Capitulo 4

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Mi hermano abrió la puerta y se hizo a un lado dejando ver a Logan.

—Me parece perfecto que llegaras justo a tiempo para la inauguración de nuestro fuerte —le dice Nick, y Logan ríe.

—¿Fuerte?

—Es algo que hacíamos desde pequeños —le explico.

—La verdad yo nunca hice uno.

—¿De verdad nunca en tu vida hiciste uno?

—Vi, yo no tengo hermanos y pues mis papás se la pasaban en la empresa.

—Oh, lo siento.

—Bueno, estás de suerte, porque estás con los mejores y ahora harás tu primer fuerte de cobijas y cojines. ¿Qué te parece?

—De acuerdo —acepta con esa sonrisa que hace que mi corazón lata rápidamente.

Nick empezó a dar órdenes como si fuera un general y nosotros, los soldados.

—Violet, tú ve por sábanas y más almohadas. Logan, tú ayúdame a construir la base.

Subí a las habitaciones por sábanas y almohadas. Estaba saliendo de mi habitación cuando me encontré con Logan.

—Te ayudo, dame eso.

—Yo puedo.

—Lo sé, pero el doctor dijo reposo.

—Sí, pero las cosas no pesan, y el problema es el tobillo, no mis manos.

—Entonces te cargo —dice con una sonrisa ladeada.

—No, ¿sabes qué? Ten, lleva tú esto —le digo entregándole las sábanas.

—Ok.

Bajamos las escaleras para llegar junto a Nick, quien parecía muy concentrado en hacer el fuerte. Comenzamos a poner las sábanas y amarrarlas de cualquier cosa que se nos atravesara. Al cabo de media hora, terminamos la construcción.

—El Fuerte Blackwell 2.5 abre sus puertas al público —anuncia Nick—. Por cierto, necesito que se quiten los zapatos. Señor Morgan, sea usted bienvenido al primer fuerte de su vida.

Nos quitamos los zapatos y entramos al fuerte, que parecía más grande por dentro de lo que se veía por fuera. El olor a detergente impregnaba las sábanas.

—¿Qué les parece ver una película?

—¿Cuál planeas ver, hermanita? No me digas que es una de princesas.

—Claro que no.

—Entonces, ¿cuál quieres ver, Vi? —me pregunta Logan.

—Nada de eso. Vamos a jugar piedra, papel o tijeras.

Jugamos y, como siempre, perdí. A veces siento que hacen trampa.

—Genial, veamos una de terror.

—Ok —le digo con resignación—, pero ¿por qué no mejor vemos una de comedia? ¿Qué tal tu favorita, la de “Qué pasó ayer”?

—Muy bien, me has convencido.

Puso la película en el portátil y nos acomodamos los tres para verla. Mi hermano quedó a la derecha y Logan a la izquierda, dejándome en medio.

“La película trataba de un grupo de amigos que iban de viaje con la mejor intención del mundo… pero terminaban despertando en un cuarto de hotel destruido, con un pollo caminando por la mesa, un tatuaje en la cara y sin la menor idea de qué había pasado la noche anterior. Era un desastre, pero un desastre tan gracioso que Nick no podía dejar de reír, Logan trataba de no soltar la carcajada y yo… bueno, yo pensaba que esos chicos definitivamente necesitaban un GPS para encontrar sus recuerdos.”

Al terminar la película nos dio hambre, así que decidimos pedir pizza.

—Yo quiero pizza con piña —les digo, y ambos se giran hacia mí.

—No puedo creer que te guste la pizza con piña, Vi —me dice Logan con una sonrisa.

—Lo sé, ella es la rarita de la familia.

—Claro que no, a mi Tito también le gusta.

—Buen punto, son los dos raritos de la familia.

—Al menos a Tyler sí le gusta la pizza —digo sin pensar, y Logan cambia su sonrisa por una mirada fulminante.

—¿Quién es Tyler?

—Es su mejor amigo desde que tiene cinco años —responde Nick antes que yo.

—Mmm, ya veo.

Sin decir más, ordenamos las pizzas y, después de básicamente rogarle a mi hermano, pidió una con piña para mí.

Un rato después, cuando la pizza llegó, Nick sugirió un nuevo juego.
—¿Qué tal si jugamos verdad o reto?

Aceptamos. La primera ronda fue ligera: preguntas tontas, retos simples. Hasta que, de pronto, Logan me miró directamente.

—Verdad o reto, Violet.

—Verdad.

Su sonrisa se ladeó.
—¿Has tenido novio alguna vez?

Me quedé en silencio. Nick casi se atraganta con la pizza, y yo sentí el corazón latiendo a mil por hora.

—Eso no cuenta —murmuré, bajando la mirada.

—Sí que cuenta. Dijiste verdad, así que tienes que responder —insistió Logan, con una mirada que no me dejaba escapar.

Me mordí el labio, intentando pensar en algo para desviar la conversación, pero Logan no apartaba sus ojos de mí.
—Entonces… ¿qué? —repitió, inclinándose apenas hacia mí, con esa sonrisa que no sabía si me ponía nerviosa o me quitaba el aire—. ¿Lo has tenido o no?

Sentí que las mejillas me ardían. El fuerte, la pizza, incluso Nick riéndose con el celular en mano… todo se volvió ruido de fondo.
No sabía si decir la verdad, mentir, o simplemente salir corriendo.

Lo único que tenía claro era que, en ese momento, Logan esperaba mi respuesta.