Cuando llegamos al lunes, la materia que tendría a primera hora seria matemáticas, por más que intento, no le entiendo a la profesora, en fin, no me acuerdo de que trato la clase, le pediré la explicación a Nadir ese chico es un poco raro, pero aplicado en la materia, lo conocí durante la semana de presentaciones me acuerdo que sin querer me senté al lado de él, es que no había más lugares, al final si llegue tarde a clases.
→Recuerdo←
-¿qué haces?, pareces un lagarto que apenas puede caminar.
-Nadir: shhh, no digas nada solo disimula. - le digo asiendo movimientos con las manos
- señorita Allen, que bueno que se presenta, pensé que sería la primera en saltarse la clase de matemáticas. – Dijo la profesora de matemáticas–
En la torre, - Buenos días profesora Robinson, no volverá a suceder. -le digo, forzando una sonrisa
- Eso esperemos. Mientras tanto póngase al corriente a , y tendrá que realizar 10 veces un ejercicio diferente dependiendo el tema de hoy. ¿Algún problema con ello? – dice volteándose para mirarme a los ojos.
-No profesora, le respondo, y me siento a lado de nadir.
-¿Por qué? me siento responsable de tal castigo Allen. Ciento que no era para ti. – Dice Nadir–
-No ¿por qué será?, tal vez si no hubieras hablado, no se habría dado cuenta, le señalo con el dedo índice, le volteo los ojos y miro directo a la pizarra.
-Bueno soy responsable, -dice nadir después de un rato- para que veas que no soy mala onda, te ayudare con la tarea. Te parece Allen.
-sí, está bien, aceptare esa disculpa, pero no me digas Allen, dime Maia.
- como que no queda ese nombre con el apellido, ¿no lo crees?
-sí pero que puedo hacer, mis padres así lo decidieron, digo encogiéndome de hombros.
Esa tarde me ayudo con el problema, fue la semana pasada y ahora por lo menos nos saludamos y me explica cuando no entiendo (casi en todas las clases de mate).
→Fin del recuerdo←
-¡Nadir!, ¡Nadir!, ¡Nadir!, (Que mal, lleva audífonos, debo correr)
Upss vergüenza; un chico venia rebotando un balón ¡¿por qué?!, me he caído de nalgas, me las pagara Nadir, ahora me debe algo muy grande y no solo las clases de mate, bueno aún no lo sabe, eso es lo divertido pienso. Se voltea (uuu un lindo rostro, bueno tal vez no te castigue nadir, digo para mis adentros)
-¿Estás bien?, disculpa, no me he fijado, no quiero meterme en problemas.
-sí, no hay problema, solo fíjate, ¿por qué jugar cuando alguien está pasando?, puede que alguien tenga un asunto de vida o muerte, ¡no solo por tener un lindo rostro significa que no te des cuenta de quien pasa! (¿por qué tiene una risa de satisfacción? Era mejor cuando se puso serio, lastima fue un minuto. ¡No vergüenza!)
-¿Escuche bien?, me has dicho que tengo un beautiful face. Wow queen coinciderada.
Y cuando iba a responder, el tarado de Nadir me ha salvado, me alejó de aquel chico y dijo que cualquiera se equivoca y que había olvidado mis lentes, por esa razón no pude observar bien a que le dije lindo (todo estaba bien, hasta que exagero), Dios, la cara de piedra que puso fue lo mejor.
- No te creo, nadie se equivoca cuando me ve, la mayoría dice que ya me idealizaban, solo necesitaban conocerme -Dice Said-
-¡¿A no?!, bueno hoy, dijo que era bonito un pajarito que estaba en la calle. -dice Nadir-
- y que, las aves son bonitas. -dice Said-
- pero ¿muertas? con sangre, estaba aplastado, el pobre me veía con una mirada triste, si eso consideras que es bonito, está bien si tu cara parece a un ave moribundo. -Nadir-
-¡Basta! (Tenía que intervenir, ahora si exagero), vámonos Nadir. ¡Qué vergüenza!, pero, gracias Nadir.
-De nada, pero ¿qué hacías con ese chivo? -Nadir-
-¿chivo? Le digo en un tono de burla
-Bueno; chico, joven, hombre... En fin, pensé que me buscabas, hasta donde sé; él no se llama Nadir
-Bueno es que... ¿Cómo sabes que te buscaba?, ¿qué no ibas con audífonos? ¡¡¿¿Y si me escuchaste porque no paraste??!!, eso no fue muy amable eh.
- una no iba escuchando música, quería darte una lección, me di cuenta que no le estabas prestando atención a la clase y quería que pagaras, pero nunca me imaginé que te caerías en el camino, con don patán y dos, gritas mucho. -pero ¿estás bien?
-Esta bien, tiene sentido, pero no lo vuelvas a hacer, y sí; gracias estoy bien. Y gracias por la ayuda exagerada -solo a ti se te ocurre un ave.
- Bueno, pero yo no fui quien le dijo que tenía un bonito rostro, no te conocía así
-¡No soy asi!, no madre de las vergüenzas ¿por qué soy tu consentida?
-¿cómo?, y ¿por qué crees que eres su consentida?
-porque a donde sea que voy, me acompaña la desgraciada.
-Exagerada, un día tienes que contarme todas tus vergüenzas y de ello sabremos si eres la consentida o no.