tranquilo te prometo q no te pasará nada- Le susurre llorando para que se tranquilizara.

-¿ D-de verdad? ¿L-lo prometes?- Decía él entre sollozos.

- Lo prometo, cuidaré de ti todo lo q pueda, y si quieres puedes venir conmigo y con Dani para no sentirte solo. -

- Gracias- Susurro y correspondió el abrazo, para finalizar le di un beso en la frente y me fui con el grupo. 
Bajamos y bajamos hasta la primera planta, donde había una gran puerta cubierta de cosas. Además de la puerta, había cantidad y cantidad de habitaciones con lo cual el pasillo tampoco era ni pequeño ni hermoso a la vista, era espeluznante y de gran longitud. No había mucha luz con lo que tuvimos que encender las linternas para un poco más de visión.

Paseamos por el pasillo y fuimos echando un ojo a cada habitación, iluminando bien por si algo se escondía entre las sombras.

Me llamó la atención unas escaleras que parece que Dan al sótano. Estaba... Bufff oscuro, más oscuro que el pasillo y las habitaciones, así q decidí acercarme con la linterna y agarrarme a la barandilla de las escaleras y evitar una caída que podría ser mortal. Doy el primer paso para bajar el escalón y alguien me agarra del brazo y me lleva arriba alejandome del sótano.

-¿Qué haces idiota? - Dijo la voz de la chica enfadada.

-¿Cómo, qui-quién eres? - Le respondo con un tono bajo.

Enciende la linterna y se la posicionó en la cara - Soy yo pedazo de subnormal, no puedes separarte y menos bajar a esa zona ¡Demonios! -

-Pero porqué no puedo bajar ¿Hay infectados? ¿Trampas? ¿Nuevos monstruos?

-No, no creo q haya algo así en ese sótano, pero esta prohibido bajar, Alex te mataría- Miró a otro lado apenada.

Decidí no preguntar más y regresar con el grupo. Pero a veces me daba un escalofrío o un presentimiento... No se que es lo q pueden esconder, pero parece que esta tal Andrea no sabe mucho de ese tema y se hace más mismas preguntas que me hago yo. Parece también que Alex prohíbe estar allí e incluso puede que te mate por desobedecer sus normas. Una tontería ¿no? Mi mente estaba llena de preguntas que sabía perfectamente que no tendrían respuesta y eso me inquietaba más. En conclusión del día, acabamos y yo decido irme a la habitación para pensar y si podría ser dormir unas horas, pero no podía, dormir para mi ahora era una cosa imposible y me reconcomía el sentimiento de que algo esconde Alex y estoy casi segura de que su querido amigo Adri lo sabe todo también. Lo decidí, y no pienso echarme hacia atrás, así que cogí las cosas y bajé al sótano en ese mismo momento.

Bajé en pleno silencio, por suerte no me encontré a nadie por los pasillos. Daniel estaba dormido como un tronco y no decidí invitarlo a mi aventura, estaba agotado. Crucé el pasillo y... nada delante, nada detrás, aunque me choque con varios muebles tirados por el suelo. La luz de la luna iluminaba partes del pasillo y no necesité utilizar la linterna. Tampoco se oía a los infectados, mis queridos colegas, lo cual no estaba tranquila por eso. Cuando nadie habla y ni un mínimo ruido es sonado en el edificio, para mí no significa paz y tranquilidad jajajaja..... No, no, no, no, que va, significa que algo pasa, algo planean, algo ahí fuera va a suceder y nadie sabe el qué hasta que realizan el ataque asesino que tanto odio.

Llegué a un punto en el que la luz de la luna llena, no iluminaba la zona y decidí encender la linterna para evitar caer por las escaleras. Allí había sangre, por los escalones, por las paredes, por las barandillas, hasta del techo caían gotas.

Cada escalón que bajaba, venía un olor asqueroso y repulsivo, me daban ganas de vomitar, pero seguí bajando sin detenerme. Resbalé con un charco de sangre que no vi en las escaleras y me hice daño en el brazo derecho. Aún así seguí y logre llegar al final sin más accidentes, y tengo que decir ¡que eso huele peor que un millón de alcantarillado sin limpiar! Retrocedo un momento por el olor, pero decido seguir adelante.

Me encontré con diversas puertas, todas llenas de sangre. Había unos cuantos infectados, en el suelo muertos, supongo que sería porque intentaron entrar, pero los mataron al instante y los dejaron así en mitad de putrefacción. Empecé a hacer una inspección de que nadie me seguía e intenté abrir las puertas, pero para mi desgracia todas estaban bajo llaves.

Solo me quedaba una puerta al final, tomé el pomo, frío y de metal, crucé los dedos y giré el pomo ¡Agh!.... Nada, no abrió. Me di por vencida e iba a dar la vuelta, hasta que oí unos pequeños gritos que pedían ayuda, más unos golpes en la puerta. Parecían de un niño.

Era una puerta del otro pasillo, me quedé en silencio y algo desconcertada mientras esa cosa o persona seguía golpeando la puerta y gritando cada vez más fuerte. Los golpes cesaron igual que los gritos, todo en un silencio incómodo, poco a poco me iba posando en la puerta y solo se oían sollozos, lo que me dio la certeza de que no era un infectado. Me calme y no me dieron ganas de abrirla porque sabía que estaba cerrada de seguro. Así que me puse a pensar como podría abrirla sin hacer un gran ruido que alerte a alguien.